⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Aris abrió los ojos sorprendida ante la respuesta tan rápida y sencilla. Una sombra de duda pasó por sus ojos.
—Estás respondiendo apresuradamente para esquivarlo.
—No es eso. La verdad es que siempre me ha gustado trabajar en el Palacio Ruby. Como soy la única sirvienta, no hay nadie que me moleste, y hay tantas cosas por hacer que lo encuentro entretenido. Si había algo difícil, era la princesa caprichosa, pero…
—……
—Pero ahora que has prometido portarte bien, ese problema también está resuelto. Así que ahora este lugar es el mejor sitio para trabajar.
Siana extendió la mano hacia Aris mientras la miraba a los ojos.
—Así que, a partir de ahora, llevémonos bien, princesa.
Aris, que había estado mirando a Siana atónita, respondió en voz alta:
—¡Sí!
La mano que Siana había extendido era un poco áspera, pero cálida. Sentir el calor de otra persona después de tanto tiempo hizo que las mejillas de Aris se sonrojaran.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Desde ese día, Aris cambió por completo.
Ya no hacía travesuras a Siana. Al contrario, la seguía a todas partes como un pollito, ayudándola en lo que podía.
Aris era inteligente, perspicaz y tenía buen sentido. Las pequeñas manos de Aris eran de gran ayuda para Siana, que antes manejaba el palacio sola. Pero Siana no tenía la intención de permitir que Aris se dedicara a tareas arduas todo el día.
Mientras veía a Aris regar el jardín, Siana dijo:
—Gracias, princesa. Hoy ya he recibido suficiente ayuda.
—¿Qué dices? Todavía hay muchas cosas que hacer. Tenemos que colgar la ropa, limpiar el suelo…
—Esas cosas las puedo hacer yo sola.
—¡Pero…!
—Princesa, eres una niña.
—……
—Y hay cosas más importantes para una niña que limpiar o lavar.
—¿Qué es eso?
Siana sonrió.
—Estudiar.
Aris hizo una mueca como si hubiera mordido algo amargo, pero Siana habló con voz firme.
—Eres muy buena jugando sin que te lo diga, pero no es lo mismo con los estudios. Necesitas estudiar, princesa.
Por lo general, los miembros de la realeza reciben una educación de alto nivel desde una edad temprana. Pero Aris no había recibido la atención de nadie.
Hasta ahora, a sus diez años, Aris no había recibido una educación adecuada.
No espero que se convierta en una erudita, pero al menos debería aprender a leer y escribir correctamente.
Debido a las enseñanzas poco formales de las sirvientas, el nivel de Aris era deficiente. Aunque sabía leer algunas palabras, casi no sabía escribir.
Por suerte, Siana dominaba el idioma del imperio. Enseñar a Aris no sería difícil. El problema estaba en otro lado.
No había papel ni plumas en el Palacio Ruby.
Por más que sea una princesa, no puede aprender a escribir con una rama en el suelo.
Siana fue a la tienda de suministros del palacio.
Los miembros de la realeza podían obtener los artículos que necesitaban allí. Pero el sirviente que gestionaba la tienda la recibió con una expresión fría.
—El papel y las plumas son artículos de lujo. No podemos entregarlos tan fácilmente.
Era un claro desprecio. Pero Siana no se dio por vencida.
—Le prometo que no se desperdiciarán. Son para los estudios de la princesa.
—¡Bah! ¿Cómo puedo creerte? No sería la primera vez que las sirvientas del Palacio Ruby piden cosas en nombre de la princesa.
—……
—Hay muchos que han sido castigados y despedidos por entregar suministros del palacio a ladrones. No quiero involucrarme en algo tan sucio. Si realmente necesitas esos artículos, trae una carta de aprobación de otro miembro de la realeza, y te los daré.
—……
¿Una carta de aprobación de otro miembro de la realeza?
¿Quién se la daría a la princesa Aris?
Si hubiera alguien dispuesto a hacerlo, ella no habría crecido tan desamparada.
Mientras Siana estaba sumida en sus pensamientos, Aris, que la observaba, habló después de pensarlo un rato.
—¿Debería pedirle ayuda a mi hermano Rashid?
Siana abrió los ojos con sorpresa al escuchar ese nombre familiar.
—¿El príncipe heredero?
—Sí. En este palacio, la única persona que podría ayudarme es mi hermano.
—……
Siana no sabía mucho sobre el príncipe heredero, pero sabía una cosa. Era un hombre conocido por su belleza deslumbrante y su crueldad, capaz de matar sin pestañear.
Aunque la había salvado en una ocasión, probablemente solo fue un capricho pasajero.
¿Alguien así ayudaría a una hermana que solo comparte la mitad de su sangre?
Además, el príncipe heredero era la persona más importante en el palacio después del Emperador. No se sabía si una carta con el nombre de la princesa Aris llegaría a él.
… Aun así, intentémoslo. Como dijo la princesa, no hay otro lugar de donde recibir ayuda.
Siana, sin muchas esperanzas, envió una carta al palacio del príncipe heredero. Y esa misma tarde, algo impactante ocurrió.
—Hola.
—……
Siana abrió los ojos con sorpresa al ver al hombre que había entrado en el Palacio Ruby.
Con cabello plateado que brillaba bajo la luz del sol, ojos de un intenso color violeta y un rostro de una belleza exquisita.
Era el príncipe heredero, Rashid.
Siana, recuperándose de la sorpresa, se apresuró a arrodillarse y bajar la cabeza.
—Saludo al noble príncipe heredero.
Rashid curvó sus ojos en forma de luna creciente mientras sonreía suavemente.
—Hace mucho que no nos vemos. ¿Has estado bien?
—…….
Siana sintió como si su corazón se hundiera de repente.
¿Me recuerda?
Jamás se había imaginado que él la recordaría, mucho menos que la saludaría con una voz tan amable. Mientras intentaba averiguar cómo responder a este inesperado comportamiento de Rashid, Aris apareció.
En lugar de recibir a su apuesto hermano con una sonrisa radiante, Aris frunció el ceño con dureza.
—¿Qué haces aquí, hermano?
—Recibí una carta diciendo que mi querida hermana necesitaba ayuda, así que vine.
Aris hizo una mueca de disgusto.
—Solo tenías que enviar una carta de confirmación para que nos dieran papel y plumas.
—Por supuesto, también traje la carta.
Rashid agitó suavemente un documento con el sello del príncipe heredero. Los ojos de Aris brillaron mientras se lanzaba hacia el papel con la rapidez de un gato que se abalanza sobre un pez. Pero Rashid esquivó hábilmente sus manos y dijo:
—Sigues siendo impaciente, pequeña hermana. Cuando un invitado llega, deberías ofrecerle té antes de intentar arrebatarle lo que quieres.
La mirada de Rashid se dirigió hacia Siana. Cuando sus ojos violetas se encontraron con los de ella, Siana instintivamente encogió los hombros. Como para calmarla, Rashid sonrió suavemente mientras sus ojos se curvaban.
—¿Podrías prepararnos un poco de té?
Por regla general, Siana sólo debía obedecer las órdenes de su ama, Aris. Pero el hombre frente a ella tenía un poder absoluto sobre todas las sirvientas del palacio, y no podía rechazar su petición. Sin embargo, había un problema.
Siana bajó la cabeza y dijo:
—Lo siento mucho, alteza. No tenemos hojas de té dignas para servirle en el Palacio Ruby.
Si apenas recibían suficiente comida, era lógico que no tuvieran lujos como hojas de té finas. Lo único que tenían eran hojas de té baratas que solían beber las sirvientas.
…Quizás se sorprenda al saber que en el palacio de una princesa no hay hojas de té decentes.
Aunque sería un alivio si sólo se sorprendiera. También podría enojarse, preguntando por qué no se había conseguido té de calidad rápidamente.
Sin embargo, Rashid sonrió como si lo hubiera esperado e hizo un gesto con la mano. El caballero que estaba detrás de él, Sol, se acercó con grandes pasos y le entregó algo a Rashid. Este lo tomó y se lo pasó a Siana.
Al ver el objeto, Siana abrió los ojos de par en par.
Esto es…
Era Darjeeling de la montaña Asti, conocido por ser tan difícil de cultivar que se decía que era más caro que el oro, un té de la más alta calidad.
Rashid la miró con una expresión de ‘lo hice bien’, y dijo:
—¿Ahora está todo bien?
—…Sí.
—Entonces, prepáranos el té.
Parecía casi como un niño impaciente pidiendo que le hornearan galletas
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Este era el palacio imperial, donde vivían los miembros de la realeza. Así que Siana había pensado que algún día se cruzaría con el príncipe heredero.
Pero nunca imaginé que lo haría de esta manera.
Rashid la miraba con ojos brillantes, como si esperara algo grandioso.
Solo estoy sirviendo té, ¿por qué actúa así?
Siana se sentía incómoda bajo su mirada, pero no podía decir lo que pensaba con sinceridad.
Soy una sirvienta, y él es el príncipe heredero. Debo obedecer.
Siana suspiró suavemente y se concentró en servir el té.
Con un clic, abrió la tapa del té.
Con un susurro, vertió las hojas de té.
Y con un murmullo, el agua caliente llenó las tazas.
Aunque su acción era bastante simple, Rashid y Aris no podían apartar la mirada de Siana. Realmente parecía un acto mágico. Una simple sirvienta se transformaba en una dama elegante, como por arte de magia.
Después de servir el té en las tazas de Rashid y Aris, Siana bajó la cabeza con una sonrisa cautelosa. Eso significaba que el té estaba listo.
Aris, que había estado mirando a Siana atónita, fue la primera en reaccionar.
—¡Es increíble!
Aris no sabía mucho sobre té, pero había asistido a suficientes banquetes importantes como para tener cierta experiencia. Incluso ella podía reconocer que las habilidades de Siana al servir té eran impresionantes, mejor que las de las sirvientas que servían al lado del Emperador.
—¿Cómo puede una sirvienta de bajo rango servir té tan bien? ¿Eres en realidad una persona increíble? ¿Podrías ser una princesa de un país vecino?
Cómo podía Aris decir cosas que se acercaban tanto a la verdad sin pensarlo mucho. Siana sonrió con incomodidad y dijo:
—Me estás halagando, princesa. Como sé que no puedes beber agua muy caliente, dejé que se enfriara un poco. También añadí miel y leche para reducir el amargor. Pruébalo.
Aris, que no era aficionada al té, miró la taza con seriedad antes de decidirse a tomar un sorbo. Sus ojos se agrandaron.
—¡Wow, está delicioso!
Era una reacción típicamente infantil. Pero Aris no era solo una niña, también era una princesa. Si estuviera sola con Siana, no habría problema, pero Rashid estaba allí. Podría reprender a su hermana menor por su falta de modales.
Siana miró a Rashid con preocupación. Pero, para su sorpresa, él no parecía molesto en absoluto. Estaba disfrutando del té con una expresión extasiada.
—……
Esta era la segunda vez que Siana veía a Rashid. La primera había sido en un sangriento campo de batalla. Cubierto de sangre y con una armadura, su belleza era demasiado aterradora para apreciarla. Pero ahora era completamente diferente.
Bajo el cálido sol, sentado cómodamente en una silla como un gato perezoso, disfrutaba de su té, un hombre hermoso. Parecía irreal. Tan fascinante que Siana no pudo evitar quedar embelesada.
Rashid apartó la taza de sus labios y, con una sonrisa en forma de luna creciente, dijo:
—Sigue siendo un sabor excelente.
—¡…!
El brillo en su rostro hizo que el corazón de Siana se estremeciera
Comments for chapter "16"
MANGA DISCUSSION