⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Padre?

Al ver entrar corriendo a Ethan tras abrir bruscamente la puerta, Claude se acercó a él con los ojos muy abiertos. 

La ansiedad golpeó el rostro del niño ante la mirada de urgencia.

—¿Ocurre algo?

La voz de Claude temblaba débilmente. Fue porque sintió algo en el rostro endurecido de su padre. El rostro del niño, que seguía la mirada de Ethan mirando a Sarah por encima del hombro, se tornó rápidamente lacrimógeno.

—¿Qué le ha pasado a Nana?

—… ¿Puedes apartarte un momento, por favor?

Ethan pasó suavemente la mano por el pelo de Claude y le puso una mano en el hombro. La impaciencia era evidente en la forma en que apartó al niño con una fuerza cariñosa pero decidida.

—¿No puedo quedarme aquí?

Claude negó con la cabeza, manteniéndose firme.

—No te molestaré. Me sentaré aquí tranquila y discretamente. 

—……

—Quiero quedarme al lado de Nana, por favor.

Ante la súplica de Claude, incluso May, que estaba con el niño, miró a Ethan con desesperación. En un principio, se habría derrumbado fácilmente ante la petición del niño. Pero esta vez era diferente. Sus ojos estaban lejanos, como si su alma se hubiera escapado a alguna parte, y su respiración temblaba violentamente. 

La punta de sus labios temblaba y se abría, y pronto incluso se mordió los labios y cerró los ojos.

—¿…?

Claude y May intercambiaron miradas entre sí en silencio, mirando a Ethan, que parecía extraño a pesar de encontrarse en un estado extraño.

—Joven maestro Claude.

May meneó la cabeza en silencio y Claude se mordió los labios con fuerza. 

—Entiendo… saldré un momento.

Ethan acarició el pelo de Claude sin decir palabra. May tendió la mano hacia Claude, y el niño la cogió. Al salir de la habitación, miró a Sarah como si tuviera sentimientos persistentes. Entonces Ethan pronunció el nombre del niño en voz baja.

—Claude.

—¿Sí?

Aguzó el oído y se volvió para ver que Ethan le sonreía débilmente. 

—Espera en el jardín.

—¿En el jardín? No es hora de pasear….

Fue cuando Claude ladeó la cabeza ante las repentinas palabras de Ethan. 

—Iré con Sarah en un minuto.

—¡…!

Los ojos de Claude temblaron violentamente. Sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba a Ethan con incredulidad.

—¿Puede levantarse Nana? Nana…

Ethan asintió levemente con la cabeza.

—… Estaré esperando. Así que, por favor, ven con Nana.

Claude se mordió el labio y se dio la vuelta. El sudor empezó a brotar de sus manos mientras sujetaba las de May.

—El Duque debe haber encontrado una manera. 

—… Eung, eung.

Claude se tragó las lágrimas con la cabeza gacha. Si su padre realmente había encontrado la manera de despertar a su niñera, no podía recibirla con la cara llena de lágrimas. Se jactaba de estudiar mucho, comer bien y hacer ejercicio mientras su niñera estaba fuera. Tenía que decirle que contenía las lágrimas aunque la echaba de menos, y que creía a su niñera que decía que volvería.

—Cuando Nana se despierte, le diré que la quiero.

Ante las palabras de Claude, May respondió con una brillante sonrisa. 

—A Lady Sarah le encantará.

—Sí.

Después de que Claude desapareciera, cerrando la puerta con una gran inclinación de cabeza, Ethan se acercó a Sarah lentamente, a diferencia de lo que había hecho anteriormente. Cuando Sarah estuvo frente a él, su cuerpo se puso rígido y empezó a sentir miedo. Se sentó con cuidado en la cama y miró la cara de Sarah. Su aspecto de dormir con cara tranquila no le resultaba familiar.

—….

Ethan seguía sin saber mucho de Sarah. ¿Por qué la Gran Maga con un poder tan fuerte vivía como una aristócrata ordinaria del Imperio Crombell? ¿Cómo era capaz de volcar tanto afecto y atención en sí misma y en Claude? ¿Por qué su alma abandonó este lugar y se ausentó? ¿Por qué hizo un juramento con sus discípulos y qué tenía que ver con este incidente? 

Quería saberlo todo, pero no había nada que no averiguara en Crombell. Sólo Sarah Millen era demasiado difícil para Ethan.

Desde el principio, el comportamiento de Sarah no era fácilmente predecible.

Ella fue la persona que voló la puerta de la habitación de Claude desde el primer día que llegó a Ambrosia. Se había acercado a ellos como si no tuviera miedo, a pesar de que sabía lo terrible que podía ser el poder dentro de Ethan y Claude. No se atrevía a decir que era una persona predecible. Ni siquiera podía imaginar en su cabeza cuánto había planeado y cuánto no. Así que no tuvo más remedio que tener miedo.

—Responderás a mi llamada…

La contingencia lo retuvo. Sarah sabía que el poder de Ambrosia era el poder de satisfacer el ‘deseo’. Por eso creyó en ese poder y bloqueó con todo su cuerpo la embestida del Primer Príncipe, Ceasar de Crombell. Ella creía que el poder de Ethan podría cambiar como el de Claude.

¿Me veo como alguien que se irá para siempre sin escuchar la respuesta del Duque? En absoluto.

Cogió la mano flácida de Sarah y le besó el dorso. Era agradable sentir el calor alrededor de su cuerpo, que había estado frío todo el año. La temperatura corporal de Sarah se había mantenido desde que abrió los ojos.

Sarah probablemente no sabía lo reconfortante que era este hecho para él y para Claude.

—Confío en ti, que estarás esperando mi respuesta. Así que el hecho de que mi terrible poder pueda cambiar….

Ethan se alisó el anillo que Sarah le había puesto.

( No quiero verte quitarte el anillo que te di con tanta frialdad. )

Las últimas palabras de Sarah perduraron en su mente.

—Confío en ti.

Mientras un suspiro nervioso escapaba de sus labios, Ethan se quitó lentamente el anillo del dedo. Como el día en que Sarah y Claude fueron humillados bajo la espada del Primer Príncipe, lo aplastó en la palma de su mano con fuerza. Entonces, el poder del anillo penetró en Ethan y envolvió suavemente el poder de Ambrosia.

—¡…!

El poder que lo abrazaba cálidamente se parecía al de Sarah, así que Ethan cerró los ojos con fuerza y liberó lentamente el poder. Y pensó.

Que Sarah vuelva aquí. Que me elija a mí y a Claude. Así que una vez más…

( Me gustas. )

Dime esas dulces palabras. 

—… Urk.

Mientras liberaba lentamente el poder desbocado de su interior, Ethan se vio envuelto en la ansiedad provocada por el poder. Sin embargo, Ethan no apartó la mirada e intentó sentir el poder, y recordó constantemente las innumerables palabras que Sarah le había dicho.

( Así que el Duque ha pasado por esto sin hacer nada valioso. ¿Era realmente feliz con esa vida? )

( No sé lo que el Duque ha perdido o a lo que ha renunciado. Pero una cosa está clara: el Duque es ahora un hombre que tiene el poder de proteger lo que es precioso. )

( ¿No es mejor protegerlo aunque te hagan daño y lo pases mal que no hacer nada por miedo a perderlo? )

( Puede parecer divertido tomarme el pelo, pero es agradable ver al Duque sonreír más que antes. )

Al recordar aquella resonancia amistosa que aún resonaba vívidamente en su cabeza, un profundo deseo empezó a bullir lentamente en su interior. A medida que se iba erosionando por el poder, el deseo aumentaba gradualmente de volumen.

—Tu voz, tu sonrisa, tus brazos, todo…

El creciente deseo no sabía cómo detenerse ahora. Ethan pensó que ahora podía ser sincero sobre sus deseos.

—Lo deseo. No puedo dar ni un pedazo de tu alma. A nadie.

Una obsesión turbia fluyó por la voz sombría de Ethan. Ese era su deseo. Era algo más que el deseo de que Sarah se recuperara sana y salva y abriera los ojos. El deseo de Ethan era la obsesión de Ethan, incluso aterradora, de querer masticar y engullir todo de ella, de la cabeza a los pies.

—Nada puede alejarte de mí. Incluso si es un Dios, o el juramento de un mago…

Una luz gris plateada comenzó a salir lentamente de su cuerpo. El pelo de Sarah también ondeó a la luz acompañado de una débil ráfaga de viento.

—Te tendré.

Cuando los deseos descarados fluyeron de su boca sin vacilar, el cuerpo de Ethan fue completamente tragado por la luz gris plateada.

—¡…!

El poder de Ambrosia, que estaba latente en su interior, empezó a descontrolarse de golpe. Y comenzó a extenderse por toda la habitación de Sarah.

El poder de Ambrosia fluía violentamente por los vasos sanguíneos de todo su cuerpo. Ya era demasiado tarde para detenerse.

—¡No…!

De repente, surgió el miedo. ¿Este poder que había estado controlando toda su vida no dañaría a Sarah en lugar de salvarla? Porque él era un monstruo, este poder era una maldición.

—Sa-rah….

Fue cuando se esforzó por pronunciar su nombre y tratar de recuperar fuerzas. La voz de su madre vino a la cabeza de Ethan.

( ¡Monstruo asqueroso, deberías conocer tu lugar! )

( Al final lo arruinarás todo, demonio. Tu poder hará que esa mujer muera por completo. )

( ¡Porque eres el monstruo de Ambrosia! )

( ¡Nadie amará jamás algo como tú…! )

Los gritos de su madre, cercanos al alarido, resonaron con fuerza como si le desgarraran el cerebro. Su voz penetró en todo el cuerpo de Ethan con el poder de Ambrosía.

( ¿Qué crees que pasaría si esa mujer se enterara de ese sucio deseo, esa obsesión, que hierve en tu corazón? )

Al oír la voz de su madre extendiéndose como una maldición, Ethan pudo por fin sonreír, tirando de la comisura de los labios.

—… Sarah más bien le gustaría, madre. Porque ya he recibido su confesión.

Sólo después de oír las alucinaciones de su madre, Ethan se convenció.

(¡¡¡Ahh, ahhhhh!!! )

Viendo como gritaba tanto su madre que quería que siguiera siendo un niño maldito, era cierto que su fuerza estaba cambiando definitivamente.

—Finalmente decidiste apoyar el amor de este hijo.

Nunca pensó que la maldición de su madre sobre él sería tan dulce. Sonrió viciosamente y abrió completamente el poder de Ambrosia, que había sido suprimido.

—Recupera el alma de Sarah aquí.., para que pueda abrazarla.

El poder sin igual de Ambrosia se extendió por toda la mansión, así como por la habitación. Momentos después, un viento parecido a una tormenta sopló desde la mansión Ambrosia hacia todo el continente. Y…

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La ola de poder que comenzó en el continente cruzó la dimensión y alcanzó a Park Hyeyeon, que estaba esperando una oportunidad.

—… El Duque finalmente me está llamando.

Era hora de volver.

Park Hyeyeon finalmente se levantó lentamente del sofá donde estaba enterrada.

Y mantuvo su casa en sus ojos.

—Por fin.

Lentamente mantuvo en su mente la imagen del lugar al que nunca podría volver en el futuro, y con una sola lágrima, se dispuso a volver a la Ambrosía que tanto anhelaba.

El intenso poder arrastraba de nuevo el alma de Sarah dentro de Park Hyeyeon.