⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

El área de gestión de suministros estaba en completa calma. Jeanne trabajaba tranquilamente, observando cuidadosamente a Siana, y Om, que solía venir a causar problemas, también estaba en silencio. Las demás doncellas de nivel inferior también trabajaban diligentemente.

Sophie, una de las doncellas de nivel inferior, preguntó:

—Señorita Siana, ahora realmente es muy hábil en su trabajo.

—¿De verdad?

—Sí. Parece como si llevara años aquí.

El cumplido de Sophie hizo que Siana sonriera con satisfacción. Aunque solo estaba allí temporalmente, trabajaba con responsabilidad, por lo que se alegró de recibir esa evaluación.

Debo seguir esforzándome durante el tiempo que me queda.

Fiel a su decisión, Siana gestionaba meticulosamente los suministros. 

En medio de su trabajo, Siana notó algo extraño.

—Las solicitudes de suministros del palacio de la Princesa Grace están aumentando continuamente.

Por lo general, la cantidad de suministros que cada palacio requería era constante, ya que no solía haber grandes cambios en el número de personas.

El palacio de la Princesa Grace no es una excepción. Hay 26 personas en total, incluyendo a la princesa y las doncellas y sirvientes que la atienden.

Sin embargo, la cantidad de suministros solicitada había estado aumentando desde hace unos meses. Ahora era tanto que superaba con creces lo que necesitaban 27 personas.

Siana entrecerró los ojos.

¿Será que alguien está robando los suministros?

Era una posibilidad. Ocasionalmente, algunas doncellas o sirvientes intentaban robar artículos del palacio sin que sus amos se dieran cuenta. Si ese era el caso, debía descubrir al culpable antes de que el problema se agravara. Eso también formaba parte de las responsabilidades de una doncella de nivel intermedio a cargo de un área.

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Siana se dirigió al palacio de la Princesa Grace. La primera persona que encontró fue Vivi, una de las doncellas del palacio de la princesa.

—¿Qué la trae por aquí?

Siana inclinó la cabeza en señal de saludo.

—Soy Siana, la doncella encargada de la gestión de suministros. He venido porque…

Al escuchar la explicación de Siana, Vivi frunció el ceño.

—Entonces, ¿ha venido para investigar porque la cantidad de suministros que solicitamos es demasiado grande?

—Así es.

Siana pensó que Vivi podría reaccionar de manera negativa, ya que no era una buena razón para su visita.

Sin embargo, Vivi no le gritó diciendo que se marchara por investigar algo tan trivial. En cambio, con una expresión seria, le susurró a Siana.

—Ha hecho bien en venir. La verdad, yo también he notado algo raro.

—……

La inesperada respuesta hizo que Siana abriera los ojos sorprendida.

—¿Algo raro como qué?

—Últimamente, la comida del palacio ha estado desapareciendo con frecuencia. No solo frutas, pan y carne preparados para las comidas, sino también los postres que preparamos para los invitados. ¡Todo desaparece! Así que, naturalmente, la cantidad de suministros solicitados ha tenido que aumentar.

—¿Está diciendo que hay un ladrón?

Vivi asintió con la cabeza, horrorizada.

—¡Sí, un ladrón! Y además, un ladrón de comida sin vergüenza.

—¿Cree que podría ser alguien de fuera del palacio?

Vivi negó con la cabeza, segura de que no era posible.

—No lo creo. Es difícil para alguien de fuera entrar al palacio, y mucho menos llegar hasta la cocina, que está en la parte más interior del palacio. Además, para comprobar lo que ocurría, escondí la comida en varios lugares, pero la encuentran y se la comen como si nada. Definitivamente es alguien de adentro.

Era justo lo que Siana temía.

Siana frunció el ceño.

—Entonces, es muy probable que continúe robando. Debemos encontrar al culpable lo antes posible.

Vivi respondió como si hubiera estado esperando eso.

—De hecho, ya tengo a alguien en mente como sospechoso.

—¿Quién es?

—Una doncella de nivel inferior que ingresó hace tres meses. Es enorme, como un gigante, musculosa como un oso y fuerte como un toro. ¡Es una persona aterradora!

—……

Siana sintió una extraña inquietud.

Esa descripción me resulta familiar.

Vivi continuó hablando.

—Se contiene cuando hay gente alrededor, pero eso es solo una fachada. Estoy segura de que es ella quien roba la comida a escondidas.

—…. ¿Cuál es el nombre de esa doncella?

Con voz firme, Vivi exclamó:

—¡Es Chuchu!

Siana se quedó atónita.

—Tenemos que traer a Chuchu de inmediato y castigarla. ¡Debemos proteger el pan, la carne, las manzanas y las fresas del palacio!

—……

Siana respondió a Vivi, que la miraba con ojos llenos de determinación.

—He escuchado bien lo que ha dicho, pero, independientemente de si ha cometido el crimen o no, una doncella que se vea involucrada en algo así podría ser despedida, solo por haber causado disturbios en el palacio. Por eso, investigaré un poco más antes de tomar cualquier acción.

—¡Le digo que es ella!

Vivi gritó, enumerando las razones por las que Chuchu era sospechosa.

Sin embargo, la expresión de Siana no cambió.

Al notar eso, Vivi continuó hablando.

—Entendido. Entonces, llamaré a otras doncellas para que hables con ellas. Seguro que todas dirán lo mismo que yo.

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Gracias a la ayuda de Vivi, Siana pudo reunirse con algunas de las doncellas que trabajaban en el palacio de la Princesa Grace. Todas ellas estaban al tanto de los extraños sucesos que ocurrían en el palacio. Y siempre, al final de sus sospechas, aparecía Chuchu.

¿Qué demonios está pasando, Chuchu?

Siana ya sabía que Chuchu estaba trabajando en el palacio de la Princesa Grace. Dado que era fuerte y trabajadora, suponía que se llevaba bien y que era reconocida por su buen desempeño.

…Pero, ¿ser sospechosa de ser una ladrona de comida?

Siana se dirigió a Vivi, que estaba parada a un lado, y le dijo:

—Por favor, trae a Chuchu.

Vivi asintió rápidamente, como si lo hubiera estado esperando. Poco después, Chuchu entró en la habitación con una expresión de preocupación.

—Señorita, ¿para qué me ha llamado?

Siana se giró al escuchar la voz familiar.

—Chuchu.

Los ojos de Chuchu se agrandaron como manzanas. Con una expresión incrédula, Chuchu exclamó:

—¡Oh, Siana! ¡Cuánto tiempo ha pasado!

Aunque ambas estaban en el mismo palacio, hacía mucho tiempo que no se veían. Desde que Chuchu comenzó a trabajar en el palacio de la Princesa Grace, había estado tan ocupada que no tenía tiempo libre.

Incluso en los pocos días que tenía libre, no podía salir del palacio y disfrutar de su tiempo. Era la tristeza de ser una doncella novata.

Dadas las circunstancias, Chuchu se alegró mucho de ver a Siana frente a ella. La abrazó con fuerza.

—¿Cómo has estado? Sigues siendo tan pequeña como un cachorrito.

Siana, atrapada en el abrazo de Chuchu, le dijo:

—Tú también sigues igual. Te ves tan fuerte como un oso. Pensé que estarías demacrada por todo el trabajo sin descanso, pero me sorprende verte así.

—Jajaja. El trabajo es agotador, pero como es el palacio de la princesa, la comida es mucho mejor que cuando era aprendiz, así que estoy bien.

—……

Chuchu, con su gran tamaño, comía en cantidades considerables. Siana necesitaría el triple de su capacidad para igualar la cantidad que Chuchu comía. Pero…

Aun así, Chuchu no es del tipo que tomaría comida que no debe.

Incluso si tuviera hambre, no tocaría alimentos indebidos. Chuchu tenía un carácter recto como un pino.

Siana confiaba en Chuchu. Por eso decidió ir al grano y hablarle con sinceridad.

—Chuchu, en el palacio de la Princesa Grace ha estado desapareciendo comida. Muchas doncellas te sospechan a ti como la culpable. Por eso te he llamado.

Siana esperaba que Chuchu reaccionara con incredulidad, negando enérgicamente la acusación. Sin embargo, la reacción de Chuchu fue extraña.

—Eso… ya veo.

Chuchu desvió la mirada, evitando el contacto visual con Siana. Su expresión era tan sospechosa que cualquiera pensaría que era la culpable.

Pero Siana pensaba de manera diferente.

Esa no es la cara de alguien que ha sido sorprendido por un crimen que cometió. Es más bien…

Siana preguntó:

—Chuchu, ¿acaso sabes quién es el ladrón de comida?

—……

Chuchu abrió mucho los ojos y negó con la cabeza.

—¿De qué estás hablando? ¿Cómo podría saberlo?

Chuchu no sabía mentir. Si intentaba decir una mentira, sus músculos se tensaban como los de un pez globo asustado. Y ahora, sus músculos estaban tensos, exactamente como en ese momento.

Siana entrecerró los ojos y dijo:

—¿Quién es el ladrón de comida que te hace actuar como si no supieras nada? ¿Es alguien cercano a ti? ¿Por eso lo estás protegiendo?

—No, no es eso. ¡De verdad que no lo sé!

Los músculos de Chuchu se hincharon aún más.

Siana bajó las cejas y dijo:

—Chuchu, soy la doncella a cargo de la gestión de los suministros. Tengo la responsabilidad de asegurarme de que los suministros se usen correctamente y que nadie los esté desviando.

—……

—Incluso si encontramos al culpable, no planeo hacer un gran escándalo. Solo quiero que me prometan que no volverán a hacerlo. Así que, por favor, dímelo, Chuchu.

Chuchu miró a Siana con una expresión complicada y se desordenó el cabello. Después de un momento, Chuchu agarró los hombros de Siana y dijo:

—Siana, eres pequeña y pareces débil como un panecillo de leche, pero eres mucho más competente de lo que aparentas. Estoy segura de que estás aquí porque quieres asegurarte de que todo esté en orden —Chuchu continuó con una expresión seria—: Pero en este mundo, hay cosas que es mejor no saber. Aun así, ¿quieres saberlo?

Siana comenzó a sentir una gran curiosidad por el ladrón de comida, dado lo que Chuchu estaba insinuando.

Así que asintió con la cabeza.

Chuchu suspiró profundamente y dijo con una expresión angustiada:

—El ladrón de comida que estás buscando, el que ha estado robando sin descanso en el palacio, es…

Las siguientes palabras de Chuchu fueron impactantes.

—Es la Princesa Grace.

Los ojos de Siana se abrieron enormemente.

Grace. La tercera hija del Emperador, y la más hermosa de todas las princesas del palacio imperial.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

Tan pronto como Chuchu se convirtió en doncella oficial, fue asignada al palacio de la Princesa Grace. Más específicamente, fue el palacio de la princesa el que solicitó a Chuchu.

Era casi un milagro que una doncella novata, que acababa de ser oficializada, fuera asignada al palacio de una princesa, y sin ningún tipo de influencias o recomendaciones.