⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
El empleado, ahora mucho más cortés en comparación con el principio, habló:
—Si también compra este broche, el total a pagar por el conjunto del vestido será de 10,000 monedas de oro.
Siana, que por fin había logrado su objetivo, sonrió ampliamente.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Al día siguiente de regresar de su larga jornada de compras, Siana entregó los regalos.
Aris, al ver el broche para el cabello, frunció el ceño.
—¿Por qué compraste algo así? Una doncella sin dinero.
Tengo mucho dinero. Sol-nim me ha dado mucho.
Sin embargo, Siana no podía decir eso, porque Aris la abrazó fuertemente con una expresión que parecía a punto de llorar.
—No creas que no entiendo el gran sacrificio que debiste hacer para darme un regalo así. Recordaré tu generosidad por siempre.
—…….
Aunque el regalo no tenía el significado tan profundo que Aris le atribuía, al menos indicaba que lo apreciaría, por lo que Siana asintió con una sonrisa.
La reacción de Nini y Nana no fue menos emotiva.
Nini y Nana sostenían el broche para el cabello en sus manos y sollozaban.
—Sniff, es la primera vez que recibo un broche tan elegante.
—Sniff, yo también. Pensaba que solo las princesas usaban cosas así.
Nini y Nana se giraron hacia Siana rápidamente y dijeron:
—Señorita Siana, esta generosidad se la pagaremos de por vida.
—¡De por vida! ¿Qué es eso? ¡Tenemos que pagarlo incluso después de morir!
—No, parece que incluso después de morir no será suficiente. Pagémoslo en la próxima vida también.
—Sí, lo pagaremos hasta en la vida siguiente a la próxima.
Siana rió mientras miraba a las gemelas, que parecían decididas a pagar su deuda de gratitud hasta su centésima reencarnación. Ya estaba acostumbrada a sus palabras y no se sorprendía por lo que decían.
Pero la entrega de regalos no terminó ahí.
Después de mucho tiempo, Siana visitó el palacio de la Emperatriz Angelina.
Angelina sonrió como una niña al recibir el broche para el cabello de Siana.
—Dios mío. Es realmente hermoso.
Leisis, que estaba al lado de Angelina, comenzó a dibujar el broche que Siana le había regalado sobre la mesa, mientras tarareaba palabras ininteligibles como si fueran una canción.
Angelina, al ver la escena, rió en voz baja.
—Parece que a Leisis también le gustó el regalo. Gracias por ser tan considerada, Siana.
—No hay de qué. Me alegra mucho que lo reciban con felicidad.
Después de una breve despedida, Siana se dirigió al palacio de la Princesa Grace.
Grace, que estaba entrenando y sudando, abrió los ojos sorprendida al ver a Siana.
—¿Qué te trae por aquí?
Siana le entregó a Grace y a Chuchu unos brillantes broches para el cabello.
—Vine a darles esto. No es un soborno, es un regalo sincero.
Grace esbozó una sonrisa traviesa al escuchar las palabras de Siana.
—No me importaría que fuera un soborno, pero como es un regalo, me alegra aún más.
A diferencia de la reacción relajada de Grace, Chuchu tenía lágrimas en los ojos.
—No necesitabas preparar algo para mí, solo tenías que preocuparte por la princesa.
Siana acarició el broche en su cabello y dijo:
—Chuchu, tú también me diste un regalo cuando me convertí en doncella oficial. Lamento haberte dado el mío tan tarde.
—¿Qué estás diciendo? Entre amigas, no se debe pedir disculpas por cosas como esta. ¡Eres tan amable, Siana!
Chuchu abrazó fuertemente a Siana.
¡Ugh!
Siana, asfixiada entre los musculosos brazos de Chuchu, tosió tratando de recuperar el aliento.
Grace, chasqueando la lengua, tiró del cuello de Chuchu. Sorprendentemente, el cuerpo enorme de Chuchu se separó fácilmente de Siana.
Siana parpadeó.
La princesa es realmente fuerte.
Aunque ya era fuerte antes, con su entrenamiento cada vez más intenso, la fuerza de Grace se estaba volviendo sobrehumana.
Grace, con los brazos musculosos, se pasó una mano por el cabello y recordó algo que quería preguntar.
—Por cierto, Siana. Quería preguntarte algo…
—Sí, dígame.
—Rashid ha estado visitando frecuentemente el Palacio Ruby, ¿verdad?
—Sí.
—Entonces, ¿sabes quién será su pareja en el Baile de las Rosas?
Sí, soy yo.
Pero Siana no podía decirlo, ya que era un secreto de máxima confidencialidad. Solo Aris, Nini y Nana lo sabían.
No es que tenga malas intenciones al mantenerlo en secreto, por favor entiéndelo, Su Alteza.
Siana pensó eso mientras intentaba cambiar de tema.
—¿Por qué pregunta eso? No es que usted esté muy interesada en el Príncipe Heredero.
—Es cierto. Pero últimamente, la sociedad está tan alborotada por este asunto que no puedo evitar interesarme.
El Príncipe Heredero, sin prometida ni una dama cercana.
Muchas jóvenes nobles enviaron cartas buscando ser su pareja. Desde cartas cargadas de gracia hasta aquellas llenas de sentimientos apasionados.
Fueron un total de 100 cartas.
Siana parpadeó sorprendida.
—¿Cien, cien cartas?
—Sí, aproximadamente ese número.
—…….
—Pero lo sorprendente es que todas recibieron la misma respuesta.
El Príncipe Heredero ya tenía una pareja.
Esa noticia causó un gran alboroto en la sociedad.
—Cuando se reúnen, lo único de lo que hablan es de quién será la pareja de Rashid.
—……
—No sé quién será la pareja de mi hermano, pero quien sea, tendrá que estar preparada en el Baile de las Rosas. Si no lo está, terminará llorando por todas las miradas y la envidia de las jóvenes nobles.
Grace miró a Siana y ladeó la cabeza.
—¿Por qué te ves tan seria de repente? Tu rostro está tenso.
—Jaja, es que me sorprende la popularidad del Príncipe Heredero.
Era verdad.
Reconozco que Su Alteza es increíblemente apuesto. No es común ver un rostro como el suyo. Incluso entre las doncellas del palacio es extremadamente popular.
Pero…
Aunque sea así, que haya 100 nobles damas dispuestas a formar fila para ser su pareja era excesivo.
Siana pensó con asombro.
¿Qué habrá hecho Su Alteza para darle tanta esperanza a estas mujeres nobles?
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Parece un pollito enfadado. pensó Rashid al ver a Siana.
Rashid preguntó:
—¿Qué pasa? ¿Hay algo que te molesta?
—No, no pasa nada.
—¿En serio? Entonces, ¿por qué tienes el labio tan torcido?
—Mis labios siempre han sido así.
Rashid soltó una pequeña risa ante la respuesta obstinada de Siana.
Al ver esa sonrisa, Siana frunció el ceño.
Claro, es porque sonríe así a todo el mundo que hay 100 mujeres haciendo fila para estar a su lado.
Por alguna razón, hoy le resultaba particularmente molesta esa cara hermosa y sonriente, así que Siana se giró rápidamente.
Su mirada se dirigió a Sol, el caballero guardia que estaba al lado de Rashid.
—Oh, Sol-nim. Tengo algo para usted.
—¿Para mí?
Sorprendido por lo inesperado, Sol abrió mucho los ojos.
Siana asintió y le entregó un brillante broche.
Sol, con los ojos muy abiertos, parecía no entender lo que estaba ocurriendo.
—¿Po-por qué me da esto?
—No tiene ningún significado especial, no se preocupe. Lo compré porque me sobró algo del dinero que me dio para prepararme.
—Pe-pero… —Al ver la expresión seria de Sol, Siana agitó la mano—. De verdad, no se preocupe. No es el único al que le compré algo. Escogí un regalo para todas las personas que me cuidan y para mis compañeros cercanos. Así que acéptelo sin problemas.
¡No! ¡No puedo aceptarlo sin problemas!
¡Porque Su Alteza me está mirando como si quisiera matarme ahora mismo!
Sol miró a Rashid con una expresión pálida.
Rashid los observaba con una expresión aparentemente tranquila.
Pero Sol, que había servido a Rashid toda su vida, sabía lo que eso significaba.
Rashid estaba terriblemente disgustado.
Sol quería llorar.
Señorita Siana, ¿por qué me hace pasar por esta prueba tan difícil?
¿Había hecho algo mal a Siana sin darse cuenta? ¿Me quiere matar por eso?
Si era una conspiración, era una estrategia muy efectiva.
La presencia amenazante de Rashid a sus espaldas era inmensa.
Siana parecía no haberse dado cuenta en absoluto.
Desesperado por sobrevivir, Sol miró a Siana con ansiedad.
Señorita Siana, ¿seguro que tiene un regalo para Su Alteza también?
Algo mucho más grande que este pequeño broche. ¡Algo brillante y maravilloso!
Pero Sol no se atrevió a decir nada.
Porque Siana ya estaba hablando con Rashid.
—Su Alteza, he escuchado que la gente está mucho más interesada en el Baile de las Rosas de lo que había pensado.
—Parece que sí.
—La gente nos observará con grandes expectativas, así que no podemos permitirnos hacer un baile mediocre. Debemos mostrar el mejor baile.
Siana extendió la mano hacia Rashid.
—Así que, empecemos a practicar.
—……
Rashid, mirando el rostro ligeramente afilado de Siana, asintió.
Sol, al ver a los dos mirarse, decidió que era mejor escapar del salón de baile lo más rápido posible.
Nunca había estado tan agradecido por la orden de Rashid de salir del salón durante las prácticas de baile para no distraerlos.
Dentro del gran salón de baile, reinaba un silencio extraño.
A diferencia de lo habitual, el ambiente entre Rashid y Siana era tenso y frío.
El primero en romper el silencio fue Rashid.
—¿Estás enfadada conmigo por algo?
Comments for chapter "84"
MANGA DISCUSSION