⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Energía similar al poder de Ambrosia emanaba de ese velo. Sin embargo, el poder de Ambrosia, que fluctuó cuando se encontró con el mismo poder, esta vez contuvo la respiración en silencio por alguna razón. Significaba familiar, pero no exactamente igual. Ethan empujó su mano con un poco más de fuerza. El velo aceptó a Ethan con mucha delicadeza.

—¿…?

Jade frunció el ceño mientras miraba el brazo de Ethan, que pasó con seguridad sin ninguna resistencia. Miró a su alrededor rápidamente, y Jade palmeó su pecho cuando confirmó que nadie estaba mirando.

—¿Estás bien?

—Creo que sí.

Ethan tomó la mano que había pasado sobre el velo y lo abrió. Ni siquiera sintió la más mínima molestia. Pensó que podría atravesar el velo con facilidad.

—No entres más, ya que puede ser peligroso. 

—Em…

Ante la insistencia de Jade, Ethan inclinó la cabeza por un momento, luego dio un gran paso y atravesó el velo.

—¡Mi…!

Jade, que estaba acercándose por la sorpresa, se puso rígido cuando vio a Ethan hacer contacto visual con él desde más allá del velo.

—¿Por qué estás ahí?

—Porque pasé a través de él. 

—¿Quiero decir cómo?

—¿Porque soy especial?

—…Creo que te estás volviendo cada vez más como la Condesa Millen, pero me equivoco, ¿verdad?

—No creo que sea una ilusión.

Ethan sonrió suavemente y miró el velo que nadie había atravesado. Un poco más lejos de aquí llegaría a Alton Estate. Una o dos horas a pie. A excepción de Su Alteza el Primer Príncipe y las personas de otros países que estaban en comunión con él, nadie había llegado más allá del velo. Sin ellos, ni siquiera los informantes de Ambrosia habrían podido comprender la situación en Alton. Sin embargo, la calidad de la información era diferente entre encontrarla a través de una fuente de información y entrar directamente a Alton para captarla.

—…Mi Señor, vuelve a poner esa idea.

—Señor.

—Por favor.

—Lo siento, pero…

—Realmente voy a morir. Si Mi Señor entra allí solo, moriré. 

—Lo mantendré en secreto.

Jade, que había sido tentado por la propuesta de Ethan por un momento, sacudió la cabeza como si tratara de recuperar el sentido.

—¿Está bien mantenerlo en secreto? La Condesa Millen estará aquí mañana, así que esperen hasta entonces…

—¿Desde cuándo Ambrosia nos convertimos en una familia que no podía resolver ninguno de estos problemas sin la ayuda de Sarah?

—Entonces, ¿Ambrosia tiene algún historial de lidiar con ese velo?

—No tenemos eso.

Ethan se quedó sin palabras ante las palabras de Jade por primera vez.

—El señor está mejorando en hablar. 

—Ack, gracias. 

—Ya que estás en eso, iré a dar un paseo nocturno. 

—Sí, sí, que tengas un viaje… seguro, ¿crees que diría eso?

Jade, que había sido inundado con los raros elogios de Ethan, había vuelto a su cordura. Ethan se rió con la lengua chasqueando de vergüenza.

—No tienes que preocuparte demasiado. Dejaré mi anillo atrás. 

—¿Qué? Sin él, el poder de Mi Señor…

Jade habló con voz preocupada, luego cerró la boca cuando un pensamiento cruzó por su mente. Nadie podía entrar dentro de ese velo. Por el contrario, nadie que estuviera dentro del velo podía salir. Significaba que no importaba lo que hiciera Ethan dentro, no había nadie a quien contárselo.

—…

Jade miró inexpresivamente a los ojos de su Señor, que brillaban de color azul. Era su Señor quien siempre llevaba una correa alrededor de su cuello. Pero por una vez, la sombra de la correa que colgaba de su cuello parecía haber desaparecido.

—Regresaré antes del amanecer, así que hay algo que debes hacer antes de eso. 

—…Sí.

Jade pensó en blanco, escuchando las instrucciones que salían de la boca de Ethan. No sabía lo que sucedería allí.

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—Ejeje.

Claude sonrió de forma inusual y se clavó en los brazos de Sarah. El tacto suave del edredón y la calidez del cuerpo de Sarah le dieron a Claude una tremenda sensación de seguridad. El hecho de que hace un rato estaba temblando entre los monstruos aterradores ahora se sentía como un sueño. Claude sonrió y dijo, mirando a Sarah barriendo su espalda.

—Te vas a quedar conmigo hasta mañana, ¿verdad?

—Sí. Desayunaremos juntos mañana. 

—¡…!

Las mejillas del niño se pusieron rojas y sus ojos brillaron maravillosamente. 

En realidad, Claude lo sabía. Había un problema serio en el Imperio, y su padre y Sarah deberían estar allí para resolverlo. También sabía que Sarah no podía estar a su lado solo porque estaba un poco asustado y solo porque era un asunto urgente.

( En realidad, no estoy interesado en la paz del continente o la gloria del Imperio. Solo quiero proteger las cosas que amo. En ese sentido, lo más preciado para mí en este momento es Joven maestro Claude. Nada puede prevalecer sobre Joven maestro Claude. )

Sarah se ofreció a quedarse al lado de Claude sin dudarlo. Y mientras restauraba la mansión Ambrosia que había sido dañada aquí y allá, nunca soltó a Claude de sus brazos. No se alejó por mucho tiempo, pero Sarah no quería separarse de Claude ni por un momento. Y, de hecho, esa era la palabra más necesaria para Claude.

—Gracias…

Mientras Claude le agradecía tímidamente, Sarah sonrió brillantemente.

—Estoy más agradecido, Joven maestro Claude, por aguantar. 

—…Eung.

—Joven maestro Claude se convertirá en un hombre fuerte y duro más adelante. 

—¿Como padre?

—Sí, como Su Alteza el Duque.

Ante las palabras de Sarah, los ojos de Claude brillaron como si estuvieran incrustados con joyas. Sarah, que estaba mirando a los ojos del niño, sintió que se le encogía el corazón. Era tan claro que el cariño puro se desbordaba.

—Creo que estoy un poco feliz, nana. 

—Oh oh.

Claude abrazó a Sarah y se hundió un poco más en sus brazos. Había estado involucrado activamente en el contacto físico que normalmente no hacía bien a menos que Sarah lo hiciera primero. Fue un procedimiento muy natural que el corazón de Sarah no permaneciera tranquilo.

—Joven maestro Claude, estoy tan feliz ahora que no puedo respirar. Mi gatito bebé. 

Sarah abrazó a Claude, frotó la mejilla contra su cabello sedoso y lo olió para calmar su anhelo. Claude también se rió de las cosquillas, pero ni siquiera pensó en salir de los brazos de Sarah.

—Quiero vivir con la nana y el padre durante mucho, mucho tiempo. 

—Yo también.

Los ojos de Claude se abrieron como platos ante la respuesta de Sarah que inmediatamente salió, y luego hizo un puchero con los labios y dijo.

—Lo digo en serio. Tengo muchas ganas de vivir con nana durante mucho tiempo. 

—Oh, yo también hablo en serio.

Sarah y Claude comenzaron a discutir. El argumento de Claude era más o menos el siguiente. Hay dos tipos principales de niñeras para niños aristocráticos. Una es niñera lactante, que se dedica a la crianza de los niños desde que son recién nacidos. Y el otro, con el cuidado emocional de los niños, se queda a su lado hasta que se hacen adultos. Sarah fue la última de las dos. En tales casos, cuando los niños nobles a los que servían se hacían adultos, era común que permanecieran en la familia como un vaso familiar y recibieran un título, o que se convirtieran en criadas principales y se hicieran cargo de la casa. Pero Sarah era la Pequeña Condesa de Millen. Tenía una familia que administrar y, como era joven, podía casarse rápidamente con otro hombre y dejar su trabajo de niñera antes de tiempo.

—Si te casas más tarde, el bebé de nana ya no seré yo.

Como si no le gustara con solo imaginarlo, Claude se mordió los labios con fuerza. El niño también era posesivo. También era muy parecido a Ethan. Sarah era joven y hermosa, y escuchó que los jóvenes la cortejaban constantemente. Se dijo que se la podrían llevar en cualquier momento.

—Esto es tan injusto, Joven maestro Claude. ¿Por qué me casaría con otro hombre?

Sarah lloró como si fuera realmente injusto y triste. 

¿Cómo podría enamorarme de otro hombre sabiendo que existe un hombre llamado Ethan Ambrosia?

Sarah estaba sufriendo por la aparición de otros hombres como calamares debido a Ethan Ambrosia en estos días. Además, era una de las pocas personas en las que Sarah podía confiar. Él fue la primera persona que le hizo darse cuenta de que había alguien más fuerte y poderoso que ella. 

Era un hombre que podía darlo todo para proteger las cosas que le importaban, e incluso era un hombre que las protegía todas a su antojo. Entonces se volvió más codiciado.

—No tengo intención de casarme, ya que estoy con Joven maestro Claude y Su Alteza el Duque.

Sarah secretamente derramó sus sentimientos. Entonces las orejas de Claude se agudizaron.

—¿Hmmmm?

Claude sonrió significativamente y entrecerró los ojos. Fue porque sintió algo levemente agradable. Claude aún era demasiado joven para comprender el significado exacto.

—Ya sabes, niñera. ¿Puedo preguntarte solo una cosa? 

—Sí, no dudes en preguntarme. 

—Nana hizo un juramento conmigo. Estarás a mi lado hasta que sea feliz. 

—Así es.

—Entonces, si estoy feliz, ¿se irá Nana?

Los ojos de Sarah se agrandaron ante la pregunta de Claude. Fue solo ahora que supo por primera vez que su juramento podía interpretarse de esa manera. Sabía muy bien que no podía seguir siendo la niñera de Claude para siempre. Pero de repente, Claude tuvo miedo de que ella se fuera, y se le ocurrió que él podría reprimir su felicidad incluso en sus momentos felices. Si ella no podía concentrarse en la felicidad frente a él porque tenía miedo de que ella se fuera, sería el comienzo de otra desgracia.

No hay nada que yo pueda hacer.

Había una manera de que Sarah estuviera cerca de él incluso si no era su niñera. Sin embargo, no estaba segura de si Claude podría aceptar esto.

—… Joven maestro Claude, en realidad, esto es un secreto.

Sarah le indicó con cautela a Claude que se acercara. Iba a decírselo algún día, pero cuando lo hizo, sintió que sudaba frío.

—¿Qué?

Claude aguzó el oído ante la palabra «secreto» y se acercó. Puso sus labios en la oreja del niño y susurró.

—En realidad, quiero vivir con Su Alteza el Duque durante mucho tiempo. Eso…, justo al lado de Su Alteza el Duque.

Por primera vez, Sarah habló abiertamente de sus sentimientos.

—¡…!

Y pudo hacer contacto visual con Claude, quien abrió mucho los ojos con una cara sonrojada.