⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Preguntó Ethan, mirando lastimosamente a su subordinado, quien estaba temblando y tratando de escapar de la realidad.

—… ¿Qué pasa con Sarah?

—Yo tampoco lo sé. Ella no ha vuelto todavía. He estado esperando a Mi Señor aquí. 

—Es tarde. ¿No se suponía que ella regresaría por la mañana? 

—Mi Señor dijo que volverías pronto, pero no lo hiciste. La Señorita Sarah podría no venir a pesar de que prometió venir por la mañana. 

—Sarah nunca ha dejado de cumplir su promesa. ¿Hay algo que le haya pasado a Claude…?

Ethan, que estaba tratando de pensar en la situación de la mansión, frunció el ceño a Jade, quien había estado sutilmente molesta por un tiempo.

—Pero Sir Harper. ¿No es tu tono un poco arrogante?

En respuesta a la pregunta de Ethan, Jade hizo un puchero.

—Moriré a manos de Mi Señor de todos modos… ¿No tengo que decir lo que tengo que decir?

—No te mataré. 

—¿En realidad?

—Así es.

—¿Lo prometes?

—… Lo prometo.

Cuando Ethan respondió, el rostro de Jade se iluminó y su postura se enderezó. Luego comenzó a halagar, frotándose las manos de manera descaradamente servil.

—Aigoo, estoy vivo. Cielo, Mi Señor, soñé que un segador iba y venía frente a mis ojos.

Jade se veía realmente descarado mientras suspiraba y pretendía secarse el sudor que ni siquiera corría como si fuera terrible.

—…

Ethan ni siquiera pudo decir nada sobre esa acción. Jade Harper. Era el único en el Imperio Crombell que podía cerrar la boca de Ethan Ambrosia después de Sarah.

—De todos modos, ¡gracias por regresar sano y salvo a este Jade Harper! Como fiel servidor de Mi Señor, ¡cuán encantado estoy!

—…

No podía creer que tuviera este tipo de subordinado. Ethan pensó seriamente por un momento si había elegido al ayudante equivocado. Su cerebro era bueno, pero él era estúpido. Entonces, el cerebro era un genio, pero la persona era un idiota. Aprendió a través de Jade que los dos podían coexistir al mismo tiempo.

—Haa.

Al final, no tuvo más remedio que sacudir su cabeza palpitante, recordando el hecho de que tendría que cargar con ese frívolo subordinado por el resto de su vida. Si hubiera pasado por debajo de otra persona con ese hocico de miedo, habría muerto antes.

—¿Qué pasa con el Segundo Príncipe y el Tercer Príncipe? ¿Como están?

—Bajo la presión del Emperador. Aparentemente, el Emperador estaba nervioso. Esperaba que regresaran sanos y salvos sin que nadie resultara herido.

Ante las palabras de Jade, Ethan levantó las cejas por un momento, entrecerró las cejas y luego pasó junto a él. Ethan, que corría hacia el lugar que los príncipes habían preparado, se detuvo por un momento y luego se dio la vuelta como si hubiera estado pensando en otra cosa.

—Necesito ver a Sarah primero. 

—Ella no está aquí todavía. 

—Voy a hacer que ella venga aquí. 

—¿Cómo?

—¿Con mi belleza?

—…

No podía creer que este fuera su Señor. Jade Harper pensó por un momento. Su Señor era tan respetado que era un hombre sabio que ni siquiera podía ser puesto en la misma categoría que la gente común. Pero a veces se preguntaba de dónde procedía esa confianza.

Sí, es la confianza que viene de la cara. De paso…

¿Cómo surgió realmente la idea de hacer que Sarah viniera a este lugar con su belleza? Si eso fuera posible, pensó que sería Jade Woofer*, no Jade Harper, y que sería un woofer en el futuro.

N/T: (Woofer (우퍼) tiene la misma última palabra que Harper (하퍼) en coreano. Y el woofer también es un tipo de altavoz (dado su boca ruidosa LOL)

—De todos modos, hay algo así, por lo que el Señor debería entregárselo al Segundo Príncipe y al Tercer Príncipe al mismo tiempo. Tan pronto como esto termine, Ambrosia estará fuera. 

—… ¿Mi señor? ¿Qué significa eso? ¿Qué quieres decir con que nos quitamos las manos de encima? 

—Literalmente. Retiro de Alton, Su Alteza el Primer Príncipe y todo lo relacionado con los magos negros, Ambrosia cerrará la puerta de la familia.

Ante la declaración de Ethan, Jade palideció y luchó por sostener su cuerpo.

—¡Por qué! ¡Lo hicimos todo! ¡Incluso si recoges las cosas que caen silenciosamente aquí y las manejas, la familia imperial…! 

—Shh. 

—…

Ethan levantó su dedo índice y lo puso en sus labios. Sus ojos estaban doblados en una suave curva mientras brillaban fríamente.

—¿Señor conoce el dicho de que una gamba murió en una pelea de ballenas? 

—Nunca antes lo había escuchado.

—Eso es lo que me dijo Sarah. Me encantó desde la primera vez que lo escuché.

Ante las palabras de Ethan, Jade trató de tragarse las palabras: A mi señor le gusta todo lo que dice la Condesa Millen.

—Entonces, ¿qué tiene eso que ver con cerrar la puerta de la familia ahora?

—Significa que Ambrosia solo tiene que recoger la carne del camarón que murió después de la pelea de ballenas, señor. 

—…

Las dudas en el rostro de Jade gradualmente se convirtieron en asombro ante las palabras de Ethan. Fue porque parecía saber qué tipo de imagen se dibujaba en la cabeza de su Señor.

—¿Qué diablos… viste ahí?

Ethan solo sonrió ante la pregunta de Jade. Parecía que el abismo del mar arrastraría tanto a las ballenas como a los camarones al fondo a la vez, por lo que Jade no tuvo más remedio que temblar.

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El día tan esperado ha amanecido. Todos los nobles y soldados que habían partido de la capital hacia Alton Estate se reunieron en un solo lugar. El ejército dirigido por el Segundo Príncipe y el ejército dirigido por el Tercer Príncipe pelearon una batalla invisible, pero al final, tenían una cosa en común. Rescata Alton Estate de las garras del mago negro y Su Alteza el Primer Príncipe.

—¡Hoy, quitaré el velo salvaje sobre Alton Estate! ¡Salva al pueblo que sufre de Alton y muéstrale a todo el continente la fuerza de mi Imperio Crombell! 

—Woaaaah.

El Segundo Príncipe Ilior dio un paso al frente y levantó la moral del ejército. Cuando se eliminó esa barrera, tuvieron que lidiar con la magia negra que nunca antes habían experimentado. Nunca habían visto a un mago en toda su vida, pero ahora pronto conocerían a los magos negros, villanos que solo aparecían en libros o cuentos largos. No solo los soldados, sino también los caballeros enviados por cada aristócrata estaban atemorizados.

—El mago de la torre mágica estará con nosotros. Los magos negros son, después de todo, solo impurezas en la torre mágica, con el verdadero mago con nosotros, la victoria de hoy pertenece a Crombell.

Siguiendo al Segundo Príncipe Ilior, el Tercer Príncipe Eleon se adelantó y los animó. Fue entonces cuando la confianza apareció en los rostros de aquellos que se habían endurecido por la tensión. Ahora, los ojos de todos los nobles y soldados se dirigieron al reino de Ambrosia, que estaba ubicado un poco más lejos. En el momento en que el Duque Ethan Ambrosia con el mago apareciera allí, todo comenzaría.

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—¿Puedo pasar?

—¡Sí, entra!

Ethan agarró la túnica de Sarah con sus propias manos y entró en la tienda donde se alojaba. Sara no trajo a su criada, y mucho menos a ningún sirviente para atenderla. Así que el trabajo de Ethan era atenderla todo el camino hasta Alton Estate. Muchos Caballeros de Ambrosia se ofrecieron como voluntarios para servir a Sarah con los ojos brillantes, pero no tuvieron más remedio que ceder ante su Señor con una sonrisa triste y el rabo entre las piernas.

—No pareces nervioso en absoluto. 

—Eso no es nada.

Sarah sonrió brillantemente con una expresión de confianza en su rostro. Al ver eso, Ethan sonrió un poco y desdobló la bata que había traído consigo, haciéndola cómoda para que ella la usara. Al principio, Sarah se sentía incómoda con su toque, pero en este punto, naturalmente aceptó lo que Ethan estaba haciendo.

—¿Quieres que te cepille el pelo?

—¿Qué? No, está bien. Va a ser un desastre si me pongo la túnica de todos modos…

Cuando Ethan le preguntó, Sarah negó con la cabeza sorprendida. A primera vista, pareció sorprendida y se negó, pero Ethan sonrió y la miró a la cara en secreto mientras se alejaba. Un sutil color rojo estaba surgiendo en sus oídos. Habló en un tono suave, fingiendo no saberlo.

—Sería bueno si lo trenzas bien y lo atas. 

—¿Está bien?

—Por supuesto.

—…Entonces, por favor.

Ante las palabras de Ethan, Sarah reflexionó por un momento y luego asintió como si hubiera tomado una gran decisión.

—Entonces ven aquí.

Sonrió felizmente y llevó a Sarah a un pequeño espejo dentro de la tienda. Sarah, que miraba el rostro de Ethan con ojos como si estuviera poseída por algo, se sentó en la silla frente al espejo con la cara roja que parecía estallar.

—¿Pero Su Alteza el Duque sabe cómo trenzar el cabello?

—¿Por qué? ¿Estás nerviosa?

—No, no creo que haya nada que Su Alteza el Duque no pueda hacer… Tengo un poco de curiosidad.

Sarah se miró en el espejo y dijo, mirando su cabello envuelto suavemente alrededor de la mano de Ethan.

—Parece que estás familiarizado con eso para mí.

Una mirada entrecerrada sutil y delicada se dirigió a Ethan. La cara de Sarah parecía como si quisiera decir Bueno, ¿Su Alteza el Duque parece haber peinado un poco el cabello de la mujer? Ya que eres tan popular, ¿cuántas mujeres deben haber pasado por las manos de Su Alteza el Duque?. Ethan sonrió en silencio a la cara de Sarah, lo que mostraba claramente lo que estaba pensando.

—Estoy acostumbrado a eso.

—…Ah, claro.

Las palabras de Sarah continuaron lentamente en respuesta a la respuesta de Ethan. Parecía parecerse a Claude cuando estaba insatisfecho, por lo que Ethan reprimió su deseo de molestarla un poco más. Fue porque no quería ser odiado por Sarah por un malentendido inútil.

—Cuando era joven, no había nadie para cortarme el cabello, así que a menudo me peinaba y trenzaba así. 

—… ¿Su Alteza el Duque lo hizo?

—Sí.

Los ojos de Sarah brillaron maravillosamente como si hubiera encontrado algo muy interesante.

—¿Tenías el pelo largo cuando eras niño?

—Después de la manifestación de mis poderes, todos estaban asustados y extremadamente reacios a acercarse a mí.

Ethan solo tenía la edad de Claude en ese momento. Era demasiado joven para controlar su poder, por lo que los sirvientes en ese momento ni siquiera podían cuidar de Ethan. No había nadie para cuidarlo, así que Ethan lavaba, vestía y comía solo. Como no había nadie que cuidara su cabello, su cabello creció naturalmente más largo y, a menudo, tropezaba con su propio cabello y se caía.

—Creo que así es como viví hasta que pude controlar mi poder y tuve la edad suficiente para ingresar a la escuela noble. 

—¿Entonces estás diciendo que habías estado trenzando tu largo cabello hasta entonces?

—Sí.

—…Quiero verlo.

La mirada de Sarah se volvió hacia el cabello ahora corto de Ethan.

—Si terminamos bien este trabajo, les mostraré un retrato de mi infancia. 

—¡…!

Los hombros de Sarah revolotearon con entusiasmo ante las palabras de Ethan, luego se cayeron como si se diera cuenta de algo.

—¿…?

Ethan inclinó la cabeza con curiosidad ante la vista. Fue en ese momento que sintió algo extraño al ver el rostro de Sarah asomándose a él.