ʚ♡ɞ・Traducción / Corrección: Lu

Hace más de 10 años.

—¡Listo!

Con el cabello recogido en dos coletas bien firmes gracias a unos adornos con forma de conejito, miré el espejo con expresión satisfecha.

Una niña de nueve años con un cabello rizado con el color de la flor de cerezo y grandes ojos brillantes color miel me devolvía la mirada.

¿Con esta apariencia no debería ser obvio que soy la protagonista? 

Así es.

La protagonista de este mundo dentro de una novela soy yo, Vivian Hessen. ¡Jeje!

Como toda protagonista, ya tenía un rostro impecable.

Un padre apuesto que era un verdadero padre sobreprotector con su hija. 

Una vida tranquila en un hermoso pueblo rural.

No es que fuera la hija de alguna familia noble importante ni que viviera rodeada de lujos como otras protagonistas, pero aun así… Me gustaba esta vida.

Hasta hace diez días, cuando una fiebre me dejó en cama.

Hasta que recordé que este mundo en el que vivo es en realidad el de un libro que leí en mi vida pasada.

Hasta que recordé que esta novela terminaba con la muerte de la protagonista…

¡¿Una historia de romance con un final trágico?! ¡¿Pero qué clase de broma es esa?!

La novela en la que reencarné, <El Príncipe Heredero Ama a los Pájaros>, era famosa por la profunda y desgarradora culpa que atormentaba al protagonista masculino, Allen.

El punto de inflexión en el que empezaba a arrepentirse de todo lo que hizo era…

Mi muerte…

Pero, dentro de todo lo malo, había algo bueno, también recordé cómo evitar ese destino.

La enfermedad incurable que padecía se llamaba «exceso de maná». Era una condición aterradora en la que una cantidad descomunal de maná se acumulaba en el corazón hasta que, finalmente, explotaba.

Entonces, si encuentro a Rahel, el problema está resuelto.

¿Y quién es Rahel? 

Rahel, la villana de esta historia.

No era la típica villana que rivalizaba conmigo por el protagonista masculino. No. Ella era la jefa final de la novela, una mujer con una gran ambición por apoderarse del trono.

Pero, al mismo tiempo, Rahel tenía una constitución única que le permitía absorber maná.

Era la única persona capaz de aliviar mi enfermedad.

En la historia original, Vivian rechazaba el tratamiento de Rahel porque quería proteger a Allen y terminaba muriendo, pero…

¿Qué me importa la historia original?

¡Primero tengo que asegurarme de vivir!

Que el protagonista masculino se arrepienta o no me da igual. ¡Voy a pegarme a Rahel y a vivir una larga vida sin enfermedades!

Y de paso, evitaré que se convierta en una villana.

¡Un plan perfecto en el que ambas salimos ganando!

Tras revisar mi apariencia en el espejo una última vez, salí de casa con una expresión decidida.

Hoy, Rahel vendría a este pueblo.

¡Espera por mí, Rahel!