⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Qué quieres decir con eso?

—Es probable que Su Majestad el Emperador, quien está en reposo, ya haya sido informado de la situación. Y dado que hasta ahora no ha dicho nada, eso significa que no está muy enfadado por este asunto.

Aunque eso implicaba que el Emperador no tenía mucho afecto ni interés por su hijo, el rostro de Angelina se iluminó al escuchar esas palabras.

—Si es así, eso es un alivio…

—Y hay algo más.

Siana habló mientras observaba el lujoso palacio a su alrededor. El palacio seguía siendo espléndido, y decenas de sirvientes iban y venían.

—El número de sirvientes y doncellas en tu palacio no ha disminuido, ¿verdad?

—Sí.

—Tampoco ha disminuido la cantidad de monedas de oro y joyas que tu familia te envía cada mes.

Una vez más, Angelina asintió, pero con un gesto de desconcierto.

—¿Por qué es eso importante?

—Eso significa que el Marqués Wilhelm, tu familia, todavía te respalda. La gente se dará cuenta de eso y se cuidará de lo que dice. No querrán enemistarse con el Marqués Wilhelm.

Angelina murmuró, incrédula.

—Pero rompí los lazos con mi padre…

—La gente no sabe eso.

—¡…!

—Y el Marqués Wilhelm tampoco tiene intención de hacer pública esa información.

Por eso no había dejado de apoyar a Angelina.

Angelina se sintió confundida.

—¿Por qué haría eso mi padre? Yo pensaba que me odiaba…

Siana podía imaginar varias razones.

El Marqués Wilhelm era un hombre que aborrecía ser avergonzado. El peor de los secretos sobre su nieto ya había salido a la luz. Si además se supiera que su relación con su hija se había deteriorado, sería un escándalo aún mayor. Para él, era mejor mantener las apariencias actuando como si apoyara a su hija.

Y también…

Aunque había tratado a su hija de manera cruel y violenta, al final, seguía siendo su padre.

Al final, no podía evitar estar de su lado.

Los ojos de Siana se entrecerraron.

Claro que eso no borra los errores que cometió en el pasado.

De todas formas, era una suerte que Angelina tuviera un respaldo tan poderoso.

—El Marqués pedirá perdón en tu nombre por ocultar la verdad sobre el príncipe y silenciará a quienes hablan demasiado. Lo hará por el bien de la familia. Así que, por favor, no te preocupes y sigue cuidando del príncipe.

Ante las palabras de Siana, Angelina asintió con un rostro lleno de emociones.

—Está bien, me tranquiliza oírlo de alguien tan inteligente como tú —Un momento después, Angelina frunció el ceño—. Vaya, no te llamé para que me ayudaras con mis problemas, pero ha terminado sucediendo de nuevo.

Angelina se enderezó y miró a Siana.

—Te agradezco sinceramente, Siana. Me has ayudado a lograr mucho más de lo que esperaba.

—…

—Como prometí, cumpliré con todas tus peticiones.

Siana inclinó la cabeza.

—Gracias.

Unos días después, por orden de la Emperatriz, una doncella de rango inferior fue promovida a doncella de rango medio.

Siana.

Y también…

Nini y Nana.

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Nini y Nana parpadearon incrédulas ante la noticia de su repentina promoción a doncellas de rango medio.

Luego, comenzaron a llorar y se abrazaron entre sí.

—¡Dios mío! ¡Somos doncellas de rango medio! ¡Doncellas de rango medio!

—¿Esto no es un sueño?

¡Ping!

—¿Estás loca? ¡¿Por qué me pinchas el ojo?!

—¿Entonces me pinchas el ojo a mí?

Después de un breve momento de gruñidos, ambas se miraron con ojos llenos de emoción, y luego giraron la cabeza rápidamente.

Allí estaba Siana, quien les había dado este gran regalo.

Ambas corrieron a abrazarla.

—¡Muchas gracias, Siana!

—¡Gracias a ti, Siana, conseguimos una promoción que ni soñábamos!

—¡Vamos, no la llames Siana, de ahora en adelante llámala Señora Siana!

—Sí, eso es mejor. Señora Siana, seremos tus leales sirvientas por siempre. ¡Lealtad!

Siana se sintió abrumada por su apasionado agradecimiento. Levantó las manos para detenerlas.

—No digan eso. Durante mi ausencia, ustedes dos hicieron su mejor esfuerzo para cuidar de la Princesa Aris. Esto es solo una muestra de agradecimiento por eso.

Gracias a Nini y Nana, Siana pudo concentrarse en las responsabilidades de la Emperatriz Angelina.

La vida diaria de Aris también se volvió mucho más feliz.

Siana quería expresar su gratitud por ello.

Así que pidió este favor a la Emperatriz Angelina.

—Además, Nini y Nana tienen las habilidades suficientes para ser doncellas de rango medio. Solo han conseguido el puesto que debieron tener desde el principio.

Lo decía en serio.

Las habilidades de Nini y Nana como doncellas eran excepcionales.

Solo que, debido a su origen como hijas de un cazador, su ascenso había sido bloqueado.

Nini y Nana dijeron entre lágrimas:

—De todas formas, si no hubieras intervenido, habríamos pasado toda la vida como doncellas de rango inferior, hasta ser viejas.

—Recibiendo un salario miserable y trabajando hasta enfermarnos, hasta que nos echaran.

—¡Qué horror!

—Pero ya no será así.

Nini y Nana sonrieron con una felicidad inmensa.

Siana estaba tan satisfecha que no pudo evitar sonreír ampliamente mientras decía:

—De todos modos, con un simple ‘gracias’ es suficiente. No necesitan llamarme ‘Señora Siana’ ni ser mis sirvientas. Al final, todas somos doncellas al servicio de la Princesa Aris.

Nini y Nana respondieron con entusiasmo:

—¡Entendido, Señora Siana!

—¡Por supuesto! ¡Es lo que usted dice!

… ¿Habrán entendido lo que quise decir?

Siana se preocupó brevemente por ello. De cualquier manera, ya había dado un regalo a Nini y Nana, así que ahora era el turno de Aris.

Aris abrazó a Siana con fuerza y dijo:

—Finalmente has vuelto a mis brazos, Siana. ¿Sabes cuánto te he extrañado? No voy a soltarte nunca más.

—…

Princesa, ¿de dónde has aprendido a hablar así de raro?

Lo que Siana no sabía era que durante su ausencia, Nini y Nana le habían leído muchas novelas románticas a Aris.

Siana acarició la pequeña cabeza de Aris y preguntó:

—Gracias por esperarme, Princesa. Entonces, ¿qué te gustaría hacer hoy?

Siana le había prometido a Aris que, después de ayudar a la Emperatriz Angelina, harían lo que ella quisiera.

Aris levantó la cabeza, sus ojos brillando de emoción, y dijo:

—¡Vamos de picnic!

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

Aris se puso un vestido para picnic que Nini y Nana habían preparado con antelación. Sin joyas, decorado solo con cintas, el vestido ligero le daba un aire más parecido al de una joven noble que al de una princesa.

—¿Qué tal me veo?

Nini y Nana, emocionadas, aplaudieron mientras Aris daba una vuelta.

—¡Estás adorable!

—¡No hay nada tan lindo en este mundo!

—¡Es tan adorable que alguien podría llevársela!

—Es posible. Mejor llevemos un palo, por si acaso.

Siana quedó atónita al ver que Nini y Nana realmente se preparaban para llevar palos de verdad, pero no pudo detenerlas, ya que sus rostros eran demasiado serios.

Si alguien pregunta por qué las doncellas llevan eso, diremos que vamos al lavadero, pensó Siana.

Así, las cuatro salieron del Palacio de Rubí. Pronto llegaron a un bosque de árboles blancos dentro del palacio imperial.

Nini y Nana explicaron a Siana:

—Encontramos este lugar. En los otros jardines hay demasiada gente, así que no se puede disfrutar en paz.

—Este lugar está en un rincón del palacio imperial, así que casi nadie viene aquí. Por eso no está muy bien cuidado, pero eso lo hace más bonito.

Y tenían razón. El bosque era tranquilo y silencioso, y no estaba bien cuidado. Eso lo hacía más encantador.

Como los jardineros no lo han arreglado, las hojas de los árboles blancos son abundantes y los campos están llenos de hierba y flores silvestres creciendo a su antojo.

Se sentía como si estuvieran en algún lugar fuera del palacio.

Y no solo Siana quedó encantada con el lugar.

—¡Jajaja!

Nada más llegar, Aris se quitó los zapatos y comenzó a correr descalza por el campo.

Era como si Aris hubiera vuelto a ser la misma de antes de conocer a Siana, la princesa salvaje que vivía a su antojo.

—¡Atrápenme si pueden~!

Ante el grito de Aris, Nini y Nana gritaron también:

—¡Dios mío, Dios mío! ¿Quién es esa adorable y encantadora criatura?

—Debe ser un hada del bosque.

Mientras Nini y Nana fingían intentar atraparla, Siana se lo tomaba en serio.

Al ver a Siana corriendo a gran velocidad, Aris intentó moverse rápido, pero no fue suficiente. Aris fue atrapada por Siana.

Aris, atrapada entre las manos de Siana, hizo un puchero.

—No es justo. Soy solo una niña y una princesa. ¿No deberías dejarme ganar?

—Entonces no sería divertido. Hay que dar lo mejor de uno.

—…

Aris no pudo rebatir. Para ser honesta, el enfoque más relajado de Nini y Nana no tenía la emoción que le daba la seriedad de Siana.

¡Ella es de mi estilo!

Aris exhaló con fuerza y mirando a Siana, dijo:

—Hagámoslo otra vez.

Ese día, Siana había prometido jugar con Aris todo lo que quisiera, así que asintió con gusto.

Justo cuando Aris se preparaba para correr de nuevo, alguien apareció.

Al ver a esta persona desconocida, Aris se detuvo con una expresión sorprendida. Siana también se quedó inmóvil.

Nini y Nana, curiosas, agarraron los palos, o mejor dicho, las paletas de lavar, y se acercaron para ver quién era.

La persona que apareció era…

—Ah, hola, Siana.

Siana abrió los ojos con sorpresa y dijo el nombre de la mujer.

La persona que sonreía con una expresión incómoda era la Emperatriz Angelina.