⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
En una mano, el caballero guardia Sol sostenía una canasta llena de chocolates de la mejor calidad, y en la otra, un saco lleno de monedas de oro. Sol se inclinó profundamente, a 90 grados, y exclamó con voz potente:
—¡Se lo ruego, señorita Siana!
Siana respondió con una sonrisa.
—Rechazo su propuesta.
—¡…!
Los ojos de Sol temblaron. ¿Acaso no había sido suficientemente sincero? ¿Debería haber traído un regalo más impresionante en lugar de simples chocolates y monedas de oro? Siana, al leer claramente sus pensamientos, negó con la cabeza.
—No tiene que culparse. Aunque hubiera traído un regalo más magnífico, no habría aceptado su solicitud, Sol.
—¿Por qué no?
—Porque sería demasiado incómodo.
Incluso si solo fuera por un día, la idea de ser la pareja del príncipe heredero…
—Me criticarían sin piedad por atreverme a estar al lado de Su Alteza. Después del baile, me etiquetarían como una sirvienta astuta que engatusó al príncipe heredero. Mi pacífica vida de sirvienta terminaría.
—¡…!
Sol puso una expresión de asombro.
—No había pensado en eso.
Sol, con una expresión de desesperación, bajó los hombros.
—Solo pensaba en que sería mejor que una dama decente estuviera al lado de Su Alteza en lugar de sus peludos animalitos…
—…
Siana lo observó con atención, frunciendo el ceño. Era extraño. Rashid era un príncipe heredero. Además, con dieciocho años, era de una belleza deslumbrante.
—A pesar de su temible apodo de ‘Príncipe de Sangre’, seguro que habría muchas damas deseando ser su pareja, ¿no?
—Es cierto. Pero de todas esas personas, no hay ni una sola que le interese a Su Alteza. Es muy exigente con la gente.
—…
Para Siana, estas palabras no significaban mucho. Rashid era un hombre que venía a verla casi a diario, sonreía y le movía la cola de felicidad.
Sol habló con un rostro lleno de desesperación.
—La única persona a la que Su Alteza realmente aprecia es usted, señorita Siana. ¿Realmente no lo consideraría?
Siana también conocía los sentimientos de Rashid.
Sí, le gusto. Pero solo como le gustan los pequeños animales que cría.
Sin embargo, eso no era motivo suficiente para aceptar tal solicitud.
—Lo siento, pero no puedo.
Al oír la clara negativa, los robustos hombros de Sol se desplomaron aún más.
—No hay más remedio.
Siana le sonrió con simpatía. Pero las siguientes palabras de Sol la dejaron boquiabierta.
—Solo me queda ser la pareja de Su Alteza yo mismo.
—¿¡…?!
¿Acaso escuché mal? ¿O es una broma?
Pero el rostro de Sol era completamente serio.
—Seguro que surgirán rumores indecentes sobre la relación especial que tengo con Su Alteza, pero no importa. No es la primera vez que escucho tales rumores. Claro, esos rumores arruinarán mis posibles compromisos, y mi madre, que vive sola, derramará lágrimas. Pero estoy bien, realmente estoy bien.
—…
—Al fin y al cabo, soy el único caballero guardia de Su Alteza.
Disculpe, señor caballero guardia. No parece que esté bien en absoluto. Veo lágrimas en sus ojos.
Siana miró a Sol con una expresión de incredulidad y luego suspiró.
—Está bien, aceptaré su petición.
—¿¡De verdad?!
El rostro de Sol se iluminó al instante.
—Sí. Pero no será gratis.
—¡Por supuesto! Pida lo que quiera.
Sol exclamó mientras colocaba los regalos en brazos de Siana. Con las manos llenas de chocolates y monedas de oro, Siana habló.
—Esto implica un riesgo considerable, así que la recompensa es insuficiente.
—Le daré diez veces más.
Ante la respuesta inmediata de Sol, Siana abrió los ojos sorprendida. Vaya, el caballero del príncipe heredero no escatima en gastos.
El dinero siempre es bienvenido, así que si me lo ofrece, lo tomaré.
Siana sonrió y levantó un dedo.
—Y una cosa más. Aunque asistiré como la pareja de Su Alteza, no tengo intención de revelar mi verdadera identidad. Quiero seguir viviendo tranquilamente como sirvienta.
Lo que quería decir era que quería permanecer al lado de Rashid sin que se supiera que era Siana. Era una buena idea.
—¿Pero eso es posible? En el palacio, muchas personas conocen su rostro, señorita Siana. A menos que use una máscara, todos sabrán que es usted.
—Me encargaré de eso. Solamente encárguese de inventar una identidad falsa apropiada para ser la pareja de Su Alteza.
Sol se quedó mirando a Siana, atónito, y luego asintió con la cabeza. De repente, entendió por qué la princesa Aris dependía tanto de Siana. Esta chica de rostro redondeado y mirada suave tenía un aire extrañamente confiable.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Siana visitó el palacio del príncipe heredero después de mucho tiempo. Era para hablar sobre el Baile de la Rosa. Rashid la recibió con una cara radiante.
—Bienvenida, Siana.
—…….
—Estoy tan feliz de que aceptaras ser mi pareja.
No necesitaba decirlo para que fuera evidente. Era como si la cola que no tenía se agitara de felicidad tras él.
Siana habló con voz indiferente.
—Si te hace tan feliz, ¿por qué no viniste a pedírmelo tú mismo?
—…….
Los ojos de Rashid se abrieron de par en par ante las palabras de Siana. Ella continuó hablando.
—¿Acaso al noble príncipe heredero le resultaba humillante pedirle algo a una sirvienta insignificante?
Rashid negó con la cabeza, con una expresión seria.
—Por supuesto que no. Nunca.
—…….
—Solo que…
¿Solo que? Siana miró a Rashid con una expresión de curiosidad, esperando a ver qué diría. Rashid bajó la mirada y continuó.
—Temía que si lo pedía, sonaría como una orden.
—…….
—No quiero darte ninguna orden.
Rashid la miró a los ojos mientras decía esto.
—Pero ahora que te veo, siento que he sido cobarde.
Rashid se acercó a Siana, y luego se inclinó para besarle el dorso de la mano.
—¡…!
Rashid la miró desde abajo, con sus ojos gentilmente curvados, mientras Siana se quedaba petrificada por su repentina acción.
—Gracias por aceptar esta difícil petición, Siana.
—¡…!
Siana gritó en su interior, ¡Apártate, demonio!
De todos modos, tras esa impactante bienvenida, Siana fue al grano.
—Dime más detalles sobre el Baile de la Rosa.
Incluso si solo se trataba de estar al lado de Rashid por un día, tenía que saber de qué tipo de evento se trataba.
Rashid, quien ya estaba bebiendo tranquilamente el té que Siana le había servido, habló.
—El Baile de la Rosa. Es un evento que celebra a la diosa del amor y las rosas, Roserinta.
Incluso solo con el nombre, ya sonaba a pura fantasía. Sin embargo, había una regla estricta para este baile: asistir con una pareja.
Siana entrecerró los ojos.
—Para las personas solteras, este es un baile bastante cruel.
Rashid sonrió.
—Yo también lo pienso.
Rashid tomó un sorbo de té y continuó.
—Lo más problemático es que el anfitrión debe abrir el baile bailando. Es una manera de rezar a la diosa Roserinta por el amor eterno de los asistentes.
¿Amor eterno? ¿Dónde existe tal cosa?
Sin darse cuenta, Siana hizo una mueca de disgusto. Rashid se rió entre dientes, encontrando adorable su expresión.
—¿No crees en el amor?
—No es que no crea en absoluto, pero creo que es algo extremadamente raro, como un milagro. Y más aún para la realeza o la nobleza. Me sorprende que haya eventos que hablen de amor entre gente como ellos.
Siana suspiró levemente y continuó.
—Bueno, lo entiendo. Las personas siempre desean lo que no pueden tener. Tal vez por eso existen estos extraños bailes.
—…….
—En cualquier caso, eso significa que tengo que abrir el baile, ¿verdad?
—Sí. No tienes que preocuparte demasiado. Solo sigue el ritmo de la música y listo.
Pero eso era solo la opinión de Rashid. Siana no tenía intención de tomarse a la ligera cualquier cosa que se le asignara.
—Debo empezar a practicar el baile de inmediato.
Rashid, que estaba disfrutando de su té con una expresión relajada, parpadeó sorprendido.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
El salón de baile dentro del palacio del príncipe heredero. En el vasto y vacío salón, estaban Rashid y Siana, practicando el baile para el Baile de la Rosa.
Rashid, tomando la mano de Siana, dijo con una expresión infantilmente pura:
—Siana, eres muy buena bailando. Sabía que eras increíble.
—Después de todo, fui una princesa.
La nueva reina había sometido a Siana a muchos entrenamientos, y entre ellos estaba el baile. En realidad, los bailes de la corte eran todos bastante similares, así que una vez que se dominaban los básicos, no había mucho problema.
Al aplicar algunos movimientos de baile y seguir el ritmo de la música, el baile se completaba.
Con esto en mente, Siana pensó que Rashid también sería un bailarín hábil… Pero…
Siana frunció el ceño.
—Cuesta creerlo, pero parece que Su Alteza está bailando por primera vez.
Comments for chapter "80"
MANGA DISCUSSION