⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—……

Rashid abrió los ojos ampliamente. Sorprendentemente, el lugar que Siana había señalado era una tienda que vendía cerveza.

—Eso no es jugo hecho de frutas y azúcar. Es alcohol —dijo Rashid, como explicándole a un niño. Siana entrecerró los ojos.

—Su Alteza, tengo 18 años. Sé lo que es.

En el Imperio, y también en la tierra natal de Siana, a los 18 años se era considerado un adulto. Rashid, por supuesto, también lo sabía. Sin embargo, le resultaba extraño que Siana quisiera beber alcohol. Era tan pequeña.

Con una expresión de confusión, Rashid le preguntó: 

—¿Te gusta el alcohol?

En realidad, ni siquiera tenía una opinión formada al respecto. Siana nunca había bebido en realidad. No se le permitía beber cuando era princesa, y después de convertirse en doncella, no tenía acceso a alcohol. Pero siempre había soñado con ello.

—He escuchado a las doncellas decir que después de un día agotador, una copa es muy refrescante. Dicen que todo el cansancio desaparece. Hoy realmente necesito una cerveza —dijo Siana con una expresión llena de expectativa.

Rashid la observó fijamente.

—……

La cerveza era una bebida común entre los plebeyos. Pero más allá de eso, una doncella pidiéndole al príncipe heredero que le comprara alcohol… 

Pensando que tal vez había exagerado, Siana bajó las cejas.

—…. ¿No se puede?

Rashid respondió más rápido que la luz.

—Por supuesto que sí.

Si era algo que Siana deseaba, Rashid estaba dispuesto a dárselo. Fuera lo que fuera.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

La cervecería estaba llena de gente, pero eso no era un problema. Rashid había entrado y le había dado una moneda de oro al dueño, diciendo:

—Dame el mejor lugar para ver los fuegos artificiales.

El dueño lo comprendió de inmediato. Ese hombre misterioso, con la cara envuelta en una bufanda, era el cliente más adinerado de la noche.

—¡Por supuesto! —respondió rápidamente, y les ofreció un lugar en la terraza del segundo piso. 

Era un lugar con una vista directa al cielo.

Vaya, el poder tiene sus ventajas, pensó Siana, riéndose por dentro mientras se sentaba en una silla. Rashid tomó asiento frente a ella.

Pronto, la cerveza llegó.

—¡Puedo asegurar que esta es la cerveza más refrescante y con más sabor de todo el Imperio! —dijo el dueño antes de desaparecer.

Con el corazón latiendo con emoción, Siana miró la cerveza frente a ella. Rashid le preguntó:

—¿De verdad vas a beberla?

—Por supuesto. ¿Por qué habríamos venido hasta aquí si no fuera para beberla?

Siana levantó la copa de madera. La cerveza se movía dentro del vaso.

—Bueno, buen provecho —dijo, inclinándose respetuosamente hacia Rashid antes de beber.

Gulp.

Un sorbo de cerveza pasó por la garganta de Siana. Después de bajar la copa, su rostro se torció en una mueca.

—¡Mentirosos! ¿Cómo pueden decir que esto está bueno?

Con una expresión típica de alguien que bebe alcohol por primera vez, Rashid estalló en carcajadas.

Sí, sabía que todavía era demasiado pronto para ti.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

—¡Tabernero, otra copa aquí!

—¡Claro que sí! —respondió el dueño con entusiasmo mientras le traía otra cerveza a Siana.

Ella sonrió tontamente mientras bebía un sorbo de la cerveza. Rashid la miró y comentó:

—…. Bebe bien.

—Eso parece. Al principio sabía horrible, pero es extraño, cuanto más bebo, más me gusta —dijo Siana, sorprendida, mientras tomaba otro sorbo.

Rashid le dijo:

—Lo bueno es disfrutar de lo que te gusta, pero podrías emborracharte si sigues así.

—¡Oh, vamos! Aún estoy perfectamente bien.

Aunque sentía un poco de calor en la cara y su corazón latía un poco más rápido, estaba bien. No había ningún problema. Siana, con una expresión confiada, tomó otro sorbo de cerveza.

—¿Por qué Su Alteza no bebe?

Rashid sonrió mientras fruncía el ceño. Sorprendentemente, no era un gran fanático del alcohol. Además…

—Porque si te emborrachas y te desmayas, alguien tiene que cuidarte.

Conmovida por sus palabras amables, Siana frunció el ceño. Ahora lo sabía. Rashid no estaba burlándose de ella… ni era un simple capricho.

Era pura amabilidad.

Y eso le resultaba muy extraño a Siana.

Siana preguntó con una expresión seria.

—Su Alteza, tengo una pregunta.

—¿Qué es?

—¿Por qué es tan amable conmigo?

Rashid abrió los ojos con sorpresa ante la inesperada pregunta.

—Creo que ya te lo dije antes. Porque eres adorable.

—¡……!

El rostro de Siana se sonrojó al instante, pero no se echó atrás.

—¿Y está siendo tan amable con una simple doncella solo por eso?

—Decir que es solo por eso… Ser adorable tiene un gran valor. Desaparecen toda hostilidad y malicia, y solo queda el deseo de ser amable.

—……

Al ver la sonrisa cálida en su rostro, Siana se dio cuenta.

Este hombre, realmente lo dice en serio.

Me ve como a una de las mascotas que cuida.

Esas pequeñas criaturas que corren con ojos redondos, moviéndose diligentemente.

Aunque ya lo había notado, no pudo evitar sentirse molesta. Siana extendió sus brazos y colocó ambas manos en las mejillas de Rashid. Lo miró con una expresión pícara y dijo:

—Su Alteza, no soy un animal.

—……

—¿Qué animal haría algo así a Su Alteza?

—¡……!

Los ojos de Rashid se abrieron aún más cuando Siana comenzó a tirar de sus mejillas con fuerza.

Aunque Rashid no tenía mucha grasa en la cara, su piel era elástica.

Mirando cómo sus mejillas se estiraban como si fueran masa de pan, Siana se echó a reír.

—Vaya, ahora Su Alteza también se ve adorable.

—……

—Eres igual que yo.

Rashid la miró con incredulidad y murmuró.

—Estás borracha.

Por supuesto, Siana lo negó de inmediato.

—No lo estoy. Estoy perfectamente bien. Es la verdad.

Aun así, no soltó las mejillas de Rashid. Mientras lo miraba, como si algo no le gustara, dijo:

—¡Incluso con las mejillas estiradas sigues siendo guapo!

—……

Siana era una persona común y corriente.

Una persona común que no podía evitar desviar la mirada cuando veía a alguien hermoso.

Quizás por eso.

De vez en cuando, cada vez que veía a Rashid, sentía esa extraña emoción.

No le gustaba esa sensación.

Que un príncipe heredero sonriera de esa manera, bromeando con una inocente doncella…

—Es exasperante.

—¡……!

Los ojos de Rashid se abrieron aún más cuando Siana se acercó a él.

Chup.

Los labios de Siana rozaron el prominente puente de la nariz de Rashid.

—……

Rashid se quedó completamente inmóvil.

Siana se rió ante su expresión.

—¿Cómo te sientes? ¿Sorprendido? ¿Desconcertado? Así me sentía yo cada vez que Su Alteza me miraba con esos ojos brillantes.

N/Nue: OH MI SIANA AJJAJAJA.

Así que esto es una venganza.

En ese momento, sobre la cabeza de Siana, estalló un colorido fuego artificial.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

—¡……!

Siana abrió los ojos de golpe.

Estaba en una pequeña habitación con una ventana.

Era la habitación donde Siana se alojaba durante su periodo de entrenamiento como doncella de rango medio.

Al ver la luz tenue del sol a través de la ventana, Siana se levantó de un salto.

—¡Ay! ¡Voy tarde!

Siana no debía llegar tarde, ya que debía completar su trabajo antes del desayuno.

Claro, si no sucedía algo especial como lo de ayer, las doncellas de menor rango podían terminar el trabajo sin problemas.

Las doncellas que habían estado en ese puesto por mucho tiempo tenían esa habilidad.

Pero independientemente de eso, la responsable debía estar presente.

Siana comenzó a ponerse el uniforme a toda prisa.

¡Qué desastre, qué desastre, de verdad!

Algo debió haber pasado anoche.

Para ser exactos, subestimó el alcohol.

Pensó que estaba bien mientras seguía bebiendo varias copas de cerveza.

Fue un error típico de un novato.

Siana había estado completamente borracha.

Tanto que no podía recordar bien lo que había pasado la noche anterior.

Se sentía terriblemente avergonzada de haber llegado a esta situación.

Después de vestirse, Siana se dirigió rápidamente a la sala de control de los suministros de cocina.

Le dolía la cabeza y sentía náuseas.

Esto debe ser la famosa resaca.

N/Nue: Es horrible, aunque yo todavía no le encuentro el encanto al alcohol…

Era mucho peor de lo que había imaginado.

Solo quería acostarse en la cama y descansar, y no pediría nada más.

Pero a una doncella no se le permitía ese tipo de lujo.

Al llegar a la sala de control, Siana abrió la puerta de golpe.

—¡Lo siento por llegar tarde!

Pero las doncellas, que debían estar ocupadas trabajando, no estaban haciendo nada.

En lugar de eso, estaban sentadas alrededor de una mesa larga, comiendo algo.

Al verla, se levantaron rápidamente y se inclinaron en un ángulo de 90 grados.

—Bienvenida, Siana.

Siana parpadeó, confundida por la situación, y preguntó:

—¿Qué están haciendo todas? ¿No deberían estar trabajando?

Sophie, que estaba entre las doncellas, respondió:

—Hoy es un día de descanso especial. Pensamos que por eso Siana también llegaría tarde. ¿No lo sabía?

Siana frunció el ceño al escuchar ese término por primera vez.

—¿Qué es un día de descanso especial?

—Llegó una orden urgente esta mañana. Dicen que las doncellas del palacio real, que trabajan sin descanso todos los días, parecen estar muy cansadas, así que hoy deben descansar por completo.

—….. ¿Quién dio esa orden tan ridícula?

Sophie respondió:

—El príncipe heredero Rashid.

En cuanto dijo eso, las doncellas que estaban detrás de Sophie comenzaron a llorar.

—Siempre pensé que el príncipe heredero sería una persona aterradora por su apodo de ‘Príncipe de Sangre’, pero no es así. Qué amable es al cuidar de nosotras, las más humildes.

—Sí, es cierto.

—Y además, es guapo, tiene buen cuerpo, es fuerte, y tiene mucho dinero.

—¡Príncipe heredero, te amamos!

Las doncellas estaban en modo de adoración total hacia Rashid, disfrutando del inesperado día libre.