⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Siana tenía una creencia firme.
Con los superiores, cortesía.
Con los subordinados, firmeza.
Asigna tareas adecuadamente y cuida bien de ellos.
Siana continuó hablando.
( Solo estoy dando la mejor recompensa posible a las doncellas que trabajan arduamente bajo mis órdenes. ¿Eso es un problema? )
Om se quedó sorprendida.
Pensaba que, con solo decir una palabra, Siana se encogería de hombros y diría que lo sentía.
Om tartamudeó mientras hablaba.
( C-claro que es un problema. Si las tratas tan bien, las doncellas de nivel bajo se tomarán a la ligera a las de nivel medio. ¡Y así no trabajarán con esmero! )
( No es así. Desde que empecé a darles comida, la eficiencia de las doncellas de nivel bajo ha aumentado. Si lo compruebas, te darás cuenta. )
La respuesta tan contundente hizo que Om apretara los labios.
No. ¡No puedo echarme atrás ahora! ¡No puedo dejar que esta chica insignificante me venza!
Los ojos de Om brillaban con intensidad.
Después de eso, me retuvo con más y más palabras. Gracias a eso, ayer solo dormí cuatro horas.
Siana bostezó mientras se levantaba.
Se lavó la cara con una toalla mojada, se arregló el cabello, se puso el uniforme verde oscuro y luego se puso un delantal encima.
—¡Listo!
Siana salió de su habitación.
El cielo, apenas comenzando a iluminarse, tenía un tono azul oscuro.
Mientras caminaba rápidamente, vio a algunas doncellas de nivel bajo que venían en su dirección.
Al ver a Siana, las doncellas de nivel bajo la saludaron.
—Buenos días, señora Siana.
Siana asintió con la cabeza en respuesta.
—Todas llegaron antes de su hora de trabajo.
Querían ver si la señora Siana les daría algún otro obsequio.
Frutas secas, por ejemplo, o sabrosas tiras de carne seca.
Las doncellas de nivel bajo sonrieron con expectativas de dulces recompensas.
Es bueno llegar aunque sea un poco antes.
Hay muchas cosas que hacer por la mañana.
Tenían razón.
El almacén de alimentos estaba más ocupado al amanecer.
Antes de preparar el desayuno, debían enviar los alimentos a cada cocina del palacio.
—Pero como dejé algunas cosas preparadas anoche, el trabajo debería ser más fácil hoy.
Las doncellas de nivel bajo asintieron a las palabras de Siana.
—Preparar algunas cosas de antemano realmente ayuda. Por la mañana cuesta menos esfuerzo, y también podemos verificar los productos otra vez, así que no cometemos errores.
—Sí, si enviábamos mal los ingredientes, las doncellas de cocina nos regañaban, pero últimamente eso ya no sucede, y es genial.
Mientras hablaban de estas pequeñas cosas, llegaron al almacén de alimentos.
Creak.
Siana abrió la puerta y abrió los ojos con sorpresa.
Las doncellas de nivel bajo, que estaban riendo, también dejaron de hablar.
Una de las doncellas de nivel bajo gritó.
—¡¿Qué, qué ha pasado aquí?!
Los alimentos, que habían sido cuidadosamente organizados, estaban todos hechos un desastre.
Harina esparcida por el suelo, huevos rotos, frutas revueltas en desorden.
Las doncellas de nivel bajo entraron en el almacén con caras de sorpresa.
Fue entonces cuando…
—¡Kyah!
Una de las doncellas gritó y, con el rostro pálido, señaló con un dedo hacia algún lugar.
—¡Ra-ratones! ¡Hay ratones!
Fue entonces cuando las doncellas se dieron cuenta de quién era el culpable de haber dejado el almacén en ese estado.
Ratas de pelaje erizado estaban merodeando entre la comida.
—¡Malditos ratones!
Las doncellas de nivel bajo cogieron palos, cada una con uno en la mano.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Impresionante.
Siana estaba sinceramente impresionada.
Sin que Siana tuviera que intervenir, las doncellas de nivel bajo atraparon a los ratones con rapidez.
Fue una caza realmente asombrosa.
—Creo que ya hemos atrapado a todos los ratones.
Sin embargo, eso no significaba que el problema estuviera resuelto.
Los alimentos que los ratones habían alterado ya estaban arruinados.
Las doncellas miraban preocupadas, preguntándose qué iban a hacer con todo esto, cuando de repente se escuchó una voz resonante.
—¡Al escuchar ruido en el almacén, vine a ver qué pasaba y, qué es esto!
Era Om, la doncella de nivel medio.
Las doncellas de nivel bajo, sorprendidas por la repentina aparición de Om, no pudieron responder y se quedaron titubeando.
Fue entonces cuando una doncella dio un paso al frente.
Era Jeanne, que había llegado en algún momento.
Jeanne habló con voz exagerada.
—Señora Om, ha sucedido algo terrible. Durante la noche, los ratones entraron al almacén y toda la comida que teníamos guardada se ha echado a perder.
Om puso una expresión incrédula.
El palacio era un lugar donde vivían personas nobles. Por eso, las doncellas se encargaban de mantener alejados a los ratones y los insectos mediante una gestión rigurosa.
Y ni hablar de los lugares donde había alimentos.
¿Pero de repente había ratones en este lugar?
—¡¿Cómo es posible que hayan gestionado tan mal el almacén?!
Om gritó mientras miraba fijamente a Siana.
Era una mirada de clara acusación.
Era como decir: es tu culpa por no gestionar bien este lugar.
—……
Siana estaba de pie, con las manos juntas, sin decir nada.
Om, mirándola desde arriba, habló.
—¿Por qué no dices nada? Hasta ayer hablabas con tanta confianza. Decías que no te preocupaba quedarte sin provisiones, que estabas trabajando mucho mejor que antes.
—……
—Te las dabas de importante, y mira. Al final, ¿no tenía yo razón? Dejar a las doncellas de nivel bajo a su aire y divertirse un rato ha llevado a esta situación tan lamentable.
Om siguió hablando con tono cortante.
—Voy a informar de esto a la jefa de las doncellas de nivel medio.
A la jefa de las doncellas de nivel medio no le gustaban los problemas.
Deseaba que el entrenamiento de las doncellas de nivel medio terminara sin inconvenientes, y de hecho, solía pasar por alto pequeños errores.
Pero un asunto de esta magnitud no podría ser ignorado.
Si le digo que también ha habido problemas con su comportamiento hasta ahora, no le quedará más remedio que despojar a Siana de su posición como doncella de nivel medio.
Tanto así que las palabras de Om eran realmente amenazantes.
Jeanne, que estaba observando la escena de cerca, se contuvo una sonrisa.
Jejeje. Qué divertido.
Todo estaba saliendo como Jeanne lo había planeado.
Ahora la única opción que le quedaba a Siana era arrodillarse ante Om y suplicarle que pasara por alto este incidente.
Om también pensaba lo mismo.
Pero Siana dijo algo completamente inesperado para ambas.
—Hazlo.
—¡¿……?!
—Es cierto que no he gestionado bien el almacén. Pero antes de eso, hay algo que debo hacer.
Era necesario enviar provisiones a cada cocina.
Si no se enviaban los alimentos de inmediato, la preparación del desayuno en todo el palacio se vería afectada.
Y si eso sucedía, realmente habría problemas.
Om tampoco quería que las cosas se complicaran tanto, así que asintió con la cabeza.
—Está bien. No se lo han comido todo las ratas, así que clasifiquen lo que aún se pueda usar.
Podrían separar las partes limpias y cortar las partes contaminadas para hacerlas comestibles.
Quizás la cantidad no sería mucha, pero sería algo.
Sin embargo, Siana habló con voz firme.
—No. Ya no podemos usar ninguno de los ingredientes del almacén.
—¿Qué?
Siana continuó hablando con rostro serio.
—Las ratas llevan consigo muchas enfermedades. Por eso, donde hay ratas, suelen propagarse enfermedades. Lo mismo ocurre con los alimentos en este almacén. Si usamos algo solo porque parece estar bien a simple vista, podría haber graves problemas.
—¡…!
Om abrió los ojos de par en par.
Esas palabras eran algo en lo que no había pensado.
Om, con una expresión de sorpresa, respondió.
—No seas exagerada. Si lo miras de esa manera, los plebeyos no tendrían nada para comer.
A diferencia del ordenado palacio, las casas de los plebeyos solían tener ratas.
Sin embargo, aunque las ratas mordisquearan algo, no había grandes problemas.
Al menos, esa era la experiencia de Om, que venía de una familia plebeya.
Siana no contradijo sus palabras.
Pero eso no significaba que las aceptara.
—Tienes razón, señora Om. Es raro que alguien se enferme gravemente por comer alimentos así. Pero, ¿qué pasaría si ese alguien fuera un miembro de la familia real?
—¡….!
Solo entonces Om comprendió el significado de las palabras de Siana, y su rostro se endureció.
Si un miembro de la familia real se enfermaba después de comer la comida preparada con esos ingredientes, el problema se agrandaría.
No sería un asunto que terminaría solo con la responsabilidad de Siana por no haber gestionado bien las provisiones.
—No quiero que las cosas lleguen a ese extremo.
Ante las palabras de Siana, Om exclamó, visiblemente sorprendida.
—Entiendo tu punto de vista. ¡Pero si no enviamos ninguna provisión, el problema será igualmente grave!
En lugar de responder, Siana se dio la vuelta y dijo.
—No te preocupes. Me aseguraré de que se envíen las provisiones sin ningún contratiempo.
—¿Qué?
Om puso cara de incredulidad, pero Siana ya no le prestó atención y salió del almacén.
Tenía que resolver este asunto lo antes posible.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
—Su Alteza.
Rashid ignoró completamente la voz que lo llamaba.
Rashid era de dormir mucho por la mañana. Solo se levantaba cuando su cuerpo lo pedía.
—Su Alteza.
Cuando la voz lo llamó una vez más, Rashid sintió un impulso asesino.
¿Quién se atreve a interrumpir mi sueño? ¡Está loco, Sol!
Pero solo lo pensó.
Todavía sentía el cuerpo pesado y el sueño no se había desvanecido.
Así que Rashid se acurrucó, enrollándose en las mantas como un capullo de seda.
Como si no tuviera la más mínima intención de levantarse.
Pero…
—Su Alteza, la señora Siana ha venido a verlo.
De un salto, Rashid se levantó.
Con una cara brillante, como una mariposa recién emergida.
El caballero guardia, Sol, observó la escena con una expresión de asombro.
—La señora Siana dice que tiene algo urgente que pedirle.
Sin preguntar de qué se trataba, Rashid se puso la bata que Sol le había entregado.
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