⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
✦ . * ˚ ✦ . * ˚ ✦
Un año después.
Toda la atención del Imperio Crombell se centró en el palacio imperial, esperando el regreso de la familia Ambrosia, que había sido tan anticipado. Ethan Ambrosia regresaría de unas largas vacaciones y, junto a su familia, visitaría al emperador para presentarle sus respetos.
Durante el último año, no hubo noticias de la familia Ambrosia en ninguna parte del Imperio Crombell ni del continente. La curiosidad creció aún más debido a su ausencia en la fiesta de nacimiento del segundo príncipe.
La gente se preguntaba qué tipo de vacaciones tan increíbles estarían disfrutando para haber desaparecido por completo. Así que muchos se reunieron en pequeños grupos frente a las puertas del palacio, esperando la llegada de la Familia Ducal de Ambrosia.
—¡Oh, oh! ¡Ahí vienen!
—¡Es la carroza de los Ambrosia!
En ese momento, a lo lejos, apareció la carroza de los Ambrosia, la cual todos habían estado esperando. Todas las miradas se dirigieron hacia ella.
—¡Ejem!
Jerome, el caballero que custodiaba las puertas del palacio, carraspeó fuertemente y enderezó su espalda. Estaba listo para recibir el pase de entrada de Ethan Ambrosia.
A medida que la carroza se acercaba, los ojos de las personas se volvían más intensos.
—Deténganse.
Jerome intentó bajar la voz, esforzándose por parecer solemne. Al sonido de su voz, la puerta de la carroza de Ambrosia se abrió con un clic.
—……
—……
—……
En ese momento, el silencio absoluto llenó el lugar. Todos esperaban ver a Ethan Ambrosia aparecer.
Pero quien bajó de la carroza no fue ni Ethan Ambrosia, ni Sarah Millen, ni siquiera Claude Ambrosia, sino alguien más.
—¡Ah, hoy también están haciendo un gran trabajo!
Era Jade Harper, el asistente de Ethan Ambrosia.
—¿Qué? ¿Cómo?
—¿Dónde está el Duque Ambrosia?
—¿Por qué sale él de la carroza?
Los murmullos de decepción comenzaron a brotar entre la multitud. Jade, ignorando los comentarios, mantuvo su sonrisa amable mientras sacaba algo de su bolsillo.
—Hoy estaba programada la visita, pero parece que tendremos que cambiar la fecha. Mi señor me ha enviado para informarlo.
—¿Eh? ¿Qué?
—La señora no se encuentra bien de salud y necesita descansar un poco. Mi señor me ha enviado esta carta para que se la entregue al Emperador. Por favor, asegúrese de dársela.
Jade colocó cuidadosamente la carta en la mano de Jerome.
—Confío en que se la hará llegar correctamente. Con su permiso…
Jade, sin dudarlo, se dio la vuelta, dando por concluido el asunto. Justo en ese momento, se escuchó un alboroto dentro del palacio y las puertas se abrieron de par en par.
—¿¡Descansar un poco!? ¡Ya han descansado un año! ¿Qué es eso de descansar un poco más? Yo, ¡yo ni siquiera pude ir a ver a mi Penelois cuando estaba de parto porque estaba enterrado en trabajo!
—¡Oh, saludos al Emperador!
—¡Saludos al sol del Imperio, el Emperador!
El Emperador Illeon salió corriendo del palacio, con espuma en la boca, y se lanzó hacia Jade.
—¡Tráiganlo de inmediato! ¡Tráiganme a Ethan Ambrosia ahora! ¡Es mi turno! ¡Es mi turno de irme de vacaciones! ¡Tráiganlo inmediatamente!
—Ah, Majestad… Por favor, suélteme…
—¡Ethan Ambrosiaaaa!
El grito desesperado del Emperador resonó por todo el lugar, llenando incluso la habitación donde Sarah, mediante un artefacto mágico, estaba observando la situación.
Ethan, viendo que su decisión había sido la correcta, apagó el artefacto.
—Te lo dije, Sarah. No era buena idea ir.
—Así es. No esperaba que Su Majestad estuviera tan decidido…
Sarah, con una sonrisa incómoda, acariciaba suavemente el cabello de Claude, que estaba dormido.
—No puedo entender cómo el Emperador de un imperio puede pensar que, porque yo descansé un año, él también debe descansar un año. Tch.
El simple pensamiento del Emperador, que ya había preparado sus maletas para irse en cuanto Ethan regresara, le provocaba un dolor de cabeza.
Si no hubiera sido más astuto que el Emperador, habría tenido que ver cómo este se iba de vacaciones. Aunque, claro, por más que el Emperador huyera, no escaparía de sus manos.
—Ah, las vacaciones fueron maravillosas, pero como en casa, en ningún sitio. ¿Verdad?
—Por supuesto. Descansaremos aquí en la mansión por un buen tiempo, Sarah.
Ethan y Sarah se sonrieron mutuamente, decidiendo dejar de lado las molestias del Emperador por un momento.
Fue entonces cuando May, quien había entrado a la habitación para llevarse a Claude, los miró a los tres y dijo:
—Por cierto, parece que los tres han disfrutado mucho.
Sarah sonrió con satisfacción, recordando lo maravilloso que había sido el viaje. Lo mucho que se habían divertido y lo hermosa que había sido la sonrisa de Claude. Había tantas historias por contar que ni tres días serían suficientes para narrarlas todas.
—Sí. Puedo verlo solo con mirarlos.
—¿De verdad?
—Sí. ¡Los tres han vuelto con la piel bronceada!
Como dijo May, las caras de los tres estaban uniformemente bronceadas de un suave tono dorado, señal clara de cuánto habían disfrutado al aire libre.
Sarah respondió con una voz que aún transmitía la emoción de las vacaciones.
—Si no vuelves con la piel bronceada después de un buen viaje, no parece que realmente lo hayas disfrutado. Lo hicimos a propósito.
—Me imagino que Su Majestad estará muy celoso.
—Bueno, antes de eso, mejor volvemos a la normalidad. Pero primero, disfrutemos un poco más.
Al ver la sonrisa traviesa de Sarah, no era difícil adivinar que ese ‘poco más’ duraría bastante tiempo.
May asintió y tomó a Claude en sus brazos.
—Claude ha crecido mucho ya.
May parpadeó sorprendida al notar lo pesado que estaba Claude, tanto que ya no podía cargarlo con una sola mano.
Aunque había visto a Claude de vez en cuando durante el último año, al verlo de cerca, el cambio era evidente: había crecido bastante.
—Dicen que ya está experimentando dolores de crecimiento. Me pregunto cuánto más crecerá…
—Si se parece a mí, seguirá creciendo hasta que sea adulto.
—Se pondrá muy guapo, nuestro hijo.
Sarah sonrió satisfecha. Luego, como si hubiera recordado algo, le preguntó a May:
—Ah, invité al señorito Elexa. ¿Ya ha llegado?
—Sí, probablemente haya llegado ya. ¿Despierto al joven Claude?
—Probablemente se despierte solo en un momento. Ah, también quiero ver al segundo príncipe. Era tan lindo solo viéndolo a través del artefacto de video, ¿cuánto más lindo será en persona?
—¿Le envío una invitación a Su Majestad la Emperatriz?
—No, aún debe descansar, así que iré yo misma. Además, tengo buenas noticias que quiero darle en persona.
—¿Qué tipo de…?
—Aún es un secreto. Pero es una noticia realmente, realmente, realmente buena.
Sarah miró a Ethan y sonrió dulcemente. Ethan le devolvió una sonrisa que parecía derretirse y le dio un beso en la frente.
—No hay noticia más feliz que esta.
Ante las reacciones de los dos, que hacían que el corazón se sintiera cosquilleante solo de verlos, May no pudo ocultar su curiosidad. Pero si era una noticia tan buena, pronto la escucharía.
May salió de la habitación con Claude en brazos. La jefa de las doncellas estaba trayendo a Elexa, que acababa de llegar.
—¡Claude!
—¿Hmm…? ¿Elexa?
Elexa, emocionado, llamó a Claude mientras corría hacia él. Al escuchar su voz, Claude, que aún estaba medio dormido, reaccionó de inmediato. Al ver a Elexa nada más abrir los ojos, Claude sonrió ampliamente, incluso con sueño, y empezó a moverse inquieto en los brazos de May.
—Tenga cuidado. Le bajaré.
May bajó a Claude con cuidado, y el niño corrió de inmediato hacia su querido amigo para abrazarlo.
—¡Hace mucho tiempo!
—¡Vaya, Claude! ¿Creciste?
—¡Sí! ¿Y por qué tú no creciste?
—…Yo también crecí.
Claude miró a Elexa, que era una cabeza más baja que él, con curiosidad, pero luego sonrió como si no le importara.
—¡Vamos a mi habitación a jugar! ¡Tengo algo que quiero preguntarte!
—¡Sí!
Los dos niños se tomaron de la mano y corrieron por el pasillo.
—¡Claude, Su Alteza! ¡No corran de esa manera…!
—¡Es tan divertido!
—¡Eso no es de buena educación!
—¡Solo por hoy, por favor!
—¡Ay!
Ante el tono juguetón de Claude, May y la jefa de las doncellas intentaron detenerlos, pero sus piernas cedieron y terminaron sentadas en el suelo.
—¿Qué habrá pasado durante el viaje para que nuestro joven Claude sea así…?
—¿No es más adorable?
Ambas se quedaron un rato sujetándose el corazón, incapaces de levantarse.
—Elexa, Elexa, ¿sabes qué?
—¿Qué?
Tan pronto como entraron en la habitación, Claude tomó las dos manos de Elexa y miró a su alrededor. Parecía estar preocupado por si alguien los escuchaba, con una expresión muy cautelosa. Al ver esa actitud, Elexa también se puso nervioso y preguntó:
—¿Qué? ¿Pasa algo?
—¡Sí!
—¿Qué es?
—Verás…
Claude volvió a mirar a su alrededor, recordando la advertencia de Sarah y Ethan de que era un secreto. Aunque confiaba en Elexa, debía ser cuidadoso con los demás. Tras asegurarse de que no había nadie, Claude se inclinó y le susurró al oído.
—Mamá y papá dijeron que tienen que pasar mucho tiempo juntos para que llegue un hermanito.
—¡Sí!
—Pero, ¿es posible que llegue un hermanito si no pasaron mucho tiempo solos?
—¿Eh?
Elexa inclinó la cabeza, confundida por lo que Claude decía.
—¿Qué quieres decir? Dijeron que tienen que estar solos para que eso pase, ¿no?
—Exacto. Mamá dijo que es un regalo del viaje. Pero durante todo el viaje, estuvieron conmigo todos los días, ¡y aún así tengo un hermanito!
—…¿De verdad? ¿De verdad vas a tener un hermanito, Claude?
—¡Sí!
Claude asintió con la cabeza, sus mejillas enrojecidas de emoción.
—Será una hermanita muy bonita.
—¡Wooooow!
Elexa soltó un grito de entusiasmo y luego, de repente, se tapó la boca con las manos. Claude, con los ojos muy abiertos, corrió a la puerta y escuchó atentamente para asegurarse de que nadie los había oído.
Al darse cuenta de que no había nadie, Claude miró a Elexa con una sonrisa encantadora.
—Mi hermanita será muy bonita. Así que, Elexa, prométeme algo.
—¿Qué cosa?
—Que todos los que la molesten serán castigados.
La contundente petición de Claude dejó a Elexa sin palabras por un momento. De repente, el futuro de la pequeña Duquesa que iba a nacer en la familia Ambrosia parecía preocupante.
[FIN DE LOS SIDE STORIES]
[SOY LA NIÑERA DEL VILLANO]
N/Nue: Ahora sí le damos el adiós definitivo a esta bella historia, soy lloros, lágrimas. Gracias por acompañarme en esta travesía, ¡nos vemos en otra bella novela!
Comments for chapter "Episodio 205"
MANGA DISCUSSION