⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Chuchu miró a la princesa Grace con sus ojos redondeados y luego sonrió ampliamente.
—Estoy bien, princesa.
—¡Cómo que estás bien después de todo eso, tonto oso ingenuo!
La princesa Grace mordió sus labios como si fuera a llorar.
Solo entonces Siana comprendió por qué Chuchu amaba tanto a la princesa Grace, aunque pareciera una tontería.
No era solo porque la servía o porque era una princesa hermosa.
La princesa Grace, que solía parecer distante, era en realidad una persona increíblemente honesta.
A Chuchu le gustaban mucho ese tipo de personas.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Siana y la princesa Grace se sentaron frente a frente.
Chuchu estaba de pie junto a la princesa Grace, lista para servirles té.
Dios mío, Dios mío. ¡Estoy sirviendo té a la princesa!
Servir el té normalmente era tarea de la doncella más cercana.
Chuchu estaba inmensamente feliz de haber tenido la oportunidad de realizar un trabajo tan honorable, a pesar de que su labor principal era solo sostener la sombrilla.
Con una expresión nerviosa, Chuchu comenzó a servir el té.
La princesa Grace la observó y comentó:
—Pareces un oso asustado de que una gota de miel caiga mientras sirves el té.
—L-Lo siento. Es que estoy muy nerviosa…
Chuchu hizo una mueca de desánimo.
Pero pronto su rostro se iluminó.
Fue porque las comisuras de los labios de la princesa Grace se levantaron al probar el té.
Es dulce.
En realidad, la princesa Grace no solía agregar miel ni jarabe al té, ya que, aunque lo dulce le agradaba al paladar, temía que le hiciera ganar peso.
Pero, sin duda, con miel es delicioso.
Grace tomó otro sorbo, con una expresión relajada.
Sin embargo, rápidamente colocó la taza de té en la mesa, dándose cuenta de su error.
No debo beber más.
Si lo hacía, terminaría ganando peso.
¿O ya sería demasiado tarde?
Ya he tomado dos sorbos.
El buen ánimo que había sentido al tomar el té dulce se desvaneció de repente.
Empezó a sentir náuseas, como si fuera a vomitar.
Siana le habló a la princesa Grace en ese momento:
—Princesa, está bien.
—…….—
—Solo ha tomado dos sorbos de té. Esa cantidad no puede afectar su cuerpo de ninguna manera.
—…….
Tal vez porque Siana había pasado por lo mismo, sus palabras tenían un extraño poder de persuasión.
La princesa Grace exhaló profundamente. Las náuseas comenzaron a disminuir.
Las pestañas de la princesa Grace temblaron ligeramente.
Qué alivio.
Al menos no iba a vomitar frente a las doncellas.
Aunque la princesa Grace no lo sabía, la mirada de Siana reflejaba una profunda compasión.
Y también en los ojos de Chuchu.
Siana preguntó con cautela:
—Princesa, ¿podría decirme desde cuándo se encuentra en ese estado?
Se refería a la incapacidad de retener la comida después de comerla.
Era una pregunta embarazosa.
Normalmente, la princesa Grace nunca habría respondido a una pregunta así.
Sin embargo, decidió hablar.
Era una cuestión desesperante para ella.
La princesa Grace comenzó a contar su historia.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
La princesa Grace nació como la hija de la tercera consorte imperial, Laila.
Laila, sin embargo, no se decepcionó demasiado por el sexo de Grace, ya que ya tenía un hijo mayor.
( No quiero que dos hijos nacidos de mi vientre luchen por el trono. Es mejor que sea una hija. )
Laila, la consorte imperial, siguió concentrándose en su hijo, mientras que Grace quedó relegada a un segundo plano.
No le imponía estudios difíciles ni la regañaba severamente. Simplemente dejó que Grace viviera como quisiera.
Aunque podría haber echado de menos una mayor atención por parte de su madre, Grace estaba más o menos satisfecha con su vida.
La joven Grace mordió un pedazo de pastel y comentó:
( Gracias a que nací como princesa, puedo comer muchas cosas deliciosas. Soy feliz.)
Lo decía en serio.
Grace disfrutaba mucho de la comida.
No dejaba ni un solo plato desde la mañana hasta la noche, y antes de dormir, se acurrucaba bajo las sábanas pensando en qué comería al día siguiente.
Como resultado, Grace siempre tuvo una figura regordeta desde que era bebé.
Pero no se sentía estresada por ello.
( Después de todo, soy una princesa, alguien me querrá. Y, además, aunque estoy un poco rellenita, mis rasgos faciales son bonitos, ¿verdad? )
Su madre, la consorte Laila, no mostraba el menor interés por su hija, ni siquiera lo suficiente como para preocuparse por eso.
Las doncellas que la rodeaban también la llenaban de dulces palabras.
( La princesa es realmente adorable. )
( La princesa Grace es la más hermosa del mundo. )
Así fue como pasó su infancia, hasta que un día…
( ¿Comprometida? )
Grace, que tenía 14 años, frunció el ceño mientras mordisqueaba un pan con abundante crema.
Laila, la consorte imperial, asintió.
( Sí. Eres una princesa, es hora de que te comprometas. )
14 años no era una edad temprana para comprometerse.
Grace lo sabía.
Pero, aunque fuera algo esperado, seguía siendo sorprendente.
Grace, fingiendo seriedad, preguntó:
( ¿Quién es mi prometido? )
Laila respondió:
( Isaac von Hastings. Es el tercer hijo del Conde Hastings. )
Plop.
Antes de que Laila terminara de hablar, el pan que Grace sostenía cayó sobre el plato.
Grace no lo podía creer.
Isaac.
Un joven tan popular entre las jóvenes nobles de su edad que lo llamaban ‘el príncipe del mundo noble’.
Y, como muchas otras chicas nobles, Grace también sentía algo por Isaac.
¿Voy a comprometerme con ese Isaac?
De repente, el rostro de Grace se puso rojo y su corazón comenzó a latir con fuerza.
Levantando la mano que sostenía el bollo redondo, gritó:
( ¡Qué suerte haber nacido princesa! )
Laila, la consorte imperial, frunció el ceño al verla.
( Grace, no te impediré comer, pero por favor, mantén al menos un mínimo de decoro. )
Por supuesto, la voz de su madre no le llegó en absoluto.
Unos días después, Isaac visitó el palacio imperial.
Había venido a conocer a la princesa Grace.
El príncipe del mundo noble.
Tal como lo llamaban en secreto las jóvenes nobles, Isaac tenía un rostro impecable.
Especialmente atractivos eran sus ojos, que siempre tenían una curva suave y encantadora.
Isaac se acercó a Grace y besó su blanca y regordeta mano.
—Es un gran honor para mí ser el prometido de una princesa tan hermosa.
El corazón de Grace latió con fuerza.
Ah, era amor.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Unos meses después, Grace se arregló con esmero.
—Princesa, realmente está hermosa.
—Cualquiera que la vea se enamorará de inmediato.
Escuchando las entusiastas palabras de las doncellas, Grace se miró en el espejo.
Llevaba un encantador vestido rosa con volantes de encaje, hecho especialmente para la ocasión.
Su cabello, negro como el ébano, caía en largos mechones debajo del gran lazo real.
Honestamente, no es mi estilo, pero si las doncellas dicen que es bonito, entonces debe serlo.
Grace se evaluó a sí misma con una expresión satisfecha.
La razón por la que había puesto tanto cuidado en su apariencia hoy era que la fiesta en el palacio imperial era muy especial.
Hoy finalmente se anunciará nuestro compromiso con Isaac.
Aunque la noticia del compromiso de Grace e Isaac se había mencionado meses antes, aún no se había hecho pública oficialmente.
Esto se debía a que había muchas condiciones que cumplir antes del compromiso.
Durante ese tiempo, tanto Grace como Isaac habían guardado silencio, por lo que solo unas pocas personas sabían del compromiso.
Pero eso se acabó hoy.
A partir de hoy, todos sabrían sobre el compromiso de Grace e Isaac.
Sin darse cuenta, Grace levantó los hombros con orgullo.
No son pocas las jóvenes nobles que tienen un enamoramiento por Isaac. Seguro que todas estarán muy celosas de mí.
Con estos pensamientos infantiles propios de una chica de catorce años, Grace se dirigió al salón de baile.
Tan pronto como Grace entró, un grupo de chicas jóvenes la rodeó.
Eran chicas nobles de edad similar a la de Grace.
El estatus de princesa imperial era tan alto como el de cualquier miembro de la realeza, y Grace no era una excepción.
Por eso, las jóvenes nobles se esforzaban por acercarse a ella.
Entre ellas estaba Julia, la hija de un Conde.
Julia sonrió radiante y dijo:
( Princesa Grace, se ve tan encantadora con ese vestido rosa, como una flor de durazno en pleno verano. )
Julia siempre hacía comentarios dulces y halagadores cada vez que veía a Grace.
Las comisuras de los labios de Grace se levantaron.
Una chica bonita diciendo que soy bonita.
Honestamente, eso la hacía sentir bien.
( Tú también eres bonita, Julia. )
Julia se sonrojó y negó con la cabeza.
( No, no lo soy… )
Las chicas se rieron con alegría.
( Oh, vamos. No tienes por qué ser tan modesta. Es un hecho que Julia es hermosa. )
( Así es. En el último baile de debutantes, fuiste la que recibió la segunda mayor cantidad de flores. )
( Y, por supuesto, la primera fue la princesa Grace. )
Mientras las chicas charlaban, una voz desconocida interrumpió la conversación.
( Disculpen. )
Los ojos de las jóvenes se agrandaron.
No era para menos, ya que quien se acercó no era otro que Isaac, el hijo del Conde Hastings.
¡Dios mío! ¿Por qué Isaac viene hacia nosotras?
Bajo la mirada de las chicas, Isaac habló con una voz suave:
( Me disculpo, solo vine a saludar a la princesa Grace. )
( ¡¿…?! )
Entre las sorprendidas jóvenes, solo Grace se sonrojó.
Isaac se acercó a Grace y se inclinó elegantemente.
( Saludos a Su Alteza la Princesa. Espero que haya estado bien. )
( Sí. ¿Y tú, Isaac? )
( Yo también he estado bien. Además, disfruté mucho el chocolate de las montañas Kaana que me enviaste. Tal como dijiste, no era demasiado dulce, pero sí muy suave, se derretía en la boca. )
El rostro de Grace se iluminó.
( Me alegra que te haya gustado. Lo envié porque dijiste que no te gustan las cosas demasiado dulces. )
Las jóvenes nobles notaron la extraña tensión entre ellos.
Julia frunció el ceño y preguntó:
( ¿Se han vuelto cercanos sin que nosotras lo supiéramos? )
Grace, como si hubiera estado esperando esa pregunta, dejó brillar sus ojos.
Desde que se había acordado el compromiso, Grace había deseado con ansias presumir ante todos que un hombre tan maravilloso como Isaac era su prometido.
Finalmente, hoy podía decirlo.
Grace respondió con evidente alegría:
( En realidad, Isaac y yo estamos comprometidos. )
Grace había imaginado muchas veces cómo sería el momento en que dijera esas palabras.
Seguramente se sorprenderían, ¿verdad?
Luego, sonreirían y aplaudirían.
Decir que los dos hacen una gran pareja y felicitarlos.
Pero la reacción de las jóvenes fue diferente a lo que había imaginado.
( ……. )
Sus rostros se torcieron, como si hubieran escuchado algo que no querían oír.
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