⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Al escuchar las palabras de Siana, Rashid sonrió alegremente.
—Sí, es cierto. Nunca he aprendido a bailar adecuadamente. Para ser exacto, no he tenido tiempo para aprender. Estuve en el campo de batalla desde que tenía 13 años.
Aunque Rashid lo decía con una expresión tranquila, Siana frunció el ceño.
Rashid había tenido una posición envidiable como príncipe desde su nacimiento. Su madre biológica era la Emperatriz, la mujer más noble del palacio, y además, la Emperatriz tenía una buena relación con el Emperador.
¿Alguien así pasaba tanto tiempo en el campo de batalla que ni siquiera tenía tiempo para aprender a bailar?
Antes, Siana pensaba simplemente que él había elegido un camino duro para convertirse en príncipe heredero. Pero ahora se preguntaba, ‘¿Por qué tuvo que hacer eso?
Además, había otra cosa extraña. Era inusual que un miembro de la realeza, especialmente un príncipe heredero tan cercano al trono, no tuviera una prometida a los dieciocho años.
Siana, con el ceño fruncido, preguntó:
—¿Cómo es posible que a tu edad no tengas prometida? ¿No te interesan las mujeres?
Para la mayoría de las personas, esa pregunta habría sido demasiado atrevida, pero Rashid respondió con una sonrisa.
—No.
—…¡!
Rashid continuó, mirando a Siana con los ojos bien abiertos.
—Pero no puedo evitarlo. Tanto hombres como mujeres me parecen como calamares blandos.
—…….
—Pero Siana, tú eres diferente. Tu cara se parece a un pan blanco con tres frijoles redondos. Muy linda.
Ante esas palabras, que no sabía si eran un cumplido o una burla, Siana entrecerró los ojos.
—Sí, sí. Vaya, me siento realmente honrada.
Pensó que había hecho preguntas demasiado normales para un príncipe heredero que no estaba en su sano juicio.
Ay, mejor sigamos practicando el baile.
Afortunadamente, aunque a Rashid le faltaban fundamentos, se movía bien y tenía buen sentido del ritmo. Parecía que podrían mostrar un baile impresionante frente a la gente en el día del evento.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
—Debes practicar, asegúrate de hacerlo.
Siana le insistió a Rashid antes de salir del palacio del príncipe heredero.
Al llegar al Palacio Ruby, Siana saludó primero a Aris.
—He vuelto, Su Alteza.
Siana ya le había contado a Aris que sería la pareja de Rashid para el Baile de la Rosa. Era algo que requería el consentimiento de su señora.
Afortunadamente, Aris no se enfureció preguntándose por qué Siana se involucraba en tales asuntos. En cambio, soltó una frase con una expresión molesta.
( Humph, ¿ser la pareja de mi hermano? Siana, tú vales mil millones de veces más que eso. )
Así que, después de haber visitado a Rashid con el corazón ligero, ¿qué estaba pasando ahora?
Aris, con los brazos cruzados, la miró con una expresión desdeñosa.
—Humph. ¿Te gusta estar con otro miembro de la realeza y no conmigo? Pero no te dejaré ir tan fácilmente. ¡Te impregnaré con mi fragancia!
Con un gesto dramático que parecía salido de una novela romántica, Aris hizo un gesto a Nini y Nana. Ambas doncellas asintieron con determinación.
Inmediatamente, Nini y Nana levantaron a Siana, la llevaron al baño y rápidamente la desnudaron para meterla en la bañera.
—¡Kya!
Siana, con los ojos muy abiertos por la repentina situación, escuchó a Nini decir:
—Es un baño con pétalos de rosa y hierbas. Te sentirás completamente renovada.
Nana agregó:
—Y después de salir de la bañera, te aplicaremos un aceite de rosa. Tu piel y tu cabello se volverán suaves y olerán delicioso.
Siana parpadeó sorprendida ante el tratamiento de princesa que estaba recibiendo por parte de las dos sirvientas.
Aris, que había entrado al baño, se inclinó, tomó la barbilla de Siana y dijo:
—No puedo permitir que mi doncella luzca mal en el baile. En el Baile de la Rosa, te haré aparecer más hermosa que nadie.
—…….
Fue entonces cuando Siana entendió las intenciones de Aris. Ella quería embellecerla.
Vaya, no esperaba esto.
Por supuesto, Siana no tenía intención de presentarse al lado del príncipe heredero con una apariencia descuidada. Por eso había guardado dinero suficiente de Sol.
Había planeado comprar un vestido y cosméticos con el dinero que recibí, pero no había pensado en prepararme con tanto lujo…
Siana bajó las cejas con una expresión de confusión.
Aunque se sentía un poco incómoda, no tenía razón para rechazar la ayuda que le ofrecían.
Siana dijo:
—Gracias, Su Alteza. Aceptaré su amabilidad y me esforzaré en embellecerme.
Aris, Nini y Nana asintieron satisfechas. Entonces, Siana continuó:
—Dicho esto, para la próxima vez, preparen el agua del baño y el aceite de masaje con lavanda. Mi piel reacciona bien a la lavanda. Y, si es posible, que sea lavanda de Recrasan.
—¡¿…?!
—Y para el aceite del cabello, prefiero el aceite de babasú. Mi cabello es fino y los aceites muy pesados lo apelmazan.
No era para nada la actitud de una doncella que se enfrentaba por primera vez a la oportunidad de arreglarse. Era tan natural como si siempre hubiera vivido así, como una princesa.
Nini y Nana abrieron la boca de par en par, sorprendidas.
Mientras tanto, Aris, con una leve expresión ruborizada, murmuró:
—Jah, mi doncella es realmente intrigante. Pero eso es lo que me gusta.
Así comenzó el proyecto de embellecimiento de Siana en el Palacio Ruby.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
La mañana en la que el sol brillaba.
Siana salió del palacio con un sombrero de paja de ala ancha. Llevaba una escoba en la mano.
Con cuidado. Sin hacer ruido.
Justo cuando Siana se encorvaba, lista para barrer con cuidado, escuchó unas voces fuertes.
—¡Señorita Siana!
—¡¿Qué está haciendo ahora?!
Las voces resonaban con fuerza, eran de Nini y Nana.
¡Tatata!
Nini, que corrió a gran velocidad, le arrebató la escoba de las manos a Siana. Nana rápidamente sujetó el pequeño cuerpo de Siana y la llevó de vuelta al palacio.
Criminal peligrosa detenida.
Parecía una escena así.
Siana, atrapada en los brazos de Nana, puso una expresión triste.
—Solo quería barrer un poco el jardín.
Nini, con los ojos muy abiertos, dijo:
—Eso es trabajo nuestro.
Nana también abrió mucho los ojos y dijo:
—¿Qué pasaría si se le estropearan las uñas que cuidamos toda la noche pasada mientras barre?
Aris, que ya se había unido a la conversación, también añadió algo.
—¿Y qué pasa con el sol? ¿No sabes que si trabajas bajo este sol brillante, la piel que con tanto esmero hemos cuidado se arruinará?
Siana se justificó ante las tres personas que la miraban con expresión severa.
—Por eso me puse guantes para proteger mis manos. Y también llevo un sombrero.
Sin embargo, las tres negaron con la cabeza, como diciendo que eso no era suficiente.
Siana puso cara de estar a punto de llorar.
Al principio, cuando las tres personas declararon que la embellecerían, Siana no se lo tomó muy en serio.
Pensó que, ya que se ofrecían a ayudar, aceptaría su ayuda con gratitud.
Pero las tres eran más entusiastas y serias de lo que Siana había imaginado.
Desde aquel día, Siana no podía hacer ninguna de las tareas que le correspondían como doncella.
Siana, llevada a una habitación sombría con una mascarilla en el rostro, dijo con un tono de tristeza.
—Entiendo que estén haciendo esto por mí. Pero no es necesario que lleguen a estos extremos. Después de todo, solo seré la pareja del príncipe heredero por un día. No tengo intención de descuidar mis deberes de doncella por eso.
Aris, sentada junto a Siana, suspiró y negó con la cabeza.
—¿De verdad no lo entiendes, Siana?
—¿Entender qué?
—Tu señora, yo, deseo algo. Quiero que asistas al baile luciendo lo más hermosa posible. Así que lo que debes hacer es esforzarte por estar lo más guapa posible para ese día.
Siana se quedó sin palabras por un momento.
Vaya, esa es una forma elegante de decirlo, Su Alteza. Parece que leer novelas románticas todos los días ha valido la pena.
Pero no era algo que pudiera dejar pasar tan fácilmente.
Siana frunció el ceño.
—Entiendo sus deseos, Su Alteza. Pero soy una doncella del Palacio Ruby. Si no trabajo, Nini y Nana tendrán que cargar con todo.
Pero, ¿qué sorpresa?
Nini y Nana negaron con la cabeza enérgicamente.
—El Palacio Ruby es pequeño. Si trabajamos con diligencia, terminaremos todo en medio día.
—Y no importa si es algo cansado. Ayudar a embellecer a la señorita Siana nos llena de energía.
Sorprendentemente, sus palabras eran sinceras.
Si ya disfrutaban embelleciendo a una princesa de diez años, hacerlo con una joven de dieciocho años les daba un placer aún mayor.
Nini y Nana exhalaron con entusiasmo y dijeron:
—Nos preguntamos cada día cuánto más bella podría volverse la señorita Siana.
—Por favor, coopere con nosotras, por nuestro bien también.
—……
Siana no tenía palabras ante lo que decían Nini y Nana.
Finalmente, Siana asintió.
—Está bien. Ya que insisten tanto, dejaré mis tareas de doncella hasta el día del baile.
—¡Yupi!
Aris, Nini y Nana se rieron y chocaron las palmas.
Aris dijo con una voz llena de energía.
—Nini, Nana. Empiecen a preparar los aceites que compramos ayer. Vamos a empezar con el masaje.
—¡Sí!
Nini y Nana respondieron con caras emocionadas.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
—¿Por qué me mira así? ¿Tengo algo en la cara?
Siana miró a Rashid con los ojos muy abiertos.
Los dos estaban tomados de las manos, practicando para el baile en el salón del príncipe heredero.
Rashid bajó la mirada hacia Siana y dijo:
—Últimamente, algo ha cambiado en ti.
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