ʚ♡ɞ・Traducción / Corrección: Lu

¿Quién es esta persona…?

Apenas vi el rostro de la mujer, me di cuenta de quién era.

Tenía la misma cara que Sally.

—La señorita tiene otros compromisos hoy.

Era Margaret, la niñera de Rahel y madre de Sally.

Ante sus palabras, Rahel, que estaba a punto de hablar, cerró la boca de golpe.

Yo miré alternativamente a Rahel y a Margaret con los ojos entrecerrados.

Por mucho que quiera proteger a Rahel, ¿acaso es correcto ignorar por completo su opinión?

Por más que la mirara, los ojos de Rahel parecían los de alguien que quería salir.

No he criado niños ni en mi vida pasada ni en la actual, así que no lo sé muy bien.

Aun así, estoy segura de que la actitud de Margaret no es la de una cuidadora adecuada.

—Humm, pero aún me queda tiempo para la hora del té con ella. ¿No podríamos ir antes de eso?

Con el rostro de una niña inocente, comencé a irritar deliberadamente a Margaret.

Después de todo, la verdadera naturaleza de una persona se muestra cuando está enojada, no cuando sonríe.

—Hoy no es posible salir. ¿Acaso mis palabras son difíciles de entender?

—Entonces, ¿si le pido permiso al Duque estará bien?

El rostro de Margaret, que hasta ese momento fingía ser una niñera amable, se frunció de inmediato.

Mis palabras podían interpretarse como:

De todas formas, tu opinión no importa, ¿no es suficiente con que el Duque lo apruebe?

Era una declaración que ignoraba por completo su autoridad en la crianza de Rahel.

Claro, dado que ahora solo soy una niña de nueve años, podría parecer que no tenía mala intención.

Pero justo por eso se enfadará aún más.

El hecho de que incluso una niña de nueve años ignorara su autoridad…

Tal como esperaba, Margaret dejó de fingir amabilidad y habló con voz fría.

—Parece que aún no lo entiendes, pero yo soy quien se encarga de toda la educación de la señorita. Mi voluntad es la del Duque. ¿Lo comprendes ahora?

Oh, me está tratando como si fuera una niña ignorante.

Pero dentro de este cuerpo no hay una simple niña de nueve años, sino alguien con recuerdos de una vida pasada.

Hah, no caeré en tu manipulación. Sin embargo, el problema es…

Miré de reojo a Rahel, que estaba observando la situación.

Ella no protestó ni una sola vez diciendo «quiero salir».

Independientemente de sus verdaderos sentimientos, aceptar las palabras de la niñera significaba que Margaret era una figura absoluta para ella.

Si me enfrento a la niñera aquí, solo haré que Rahel se oponga a mí.

Por ahora, era suficiente con haber confirmado que Margaret no era una buena persona.

Será mejor que retroceda por el momento.

Justo cuando intentaba dar por terminada la situación…

—¿Acaso alguna vez le he prohibido salir?

Desde lo alto de las escaleras, una sombra se proyectó.

¿¡El Duque!?

El rostro de la niñera se puso pálida al ver al Duque.

—¡S-Su Excelencia! Solo me preocupaba por la señorita…

—Si realmente te preocupa, basta con asignarle más escoltas.

El Duque dijo eso y miró brevemente a Rahel.

Al cruzar miradas con su abuelo, Rahel lo observó con los ojos vacilantes antes de apartar la vista.

Ahora que lo pienso, en la historia original se decía que la relación entre Rahel y el Duque era mala.

En la historia, Rahel terminaba volviéndose malvada y, al dejar la casa familiar, corta lazos con su abuelo.

Pensé que su relación se rompió cuando ella cambió, pero parece que era mala desde la infancia.

Mientras analizaba la expresión de Rahel, sentí una mirada sobre mí y volví la cabeza.

El Duque, que había apartado la vista de Rahel, ahora me observaba con su fría mirada.

Tragué saliva.

¿Así se siente la presión?

El Duque era tan alto que su mirada penetrante parecía clavarse en mí.

Aun así, me esforcé por no apartar la vista y sonreí con inocencia. Sentí que debía hacerlo.

Como cuando uno se encuentra con una bestia salvaje y no debe apartar la mirada.

Después de observarme por un momento, el Duque habló.

—Si quieres ir, ve.

Ante su inesperado permiso, no solo yo, sino también Sally y la niñera, abrimos los ojos de par en par.

—Por supuesto, debes regresar antes de que se ponga el sol.

La niñera, que estaba desconcertada por la situación inesperada, reaccionó con un segundo de retraso y se apresuró a objetar.

—P-Pero, Su Excelencia. La señorita tiene una clase de etiqueta en una hora.

Era su último intento desesperado por arruinar mis planes.

—Eso se puede posponer para mañana.

El Duque resolvió su objeción como si no fuera gran cosa.

—Owen, prepara el carruaje.

Además, ordenó la preparación del carruaje sin demora.

Después de eso, se dio la vuelta y se marchó.

Oh, ¿esto es lo que se siente el poder?

Aturdida por la inesperada ganancia, de repente noté las miradas de Sally y la niñera.

Ambas me estaban mirando con una intensidad que podría matarme.

Al ver eso, un nuevo plan se me ocurrió de repente.

Parece que Sally y la niñera solo piensan en deshacerse de mí.

Por otro lado, el Duque, por alguna razón, parecía tenerme en buena estima.

¿Y si aprovecho esta oportunidad para jugar mis cartas?

Con una sonrisa traviesa, me apresuré a acercarme al Duque.

—¡Su Excelencia!

El Duque, en lugar de responder, giró la cabeza hacia mí.

Incliné la cabeza con cortesía y saludé respetuosamente.

—Quería presentarme, pero parecía ocupado, así que no pude visitarlo.

—Recuerdo que ya nos saludamos en la cocina.

—Pero esta es la primera vez que me presento formalmente como amiga de la señorita, ¿verdad?

El Duque pareció considerar que mis palabras tenían sentido y me observó en silencio.

—Mi papá siempre me decía que cuando visitas la casa de un amiga por primera vez, debes presentarte adecuadamente con respeto.

—Parece que creciste bajo la tutela de un padre admirable.

—Entonces, hablando de eso…

Aproveché la oportunidad y, con la apariencia de una niña inocente, pregunté.

—¿Podría cenar con usted esta noche?

Básicamente, estaba pidiéndole que me invitara a comer.

Sin importar la diferencia de estatus, incluso entre amigos no era algo común.

Si no fuera una niña, habría sido ridículo.

Rahel me miró con incredulidad.

La niñera, que ya me miraba con disgusto, se apresuró a atacarme.

—Definitivamente no debimos aceptar a una niña plebeya sin educación… Su Excelencia, esta niña…

Pero la voz de la niñera, que intentaba sacarme de allí, fue interrumpida por la risa fuerte del Duque.

Entonces…

—De acuerdo.

¡Me dio el permiso que esperaba!

—No hay razón para no invitar a la amiga de mi nieta a una comida.

Todos los presentes quedaron sorprendidos.

El Duque me miró un instante antes de darse la vuelta y añadir:

—Owen, prepara un banquete.

☆゜・。。・゜☆★゜・。。・゜★

Pensé que había conseguido que Rahel saliera conmigo…

—No voy a ir.

Pensaba que tenía el permiso del Duque, que había echado a la niñera y a Sally, que estaban interfiriendo, y que lo único que tenía que hacer era marcharme.

¡Pero se negaba a irse!

Seguro que esos ojos estaban ansiosos por irse.

Con los ojos medio cerrados, miré a Rahel y, de pronto, al recordar la información de la historia original, le pregunté.

—¿Por qué? ¿Por qué no?

—No me gusta.

—¿Hay alguna razón por la que no quieras ir al pueblo? Dígamelo y lo resolveré

Insistí, y Rahel suspiró de mala gana.

—No me gusta porque es ruidoso y ajetreado.

La respuesta de Rahel confirmó mis sospechas.

Dijo que no le gustaba porque era ruidoso y ajetreado, pero en realidad…

Le dan miedo las miradas de la gente.

Tiene miedo de que la gente de este pueblo la reconozca.

Que le reconozcan y le llamen hija de traidores.

Quizá esta frialdad sea su mecanismo de defensa para protegerse.

Mientras pensaba en ello, sentí un poco de lástima por mi quisquillosa señorita.

—No hay manera de que puedas hacer algo al respecto, Quiero decir, no…

—¡Puedo arreglarlo!

Grité, instando a Rahel a darse la vuelta y alejarse.

—Te lo dije, ¿no? Lo arreglaré.

Rachel seguía siendo una mirada de desconfianza, pero sonreí con confianza.

—Confía en mí.