⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Jeanne gritó.  

Siana se había acercado y había extendido su mano hacia ella.  

Por un instante, la mirada de Siana fue tan aterradora que Jeanne pensó que la iba a golpear.  

Sin embargo…  

Siana no abofeteó a Jeanne.  

Siana le acarició la mejilla a Jeanne y bajó la mirada mientras decía:  

—Así que no solo tú, sino todas las doncellas de nivel bajo piensan igual, ¿verdad?

—S-Sí.

—Entonces, todas ustedes están despedidas.

—¡…!

Los ojos de Jeanne se agrandaron.  

Lo mismo sucedió con las otras doncellas de nivel bajo que estaban detrás de Jeanne.  

Jeanne, siendo la primera en recobrar la compostura, frunció el ceño y gritó con fiereza:  

—¡Qué, qué tontería es esa!

Aunque Siana era superior a las doncellas de nivel bajo, solo era una doncella de nivel medio.  

Además, acababa de ser ascendida.  

No tenía la autoridad para despedir a las doncellas de nivel bajo.  

Pero Siana bajó las cejas y dijo:  

—Jeanne, tú misma lo dijiste. Dijiste que me convertí en doncella de nivel medio usando métodos indebidos.

—¡¿…?!

—No lo voy a negar.

Negarlo solo haría que la acusaran de poner excusas tontas.  

Después de todo, fue con la ayuda de la Emperatriz Angelina que me convertí en doncella de nivel medio, así que, en parte, es verdad.

Por eso Siana había tomado una decisión.  

Ya que se había corrido el rumor, decidió aprovecharlo al máximo.  

—La verdad es que me convertí en doncella de nivel medio gracias a la recomendación de una persona muy noble. Así que voy a contarle a esa persona lo que ha ocurrido hoy.

—…

—Le diré: ‘Es un problema, las doncellas de nivel bajo no me escuchan’. Entonces, esa persona bondadosa me preguntará: ‘Es natural que las doncellas de nivel bajo obedezcan a una de nivel medio, ¿por qué no te obedecen?‘ Y yo no tendré más remedio que responder así —Siana se llevó las manos al pecho y dijo—:  Parece que se burlan de mí por ser una doncella de nivel medio que ha recibido la gracia de alguien tan noble.

—¡…!

Jeanne y las doncellas de nivel bajo entendieron el significado de sus palabras y sus rostros palidecieron.  

Eso significaba que iría a quejarse con quien la respaldaba.  

¡Qué descarada!

Jeanne y las doncellas de nivel bajo miraron a Siana con incredulidad.  

Siana sonrió ligeramente y dijo:  

—Eso sería un problema, ¿verdad, chicas?

Siana no recurrió a la violencia que a veces surgía entre las doncellas.  

Tampoco se enfrascó en una pelea de palabras hirientes.  

Solo dijo unas pocas palabras con una sonrisa.  

Pero su impacto fue poderoso.  

Una de las doncellas de nivel bajo, que estaba vacilante, inclinó la cabeza.  

—S-Saludos a usted, señora Siana.

A partir de esa doncella, las demás comenzaron a inclinar sus cabezas una por una.  

Pronto, solo Jeanne quedó con la cabeza erguida.  

¡Traidoras!

Todas habían acordado apoyarla, y ahora se acobardaban tras una simple amenaza.  

Estaba furiosa y perpleja.  

Jeanne apretó los dientes mientras pensaba.  

¡Todo lo que dice Siana son puras mentiras!

Aunque alguien poderoso la hubiera promovido, ¿quién iba a escuchar las quejas de una simple doncella?  

Incluso si lo escucharan, sería con molestia o indiferencia.  

Nadie en el poder querría parecer influenciable por una doncella.  

No hay razón para dejarse intimidar por esas palabras. Puedo ser más firme.

O al menos, eso pensaba…  

Pero en cuanto miró a Siana, no pudo.  

Porque los ojos juveniles en ese rostro redondo tenían un brillo tan gélido.  

Como si sus palabras no fueran una broma en absoluto.  

¡Maldita chica!

Jeanne apretó los puños temblorosos y bajó la cabeza.  

Así, todas las doncellas de nivel bajo en la habitación bajaron la cabeza.  

Siana, satisfecha, miró a las doncellas.  

Pronto, una leve sonrisa se dibujó en su rostro.  

Menos mal que la amenaza funcionó.

En realidad, Jeanne tenía razón.  

Siana no tenía intención de contarle lo ocurrido ni a la Emperatriz Angelina, que la había ascendido, ni a la princesa Aris, a quien servía.  

Para ser precisos, ni siquiera pensaba en mencionarlo.  

Hablar de asuntos tan triviales no era algo propio de una doncella.  

Aunque lo mencionara, no podrían despedir a tantas doncellas por esto.

Por muy bajas que fueran en rango, seguían siendo doncellas.  

Y despedir a más de diez doncellas a la vez no era fácil, ni siquiera para la realeza.  

Si usaran un poco de lógica, se darían cuenta de eso…

Viendo a las doncellas inclinar la cabeza, parecía que su actuación había sido bastante convincente.  

Para las doncellas, Siana probablemente parecía una doncella de nivel medio despiadada y astuta con un respaldo muy poderoso.  

Una con la que era mejor no tener problemas.  

Bueno, una imagen así es útil para manejar a doncellas desobedientes.

Los ojos de Siana se curvaron en una sonrisa de media luna.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

La sala de gestión de alimentos estaba ajetreada desde temprano en la mañana.  

—Anna, ¿la harina?

Preguntó Siana, y la doncella de nivel bajo Anna respondió.  

—Han llegado bien los 20 sacos de 10 kg cada uno.

Siana asintió con la cabeza y miró hacia otro lado.  

—Sophie, ¿y las zanahorias?

—Han llegado bien.

—¿Las has revisado por dentro? Como llovió anoche, es posible que las zanahorias de dentro estén estropeadas. Si hay alguna podrida, debemos revisarlo ahora mismo y cambiarlas. El comerciante aún está en el palacio.

—¡Voy a revisarlas ahora mismo!

Sophie respondió rápidamente y comenzó a inspeccionar las cajas.  

Después de eso, Siana revisó los artículos y dio instrucciones a las doncellas durante un buen rato.  

Afortunadamente, no hay problemas con los artículos que han llegado hoy.

Todo estaba fresco y limpio.  

Pero el trabajo en la sala de gestión de alimentos no terminaba ahí.  

Había que preparar los ingredientes que se usarían hoy y enviarlos a las distintas cocinas del palacio imperial.  

El trabajo terminó cuando el sol ya había salido.  

—¡Ugh! Después de haber cargado 20 sacos de harina, siento que se me van a caer los brazos.

—Y yo igual. ¿Por qué las cajas de papas son tan pesadas?

—Yo estaba con los huevos. No sabes lo preocupada que estaba de que se rompiera alguno.

En medio de la atmósfera bulliciosa, Siana aplaudió con ambas manos.  

¡Clap!  

Atrayendo las miradas de las doncellas, Siana habló con energía.  

—Han trabajado muy duro, chicas. Aún nos queda trabajo por hacer, pero…

El hacer conservas como mermeladas o quesos también era responsabilidad de la sala de gestión de alimentos. Las doncellas de nivel bajo se tensaron, pensando que Siana les iba a asignar esas tareas.  

—¡Primero vamos a comer!

Con esas palabras, los ojos de las exhaustas doncellas de nivel bajo se iluminaron.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

—¡Wow!

Las doncellas de nivel bajo exclamaron con caras animadas.  

La comida servida en la mesa de madera era impresionante.  

—¡Vaya, esto es una manzana! ¡La famosa manzana de Appleton!

—¡El pan también es enorme! Y está lleno de mantequilla por dentro.

—¡Kya! ¡Y hay carne! Hay un montón de tocino y salchichas.

Aunque eran platos rústicos, apenas cocinados, había mucha variedad.  

Y lo más importante, había una cantidad enorme.  

Suficiente para que las doncellas de nivel bajo, hambrientas después del arduo trabajo, pudieran lanzarse a por ellos sin preocupaciones.  

Las doncellas de nivel bajo comían con una expresión de felicidad mientras masticaban.  

—Está delicioso.

Hasta hace poco, las comidas de las doncellas de nivel bajo consistían solo en pan duro, leche y un poco de carne.  

Que pudieran disfrutar de una comida tan abundante fue algo sorprendente…  

—Todo esto es gracias a la señora Siana.

Una de las doncellas de nivel bajo, que devoraba carne con ambas manos, habló con ojos brillantes.  

—Sí, sí.

Las otras doncellas de nivel bajo asintieron con la cabeza.  

El palacio imperial era próspero, por lo que la sala de gestión de alimentos siempre recibía más suministros de los necesarios.  

Había muchos ingredientes que, por diversas razones, no se utilizaban.  

Pero las doncellas de nivel bajo nunca los veían.  

Todo lo manejaba la doncella de nivel medio a cargo.  

Era, por decirlo de alguna manera, un privilegio del cargo.  

Las doncellas de nivel medio se quedaban con los ingredientes sobrantes para su propio consumo o los vendían fuera del palacio, obteniendo algún beneficio.  

Pero Siana era diferente.

( Resulta que sobran más ingredientes de lo que pensaba. Vamos a cocinar algo con esto. )

Cuando Siana había amenazado con despedirlas, las doncellas de nivel bajo, que trabajaban con mala cara, parecían como si las hubieran golpeado con una zanahoria por la cabeza.  

Fue algo así de sorprendente.  

Pensaron que lo hacía solo para ganar puntos con ellas el primer día.  

Seguramente era una persona astuta.  

Pero no fue así.  

Todos los días, Siana reunía los ingredientes sobrantes y cocinaba con las doncellas de nivel bajo.  

Y si aún quedaba algo, se lo daba como regalo a la doncella de nivel bajo que más había trabajado ese día.  

Incluso los envolvía de manera bonita con papel.  

—Sophie, ¿tú recibiste un regalo ayer, verdad?

—Sí.

Sophie asintió con la cabeza, tímidamente.  

Sophie había recibido frutas secas como regalo por ser la primera en llegar y comenzar a trabajar.  

Era la primera vez que Sophie recibía un elogio o un regalo así.  

Y no se quedaba solo en eso.  

Siana era eficiente en su trabajo.  

Se levantaba temprano para inspeccionar cuidadosamente todos los ingredientes, supervisaba a las doncellas de nivel bajo y distribuía las tareas de manera justa.  

Y además, tenía la habilidad de cuidar a sus subordinadas.

( Si estoy aquí, no podrán comer a gusto. Comeré por separado. )

Siana se apartaba cada vez que era hora de comer.  

Era, en muchos aspectos, una administradora ideal.  

Hasta el punto de hacer que las doncellas de nivel bajo se sintieran culpables por haberla criticado como una despiadada doncella de nivel medio el primer día.  

Murmurando entre bocados, las doncellas de nivel bajo dijeron:  

—Creo que hemos malinterpretado a la señora Siana.

—Sí, es muy trabajadora y amable.

—Y es linda también.

Las doncellas de nivel bajo, con las mejillas llenas, asintieron con la cabeza.