⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Tal como Vivi había sentido, Siana estaba furiosa hasta la coronilla. Sin embargo, Siana controló sus emociones.  

Ahora no es el momento de enfrentarse a esa persona.

Si se presentaba una denuncia ante la Oficina de Vigilancia, la situación realmente se complicaría. Antes de que eso sucediera, debía limpiar el nombre de Chuchu.  

Para lograrlo, necesito ver a la Princesa Grace.

La única persona que podía resolver esta situación con facilidad era la Princesa Grace, ya que todo esto ocurría en su palacio. Si la princesa les ordenaba a las doncellas que dejaran de causar alboroto y mantuvieran la calma, dejarían de acusar a Chuchu como la culpable.

Siana dijo:  

—Me gustaría ver a la Princesa Grace. Por favor, solicita una audiencia con la princesa.

Vivi puso una expresión de incredulidad.  

—Eso es ridículo. ¡No van a permitir que una simple doncella de nivel medio vea a la princesa!

—Lo imaginaba, ¿verdad?

—¿Qué?

Siana no hizo más preguntas y se dio la vuelta. La reacción de Vivi era la esperada. Probablemente, aunque lo pidiera varias veces, obtendría la misma respuesta.

—Mejor no perder tiempo y buscar otra manera.

La forma más rápida de ver a la Princesa Grace era conseguir la ayuda de alguien que pudiera captar la atención de la princesa.

Si le pido ayuda a la Princesa Aris…

Siana negó con la cabeza.

Aunque la Princesa Aris tiene ahora el respaldo de la Emperatriz Viuda, su influencia todavía es limitada.

Incluso si Aris solicitara una reunión, la Princesa Grace podría rechazarla. Es más, podría negarse a aceptarla.

Entonces, si pido ayuda a la Emperatriz Angelina…

De nuevo, Siana negó con la cabeza. Aunque había estrechado lazos con la Emperatriz Angelina debido al asunto del Príncipe Leisis, no había llegado al punto de pedirle favores tan pequeños como este.

Siana murmuró en voz baja:  

—Si le pido ayuda al Príncipe Heredero…

La verdad es que, antes que la Princesa Aris o la Emperatriz Angelina, había pensado primero en Rashid. Pero no podía ir a él tan fácilmente.

—Por muy favorable que sea conmigo, esto sería excesivo.

Ya le había pedido ayuda para resolver el problema que Jeanne había causado, y ahora, solo unos días después, ir a buscarlo nuevamente sería demasiado.

Siana también tenía su orgullo.

¿Qué debo hacer?

Siana cerró los ojos con fuerza, pensativa, y luego los abrió.

—¡Hay una manera de ver a la Princesa Grace sin pedir ayuda a nadie!

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Cabello negro y brillante como el ébano, piel blanca como el mármol, ojos violetas que brillaban como joyas bajo unas largas pestañas. La belleza de la Princesa Grace era tan impresionante como su apodo, ‘la princesa más hermosa’.

Sobre la mesa frente a la Princesa Grace se colocaron varios platos. Ensalada con espárragos y tomate, salmón a la parrilla y pollo frito. Era una cantidad descomunal para una mujer tan delicada.

No importaba. De todos modos, solo comía una pequeña parte de los abundantes manjares.

Con expresión impasible, la Princesa Grace tomó primero la copa de cristal. Era para beber té de limón, de un amarillo brillante. Pero de repente, los ojos de Grace se agrandaron.

—Esto es…

Debajo de la copa de cristal, estaba escondido un pequeño trozo de papel. Grace desplegó el papel. En él, había una breve nota escrita.

⌜Conozco la identidad del verdadero culpable que ha estado robando la comida en el palacio.  

Una pista sobre el culpable: la corona de flores. ⌟

—…

El rostro de la Princesa Grace se tensó.

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Siana estaba sentada en la sala de almacenamiento de alimentos con una expresión nerviosa.  

—Ya debería haber llegado…

Poco después, apareció una mujer con el ceño fruncido. Era Vivi, la doncella del palacio de la Princesa Grace. Con el rostro torcido, Vivi habló:  

—La Princesa Grace quiere verte. No sé qué habrás hecho, pero…

Los ojos de Siana brillaron.

¡Lo logré!

Esa misma mañana, después de salir del palacio de la Princesa Grace, Siana había buscado a Om. Om era la doncella que supervisaba la Tercera Cocina, de la cual la Princesa Grace era una de las comensales.

Siana le había pedido a Om que colocara una pequeña nota donde la Princesa Grace pudiera verla. Naturalmente, Om se resistió. No quería verse envuelta en un asunto tan sospechoso.

Pero Om no pudo negarse a Siana. Debido al incidente causado por Jeanne, Om estaba bajo la vigilancia de Siana.

( Oh, por supuesto. ¡Si es por petición de alguien, tengo que hacerlo! )

Om aceptó la nota de Siana, esbozando una sonrisa forzada.

Parece que el plan que Siana había ideado funcionó. Siguiendo a Vivi, Siana se dirigió al palacio de la Princesa Grace. Frente a la puerta, Vivi anunció:

—Su Alteza, la doncella Siana ha llegado.

Desde el interior de la habitación se oyó una voz calmada:

—Que entre.

Siana abrió la puerta. En una habitación decorada con flores, más hermosa que cualquier flor, estaba sentada la Princesa Grace. Siana se acercó a la princesa e hizo una reverencia.

—Saludo a la noble Alteza, soy la doncella Siana.

La Princesa Grace no respondió de inmediato al saludo de Siana. Siana mantuvo la cabeza inclinada, esperando pacientemente su respuesta. Según el protocolo del palacio, después de saludar a un miembro de la realeza, uno debía esperar a que respondieran antes de levantar la cabeza.

Después de un momento, la Princesa Grace habló:

—Leí la nota que enviaste. Decía que el ladrón que estuvo en mi palacio no era Chuchu, sino otra persona.

Solo entonces Siana levantó la cabeza y, mirándola a los ojos, respondió:

—Sí, es correcto.

—Me intrigó que te preocuparas tanto por un asunto que no tenía que ver con tu palacio, por eso te mandé llamar.

La Princesa Grace bajó la mirada y preguntó:

—Dime, ¿quién es el verdadero culpable?

Siana juntó las manos y respondió con cortesía:

—Eres tú, Su Alteza.

—¡…!

El hermoso rostro de la Princesa Grace se torció por un momento. Sin embargo, no gritó ni se mostró indignada por las palabras insolentes. En cambio, la Princesa Grace arqueó una ceja y sonrió.

—Qué palabras tan atrevidas. He oído que Chuchu es una amiga cercana tuya, y parece que estás desesperada por defenderla. Pero esto es inaceptable. ¿Cómo te atreves a difamar a una princesa?

—…

—No importa lo pequeña y encantadora que seas, insultar a una princesa es un crimen grave. Podrías perder la cabeza por esto.

La voz de la Princesa Grace era tan suave como el trino de un pajarito, pero contenía una furia helada. Siana, sintiendo la ira de la princesa, respondió:

—No es difamación. Su Alteza lo sabe mejor que nadie.

—No, no tengo idea de lo que estás hablando.

El rostro de la Princesa Grace era tan inocente como si realmente no supiera nada. Tal como Siana había previsto. No había ninguna prueba de que la Princesa Grace hubiera comido la comida del palacio. Solo estaba el testimonio de Chuchu, quien había sido acusada injustamente. Pero incluso Chuchu no tenía intención de hablar de ese hecho con otras personas.

Claro, aunque Chuchu cambiara de opinión y dijera que Su Alteza es la culpable, nadie le creería.

Por eso la Princesa Grace no tenía ninguna razón para admitir lo que había hecho. Siana, entonces, comenzó a decir lo que había preparado para persuadirla:

—Hace unos días, mientras investigaba, hablé con las doncellas que sirven a Su Alteza.

—…

—Me dijeron que Su Alteza come solo una cantidad mínima de comida habitualmente.

—…¿Y eso qué?

Entre la nobleza y la realeza, era común que algunos controlaran estrictamente su ingesta de alimentos para mantener una figura esbelta. Sin embargo, incluso teniendo eso en cuenta, la cantidad que comía la Princesa Grace era demasiado pequeña. Si una persona común comiera tan poco, habría colapsado por desnutrición.

Pero la Princesa Grace nunca había colapsado. Tampoco había perdido más peso, como si estuviera obteniendo alimentos de otra fuente.

La Princesa Grace rió con una expresión incrédula:

—Dios mío, tu lógica es tan débil que da vergüenza.

La Princesa Grace extendió su brazo. Era tan delgado como el de un niño.

—Si realmente fuera yo quien se comió toda esa comida, como dices, ¿cómo podría estar tan delgada? Debería haber engordado como un cerdo.

Pero Siana tenía el conocimiento necesario para explicar ese fenómeno.

—Entre los nobles y la realeza, algunos recurren a métodos extremos para mantener una figura esbelta.

—¡..!

La Princesa Grace frunció el ceño.

—Hay varias maneras, pero una de ellas es comer…

Siana hizo un gesto, metiéndose los dedos en la boca.

—Y luego vomitar.

—¡…!

—Si alguien usa este método, no importa cuánto coma, nunca engordará.

La mirada tranquila de la Princesa Grace ahora estaba llena de confusión, como si Siana hubiera dado en el clavo. Siana continuó:

—Pero este no es un método normal. Provoca daños en el cuerpo.

—…

—El vómito repetido daña la garganta, haciendo que comer sea doloroso, y los residuos del vómito en la boca provocan la caries dental. Lo más aterrador es que poco a poco la mente se deteriora.

—¡…!

—El miedo a engordar lleva a la persona a vomitar cada vez que come algo. Aunque hay un breve alivio, luego el hambre la consume, y pasa todo el día pensando en comida. Entonces, en un momento de debilidad, come, solo para vomitarlo de nuevo.

Con ese ciclo interminable, era imposible mantener la cordura.

La calma en el rostro de la Princesa Grace había desaparecido por completo. Con voz temblorosa, la princesa preguntó:

—¿Cómo sabes todo eso?

—Porque yo lo he vivido.

N/Nue: Ay mi corazón…