⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Estaba sin aliento. No había pasado mucho tiempo desde que había corrido tan fuerte, pero estaba abrumado, por lo que Ethan jadeó para recuperar el aliento y corrió. ¿Qué tan lejos estaba la habitación de Sarah, donde se quedaba varias veces al día ya veces todo el día?

—¡Mi Señor, Mi Señor…!

Las voces de los subordinados que seguían a Ethan eran distantes. El grito de Claude se propagó débilmente cuando se acercaron a la habitación donde dormía Sarah. Desde que Sarah despertó, debió haber estado llorando por la tristeza que había soportado, pero un hilo de miedo atravesó el corazón de Ethan. Antes de darse cuenta, había llegado frente a la puerta de Sarah.

—…

Al contrario de cómo había estado corriendo a una velocidad tremenda justo antes, la mano de Ethan que sostenía el pomo de la puerta no tenía fuerza. Un sudor frío goteaba de la punta de su barbilla.

—¡Ahhhh, nana! ¡¡¡Nana!!!

Los gritos de Claude se escuchaban en la habitación. Era más como un grito que un grito de emoción.

—…Por qué.

¿Por qué lloras tan triste? ¿Por qué estoy parado aquí sin poder abrir esta puerta?

Anticipándose a la ansiedad, el corazón de Ethan latía irregularmente. Pero con fuerza, agarró el pomo de la puerta y abrió la puerta.

—¡¡Padre!!

Claude, que encontró a Ethan abriendo la puerta y entrando, se precipitó a sus brazos de inmediato.

—Heuk, heuk. Padre, nana, nana…

En un instante, el dobladillo de Ethan estaba mojado con las lágrimas del niño. Ethan dobló las rodillas y abrazó a Claude, levantando su pesada cabeza y mirando a Sarah. Todavía tenía los ojos cerrados.

—¡La nana se despertó, se despertó…! Yo estaba segura…

Al ver a Sarah abrir los ojos, May y Ronda salieron corriendo de la habitación. Claude fue el único que tuvo una pequeña conversación con Sarah que abrió los ojos.

—¡Se durmió de nuevo!

Sarah, quien hizo contacto visual con Claude, sonrió mientras luchaba por estirar las comisuras de su boca que no podía mover bien. Era una sonrisa que sabía que pronto volvería a cerrar los ojos. El rostro de Claude estaba lleno de profunda desesperación.

—Claude. Está bien. Está bien…

Ethan cuidó al niño y lentamente se acercó a Sarah. Había un poco de color en su rostro, que no se podía ver. Era una prueba de que ella debe haberse despertado hace un tiempo. La mano de Ethan tembló cuando puso su dedo debajo de la nariz de Sarah. Podía sentir su aliento. Ella todavía estaba viva. Aún viva.

—Haa…

Tomando una respiración profunda, Ethan miró a Claude y preguntó.

—¿Qué dijo Sara?

—Hic, hic. Nana dijo… que me extrañaba…

Claude lloró y le dijo a Ethan lo que Sarah había dejado atrás.

( Mi bebé está aquí… )

( ¿Nana…? )

( Te extrañé, tanto, tanto. Te extrañé mucho. )

( Euk, eh… ¡Heuk! )

Claude, inmerso en la emoción, no podía decirle una palabra a Sarah porque estaba llorando. Quería decir que él también la extrañaba, que estaba tan ansioso que se estaba volviendo loco mientras su nana no se despertaba. Quería decírselo, pero Sarah volvió a cerrar los ojos, dejando solo esas palabras.

—¿Qué pasa si Nana no puede despertarse así para siempre?

Pensando que solo le mostró a Sarah su cara de llanto por última vez, estaba tan triste que no podía soportarlo. Durante el año que Sarah no se despertó, Claude vivió cada día sin lloriquear. Trató de estudiar mucho, comer mucho y reír mucho. Fue porque Sarah parecía querer que él lo hiciera. Pero hoy, Claude no pudo soportarlo y colapsó.

—Tengo miedo. Estoy tan asustado. Padre…

El llanto de Claude en los brazos de Ethan parecía haberle vaciado el alma.

—Está bien, está bien…

Palmeando así a Claude, Ethan acarició el cabello de Sarah con manos temblorosas y le acarició la mejilla una vez.

—Está templado.

El calor circulaba por el cuerpo, que no tenía calor. El cuerpo, que había estado frío como un cadáver, ahora tenía un aura cálida como una persona viva. Al escuchar el murmullo de Ethan, Claude levantó la cabeza enterrada.

—¿La nana está caliente?

—Sí.

Claude se deslizó de los brazos de Ethan y se metió debajo de la manta que cubría a Sarah. Se aferró a su cuerpo y abrazó a Sarah con sus cortos brazos.

—Ella se despertó hoy, así que se despertará de nuevo. Nana dijo que me extrañaba, así que vendrá a verme de nuevo.

El murmullo de Claude estaba cerca de un deseo desesperado. Enterrando su cabeza en los brazos de Sarah, el niño sonrió tristemente por el calor que sentía ahora.

—…

Ethan mantuvo sus ojos en el niño durante mucho tiempo. Y esa tarde, todos los muebles de la oficina del Duque fueron llevados a la habitación de Sarah. Todo el trabajo, las comidas y los informes de Ethan se hacían en la habitación de Sarah. Como si no pudiera perderse un solo momento.

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Después del día que Sarah abrió los ojos por primera vez, dos noches después volvió a abrirlos. Claude estaba acostado junto a Sarah tratando de conciliar el sueño, y Ethan estaba sentado en la cama leyendo al niño. Era uno de los cuentos de hadas que Sarah había escrito para Claude en el pasado, una cosa preciosa que había guardado sin leer.

—El zorro negro se disfrazó del abuelo del niño para comerse al niño de la capa azul. 

—Padre, ¿puede un zorro disfrazarse de persona? El zorro que vi era muy pequeño. ¿No sería un idiota el chico si se dejara engañar por eso? 

—…Era un zorro negro que podía usar magia.

—Ah, entonces podría ser. Por favor, sigue leyendo.

Ethan terminó de leer el cuento de hadas sudando frío cuando Claude le preguntó, quien se estaba volviendo más inteligente día a día.

—El chico de la capa azul salió tarde en la noche para darle algo de comer a su abuelo ese día también. 

—Padre.

—…¿Sí?

Cuando Claude lo llamó una vez más, los dedos de Ethan temblaron mientras pasaba las páginas.

—¿Por qué los padres del chico de la capa azul lo dejan hacer recados a altas horas de la noche?

—…

—Si fuera Nana, no me permitiría hacer mandados en una hora peligrosa.

—…Está bien. Sarah no te haría eso.

Esta vez, Ethan solo pasó las páginas del libro torpemente sin resolver la pregunta de Claude. En este cuento de hadas, los padres del niño de la capa azul en realidad llevaron al niño a la muerte como si quisieran que el zorro negro se comiera al niño de la capa azul. ¿Era esto realmente un cuento de hadas que un niño puede leer? Fue mientras Ethan miraba el cuento de hadas que Sarah había dibujado con tal pregunta. Una voz suave llena de risa respondió a Claude en nombre de Ethan.

—Porque el chico de la capa azul crecerá para ser un héroe. Los padres de un héroe deberían tener un corazón frío. Es como la ley de la historia…

—¡…!

—¿…Sarah?

Los ojos de Ethan y Claude se volvieron hacia Sarah, que sonreía suavemente. Los suaves ojos azules de Sarah miraban hacia allí como si fuera una mentira que hubiera mantenido los ojos cerrados.

—Quiero preguntarles si han estado bien, y quiero preguntarles si no me han extrañado todo este tiempo, pero… me estoy quedando sin tiempo. 

—¡Nana!

Claude se clavó en los brazos de Sarah. Entonces Sarah sonrió y suavemente le pasó la mano por la espalda al niño. El cuerpo del niño que recibió el toque de Sarah se estremeció y tembló. A diferencia de su abrazo unilateral cuando ella cerró los ojos, recibir el cálido toque de Sarah lo hizo incontrolablemente feliz. Era un toque que había echado mucho de menos.

—Te levantaste…

La voz de Ethan tembló al final de su pregunta mientras miraba inexpresivamente el rostro de Sarah. Sarah miró la cara de Ethan sin expresión y sonrió dolorosamente.

—Lo siento, no puedo venir aquí todavía.

Los ojos de Ethan se agrandaron ante las palabras de Sarah. Fue porque sonaba como si ella estuviera en otro lugar que no fuera aquí. Sarah cuestionó a Ethan, quien la miró fijamente con sus ojos temblorosos.

—¿Ya ha cambiado el poder de Su Alteza el Duque?

—¿Qué es eso…?

—Tienes que darme la respuesta. Así que por favor haz tu mejor esfuerzo. Para que pueda volver…

Las palabras de Sarah se hicieron más lentas y pronto se detuvieron.

—Nana…, ¿Nana?

El suave toque que había estado acariciando la espalda de Claude pronto cayó sin poder hacer nada. Sarah volvió a quedarse dormida, como si fuera mentira que acababa de despertar.

—…

—…

Claude y Ethan miraron el rostro de Sarah por un momento. Pero ahora no había desesperación sin esperanza en sus rostros como la última vez.

—Padre…

—Sí.

Ethan y Claude se miraron y asintieron levemente. Ella les pidió que hicieran todo lo posible para que ella pudiera regresar. Eso significaba que Sarah también estaba trabajando duro para regresar. 

Ella podría despertar. Ella podría volver. 

Sarah lo dijo directamente, así que debe ser así.

—Tenemos que llamar al hermano Benjamin y a la hermana Belluna. 

—Daré la orden ahora mismo.

Parecía que el camino finalmente era visible. Finalmente. Aunque Sarah volvió a quedarse dormida, Claude dejó de llorar. Ethan también pudo reprimir la oscura desesperación.

—La próxima vez que abras los ojos, no te dejaré ir tan fácilmente, Sarah.

Acarició suavemente el cabello de Claude, luego se levantó y salió de la habitación.

—Tengo una respuesta que dar.

No habría más espera sin promesas. Los ojos de Ethan brillaron más que nunca.

Su última experiencia había sido suficiente para que él la soltara de sus manos en vano.

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La noticia del segundo despertar de Sarah llegó a todos en Ambrosia. Incluso aquellos que no podían ir a la habitación de Sarah debido a la angustia comenzaron a entrar en la habitación de Sarah de vez en cuando para comprobar su estado. Fue porque no sabían cuándo abriría los ojos y les hablaría. Así que la afortunada protagonista que presenció el tercer velorio de Sarah fue May.

—Hola May.

—¡Señorita Sarah!

Cuando May entró a limpiar la habitación de Sarah, ya se había levantado de la cama y miraba por la ventana. Fuera de la ventana, el tiempo de juego de Ethan y Claude estaba en pleno apogeo. Benjamin y Belluna también estaban allí. La luz del sol no entraba en el bosque del monstruo, pero había momentos en que el sol brillaba intensamente durante aproximadamente medio día por la tarde. Cada vez que eso sucedía, Ethan sacaba a Claude afuera y tenía tiempo para jugar. Fue porque Sarah le había dicho antes que los niños deberían crecer a la luz del sol.

—¿Estás bien? ¿Estás de vuelta? ¡Llamaré a Su Alteza el Duque y Joven maestro Claude de inmediato!

—Shhh.

May, que estaba a punto de huir con lágrimas corriendo por su rostro, fue agarrada por Sarah con voz suave.

—¿Cómo puedes interrumpir el tiempo de juego de Joven maestro Claude?

—Pero la Señorita Sarah se despertó así que…

—Me volveré a dormir pronto. 

—¡…!

Sarah, que sonrió suavemente a May, volvió a mirar por la ventana. El rostro de Claude estaba más oscuro que antes, pero Ethan levantó al niño y lo puso sobre su hombro, haciéndolo sonreír ampliamente. Benjamin pinchó a Claude en la espalda con el dedo y el niño se retorció con un cosquilleo. Mientras detenía a Benjamin, Belluna sonrió agradablemente ante el sonido de la risa del niño. Mantuvo la imagen en sus ojos durante mucho tiempo y Sarah abrió la boca.

—Antes de eso, tengo un favor que pedirte.