⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue

No es que quiera algo.  

No es que quiera ver a mi papá o que desee tener uno ahora.  

He estado bien viviendo solo con mamá.  

Solo tengo curiosidad. Pura curiosidad.  

Quiero saber si existe ese papá que me trajo al mundo.  

Y también tengo curiosidad por saber quién es la persona a la que mamá extrañaba tanto.  

A veces recuerdo cómo mamá me acariciaba y parecía evocar a alguien a través de mí.  

—Ah.

—De repente, me di cuenta de que había pasado por alto un gran problema.  

—¿Qué pasa?

—Pensándolo bien… No creo que el Emperador sea la persona adecuada. Podría ser un gran problema.

—¿De repente? Hace un momento decías que el Emperador podría ser tu papá.

—Sí… lo pensaba. Pero no debe ser.

—¿Por qué?

Giré la cabeza rápidamente.  

Ser, estirando su cuello, me miraba con curiosidad.  

—Si lo es, mi tío podría matarme.

O quizás realmente me destrozaría… ¿verdad?  

Había olvidado por completo cómo era mi tío.  

Apenas tuve ese pensamiento, un escalofrío recorrió mi cuerpo.  

—¿En serio? ¿Tienes miedo? Aun así, si está relacionado contigo, seguramente lo soportará.

—No, tú… es que no conoces a mi tío.

He oído tanto sobre él por parte de mi abuelo…  

—¿Es para tanto?

—Si alguien encuentra a mi papá, en ese mismo momento… adiós.

Hice un gesto con la mano como si cortara mi cuello.  

—Entonces guardaré el secreto.

—Qué suerte que te tengo. Puedo contarte todo.

Le sonreí a Ser.  

Desde que Ser llegó a mi vida, había sentido mucho menos la ausencia de mamá.  

Aunque mi tío y mi abuelo estaban cerca, no podían estar siempre conmigo.  

Ser siempre estaba allí para escucharme y protegerme en situaciones peligrosas.  

Y, además, era el último regalo que mamá me envió.  

—Puedes seguir elogiándome todo lo que quieras.

—Cuando hablas así, suenas como Equus.

Ser entrecerró los ojos.  

—No me compares con ese caballo loco que corre sin control.

De algún lugar, parecía oírse un resoplido, como si Equus estuviera cerca.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

Pasó un día.  

Hoy tenía dos clases.  

Por la mañana, una lección de etiqueta, y por la tarde, una de lengua imperial.  

Aunque ambas duraban solo una hora, sentía como si hubiera dado un gran paso hacia una vida tan ocupada como la de mi tío.  

—Hoy, con base en lo que vimos en la clase anterior…

Pero había algo diferente.  

Desde que hablé con Zenda, las preguntas del maestro Logis se detuvieron por completo.  

Entraba a clase, nos saludaba, revisaba las palabras del día anterior y luego enseñaba el siguiente tema en silencio.  

Solo lo necesario. Preciso.  

—Vaya, parece que tu doncella le dijo algo, como mencionaste.

En lugar de responder, asentí ligeramente y continué escribiendo las palabras que aprendíamos.  

Gracias a eso, pude asistir tranquilamente a la clase, y el maestro Logis no me hizo ninguna otra pregunta ni habló de nada más que del idioma imperial hasta el final.  

—¡Gracias por la clase de hoy, maestro!

Tan pronto como terminó la clase, me incliné profundamente para agradecerle.  

—Gracias a usted, señorita, por seguir la lección con tanto esmero. Nos vemos en la próxima clase.

Incluso su despedida fue breve y sin rodeos.  

Lo observé mientras salía, pero nunca miró hacia atrás.  

Era un cambio radical.

—Señorita, parece que pronto tendrá un guardaespaldas.

—¿Un guardaespaldas?

Justo después de terminar la clase de lengua imperial, me tumbé en la alfombra mientras comía las galletas que Zenda me había dado.  

—¿Tendré un guardaespaldas, igual que Ruspe con su Kamaie?  

Ahora que lo pienso, realmente nunca había tenido uno.  

Ruspe siempre llevaba al suyo a donde quiera que fuera.  

—Sí, señorita.

—Vaya, nunca he tenido un guardaespaldas.

Zenda soltó una risa incómoda.  

—Bueno, hasta ahora, su tío se ha encargado personalmente de protegerla… Ningún guardaespaldas, ni siquiera diez, se podrían comparar con él.

—Ah, cierto, ¡mi tío!

Pero estar con mi tío no siempre es fácil, ¿verdad?  

Aunque ahora somos muy cercanos, mi tío a veces me trataba como si fuera una carga o un desastre.  

¿A veces? Bueno, tal vez más seguido. En fin.  

—Sí. Hasta ahora, su tío ha sido quien la cuidaba directamente, pero últimamente ha estado muy ocupado, por lo que sus salidas han sido limitadas.

—Ajá.

En comparación con cuando vivía con mamá, ahora tenía mucha más libertad, pero aun así pasaba la mayor parte del tiempo en casa.  

Cuando salía, siempre iba con mi tío.  

Aunque ahora había un portal en el sótano que me permitía ir al estudio antiguo cuando quisiera, seguía sin poder salir sola.  

Siempre había sido así desde pequeña, así que ya estaba acostumbrada.  

Pero, aun así, cada vez que mi tío proponía ir a algún lugar, aunque parecía que no me hacía caso, siempre terminaba llevándome.  

—Creo que el maestro permitirá que la señorita vaya a donde quiera por su cuenta.

Me dijeron que últimamente mi tío estaba muy ocupado por mi culpa.  

Todo era por mí, así que esperaban que no me sintiera mal por ello.  

Si mi tío se ocupaba más, no creo que le quede tiempo ni para dormir…  

¿Debería empezar a desayunar sola a partir de mañana?  

Era algo que me hacía pensar un poco.  

—¿De verdad? ¿Entonces podré llevar un guardaespaldas como Ruspe?

—Sí, eso parece.

—¡Me encantaría que Gerard fuera mi caballero guardaespaldas!

Esperaba que Zenda estuviera de acuerdo, pero no respondió de inmediato y pareció dudar.  

—Gerard es bueno, pero al igual que el maestro, tiene muchos enemigos, por lo que puede que no lo elijan…

Aunque había visto a otros caballeros aparte de Gerard, todos solo me saludaban de lejos, y Gerard era con quien más cercana me sentía.  

—Pero a mí me gusta Gerard.

Zenda me acarició suavemente la cabeza.  

—En la mansión hay muchos caballeros tan buenos como Gerard. Cuando sea seguro, te lo haré saber. Por supuesto, yo también te acompañaré cuando salgas.

—¡Vale!

—Por ahora, guárdalo en secreto. Cuando esté confirmado, te lo diré.

Puse mi dedo índice en los labios y asentí.  

—¡Vale, es un secreto!

¿Será que pronto podré salir como una persona normal?  

Espero recibir pronto buenas noticias.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

Con el tiempo, me fui acostumbrando más a las habilidades de Ser.  

—Lo más importante es la concentración.

—Lo sé. Estoy concentrada, ¿verdad?

Si al principio el entrenamiento consistía en leer la energía que emanaba una persona cercana y detectar el peligro a través de los colores, ahora necesitaba el mismo nivel de concentración que cuando invoqué por primera vez a Serpens.  

—No parece que lo estés haciendo.

—…

Leer los colores que representan el peligro, como me enseñó Ser, era importante, pero lo más crucial era sentir la energía de Ser en mi cuerpo, ya que Ser era un antiguo artefacto viviente.  

—Estoy haciendo lo mejor que puedo.

Me dijo que solo así sería capaz de ver peligros en un futuro más lejano.  

Incluso me dijo que, una vez que despertara completamente las habilidades de Ser, no solo podría ver peligros, sino también el futuro de las personas que deseara.  

Era diferente a Equus.  

Equus simplemente me otorgó habilidades una vez que lo desperté.  

En cambio, Serpens era mucho más complejo y difícil de dominar, pero cuando lograra despertarlo por completo, sería una habilidad extraordinaria.  

Shhhhhh.

Cuando intentaba concentrarme plenamente y fusionarme con la energía de Ser, comenzaba a oír el sonido de la lluvia en mis oídos.  

Era como si estuviera cayendo un aguacero.  

Incluso sentía la piel húmeda, como si me cubriera con las escamas de Ser.  

Era una experiencia fascinante.  

Aunque practicaba la concentración más de una vez al día, ese sentimiento siempre me resultaba desagradable, lo que hacía difícil mantenerme enfocada.  

—Huu…

Tan pronto como cesó el sonido de la lluvia, todo mi cuerpo tembló involuntariamente.  

—Ya no uses mis habilidades para cosas insignificantes.

Dijo Ser, como si estuviera cerrando el tema de la conversación.  

—¿Cosas insignificantes…?

—Ya has practicado lo suficiente. Si quieres ver peligros más grandes, debes ignorar los pequeños.

—¿Ignorarlos?

—Te lo dije antes. No puedo seguir viendo cómo las sirvientas se cortan las manos.

—Pero…

No es algo que pueda controlar tan fácilmente.  

Cuando una energía roja empieza a elevarse y me concentro, puedo ver cómo los sirvientes se lastiman, y simplemente no puedo ignorarlo.  

¿No le pasaría lo mismo a cualquiera?  

—Concéntrate en los grandes peligros. Deja de ver pequeños sucesos del futuro y empieza a ver los más importantes. Es mejor que veas los peligros de una semana más adelante que los de mañana.

—Bueno, tienes razón.

—Lo que te estoy diciendo es que elijas lo que ves. Aún no has dominado ni el 10% de mis habilidades.

—¿Qué…?