⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
Estaba acostada en la cama, escribiendo intensamente en el lienzo de mi mente.
Una persona inalcanzable, como el cielo nocturno.
El amigo preciado de mamá.
Con el mismo cabello negro que yo.
( No te enfermes, no te hagas daño, y si alguna vez tienes algún problema, puedes buscarme. ¿Entendido? )
( Me encantaría que siempre sonrieras así. Nos vemos la próxima, Aika. )
… Alguien que es increíblemente amable conmigo.
—Uf.
Me giré en la cama y me quedé tumbada de cara al colchón.
No puede ser…
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
—¿Dónde está el tío?
Incapaz de aguantar mi curiosidad, salí.
Recorrí los pasillos buscando a mi tío por todas partes. Al final del corredor, vi a un hombre con el familiar cabello castaño y ojos verdes.
Era Leto, quien ayudaba a gestionar esta enorme mansión en lugar de mi tío.
No sería exagerado decir que Leto era la persona más impecable en este lugar.
Aunque siempre estaba ocupado, cada vez que lo veía su ropa estaba limpia y sin una sola arruga.
—Leto.
—Señorita, ¿qué ocurre?
—¿Has visto a mi tío?
—Está en su despacho.
Leto me dio la respuesta que quería con amabilidad.
—Entonces, ¿mi tío está trabajando ahora?
—Sí, eso parece. ¿Es algo urgente?
—Eh, no, no es urgente. Solo quería preguntarle algo.
Leto, tras pensarlo un momento, se giró hacia el despacho de mi tío.
—Bueno, aunque yo no puedo, la señorita seguramente no tendrá problema. Permítame acompañarla.
—Ah, ¿no estás ocupado, Leto?
—Siempre tengo tiempo para acompañar a la señorita.
Leto sonrió de forma encantadora y me ofreció su mano enguantada de blanco.
—Me gusta, Leto. Eres tan amable como Zenda.
—Es la primera vez que la señorita me llama amable.
Tomé la mano de Leto y, con más confianza, me dirigí hacia el despacho de mi tío.
Sin embargo, en el momento en que Leto llamó a la puerta, me escondí detrás de él sin darme cuenta.
—Señor, la adorable señorita Aika ha venido a visitarlo.
—Adorable, sí…
Escuché la voz de mi tío quejándose mientras me escondía detrás de Leto.
¡Al menos no parece molesto!
Normalmente, me habría echado antes de siquiera dejarme entrar, diciendo ‘Devuélvela’.
—Puede entrar, señorita.
—¡Gracias!
Leto, que abrió la puerta e hizo una reverencia, se despidió amablemente y siguió su camino.
Hice un pequeño salto para cruzar la línea imaginaria bajo la puerta.
…
Todo bien hasta ahora. ¡Nada que temer!
Con más valor, me acerqué sigilosamente a mi tío, con las manos entrelazadas detrás de la espalda, deambulando por su escritorio hasta que él reaccionara.
—¿Qué pasa ahora? Si tienes algo que decir, dilo rápido y vete.
Mi tío no apartó la vista de los papeles, mientras los hojeaba con impaciencia.
—Tío, tengo una pregunta.
—¿Qué es?
—¿Sabes si el Emperador está casado?
Mi tío, que estaba firmando un documento, levantó la cabeza. Tenía una expresión como si no pudiera creer que le estuviera haciendo esa pregunta en medio de tanto trabajo.
—¿Por qué te interesa saber si está casado o no?
—¡Pues claro que puedo tener curiosidad! A partir de hoy, somos amigos, ¿sabes?
—Qué razón más brillante…
Mi tío me miró con incredulidad, pero no dejé que eso me detuviera.
—Vamos, dime, tío. ¿Está casado o no?
Para entonces, su mirada ya había vuelto a los documentos. Probablemente pensó que era una pregunta sin importancia.
—No, no está casado.
—¿De verdad? ¿Seguro?
—Sí. Te he respondido, así que no me molestes más y vete.
—¿Por qué no se ha casado?
Mi tío finalmente abrió los ojos con frustración.
—¿Te vas o no?
Salí corriendo y me escondí detrás del marco de la puerta, pero me mantuve firme.
—¡Solo si me respondes eso, tío!
—Supongo que no ha encontrado a alguien.
—¿Será porque espera un amor predestinado, como en los cuentos?
—No lo sé, tal vez.
—Tío, ¿quién será ese amor predestinado? ¿Quizás…?
Gruñido.
—Sobrina… ¿por qué demonios debería saber sobre la vida amorosa del Emperador?
Mi tío me miraba con los ojos encendidos de ira, como si estuviera a punto de explotar.
El gruñido que había escuchado claramente había salido de él. Aunque sonreía, parecía un emisario del infierno.
Una señal de advertencia roja se encendió sobre mi cabeza.
—Ah, está bien…
Decidí retirarme.
Vi su expresión y supe que si seguía, terminaría en el establo, no en la sala de invitados.
Retrocedí con cautela, observando atentamente a mi tío.
De hecho, estaba a punto de intentarlo una vez más, pero en cuanto volví a meter el pie en la habitación, escuché un ‘Tss…’ y fracasé.
—Chss, tío, y eso que eres amigo del Emperador, pero ni siquiera me dices algo como eso.
Salí al pasillo, sacudiendo mi vestido.
No puedo soportarlo. Tengo demasiada curiosidad.
Volví a deslizarme silenciosamente hacia atrás.
Pero justo cuando agarré el marco de la puerta, nuestros ojos se encontraron, y fallé nuevamente.
No pasa nada. Solo tengo que esperar a la próxima oportunidad.
Y no es porque tenga miedo de mi tío, ¿entendido?
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
—¿Qué está preparando el tío?
—Nada.
—Pero te has puesto ropa bonita. ¿No puedo ir contigo?
Han pasado varios días desde entonces.
Intenté varias veces preguntarle a mi tío sobre el Emperador, pero siempre me rechazaba.
Aunque él no me lo dijera, no es que no hubiera otras maneras de averiguar las cosas.
Ahí están el abuelo y los demás, después de todo.
Pero hoy algo es diferente.
Pensé que al caer la noche estaría en casa, pero parecía que iba a salir, ya que se había cambiado a una ropa elegante.
¿A dónde va?
Definitivamente no se estaba preparando para irse a dormir.
—Ni siquiera sabes a dónde voy y ya quieres venir.
—¡No importa! A donde sea que vaya el tío.
Le sonreí con una expresión inocente, pero mi tío solo me empujó suavemente la frente con su dedo índice.
—Deja de seguirme en todo. Si ya has cenado, ve a dormir.
—Solo dime a dónde vas.
Casi me dejé caer al suelo, aferrándome a su ropa, decidida a no soltarme.
Ser insistente es mi especialidad, ¿qué más da?
Ayer también desapareció durante el día sin que nadie lo notara.
Por suerte, no me asusté pensando que podría pasarle algo malo, pero de haber sido así, ¡habría sido terrible!
Además, cuando mi tío se va, me aburro mucho.
—Te dije que no necesitas saberlo.
Mi tío gruñó de nuevo.
Hice un puchero y solté su ropa.
Parece más molesto de lo habitual.
¿Será que no quiere ir pero lo hace a la fuerza?
Si insisto más, probablemente me meteré en problemas.
Así que…
—Está bien, tío. ¡Que tengas cuidado!
Me levanté de un salto.
—¿Qué?
—Zenda dice que los niños buenos deben acostarse temprano. Así que solo te deseo que vayas con cuidado.
Agité mis manos mientras hablaba, y mi tío me miró con desconfianza.
¡Primero me riñe cuando quiero ir, y ahora también me mira mal cuando le deseo un buen viaje!
—Quédate tranquila en casa.
—Sí.
—Si haces alguna travesura…
—No haré nada. ¿Cuándo me has visto hacer travesuras?
Le respondí con una mirada descarada, lo que hizo que las cejas de mi tío se fruncieran como si estuviera molesto.
—De todas formas, pórtate bien.
—Sí.
¡Mi tío!
Le digo que no haré ninguna travesura.
⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰
Era una noche oscura.
Kassel subió a la carreta con pasos vacilantes.
Se recostó descuidadamente y se frotó la frente con cansancio y fastidio.
—Partiremos de inmediato, señor.
Cuando Kassel asintió, Gerard cerró la puerta del carruaje.
Pensó por un momento si debería haber ido a revisar, pero desechó la idea rápidamente.
De todas formas, a esta hora seguramente ya estaría dormida profundamente, y si la despertaba solo se complicaría la vida.
¿Qué peligro podía haber en la casa, después de todo?
Era ridículo estar preocupado.
La carreta comenzó a moverse lentamente.
Kassel cerró los ojos, planeando dormir durante el viaje.
No era alguien que disfrutara de las fiestas.
Le molestaban las personas que se le pegaban y no solía ver nada bueno en ellas.
Las razones por las que asistía a una fiesta se reducían a unas pocas:
Cuando se celebraba en el palacio.
Cuando era convocado o invitado por alguien importante.
Cuando se trataba de ampliar sus negocios o de observar los movimientos de los nobles.
Y finalmente, cuando había alguien a quien necesitaba confrontar.
Por lo general, eliminaba la primera y la segunda razón, y a veces la tercera.
Hoy era por la segunda razón.
Era la primera fiesta que Valiart organizaba y a la que asistía desde la muerte de Seria.
De repente, Kassel abrió los ojos con una mirada afilada.
—Sal de ahí.
Comments for chapter "Capítulo 17"
MANGA DISCUSSION