⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
No puede ser.
En los días que más me esforzaba, me concentraba hasta cuatro veces al día.
La fusión con las habilidades de Ser no era un simple entrenamiento.
Al terminar de concentrarme, a menudo me brotaban gotas de sudor en la frente, y había días en los que terminaba tan exhausta que me desmayaba en la cama sin darme cuenta.
¡Era algo muy agotador!
—Tienes el poder de un buscador, Aika.
—Lo sé.
—No puedes negarlo. Es una habilidad otorgada por los dioses.
—…
—Podría llegar un día en el que tu vida esté en peligro. Así que, por tu bien, debes elegir. Cuanto más te esfuerces por salvar lo pequeño, más te perderás lo grande. Lo digo por tu propio bien.
—…Entiendo.
A medida que desarrollaba más mis habilidades, Ser desataba cada vez más su potencial, queriendo que las expandiera y comprendiera aún más.
—Puede que esta habilidad sea demasiado para ti, ya que eres joven, pero hagamos el esfuerzo.
—¡Vale, entendido!
Cuando respondí con entusiasmo, Ser pareció estar satisfecho y asintió ligeramente.
—Esto no te lo había dicho antes porque eras joven y no quería que te desviaras por un mal camino.
—¿Eh?
—Si usas mi poder, acumular una gran riqueza no será nada. Claro que no debes cometer delitos ni nada por el estilo. Quiero que sigas el buen camino. ¿No te gustaría ser millonaria o incluso multimillonaria? Para eso, tienes que desarrollar tus habilidades.
—Pero ya mi abuelo y mi tío son mucho más que millonarios o multimillonarios…
¿No decían que los Valiart eran los que más rápidamente habían acumulado riqueza?
—Pero esa no es tuya, ¿verdad? Y yo podría traerte aún más.
Ser titubeó.
—…Pero todo eso es mío, ¿no? Mi abuelo me dijo que por eso debía crecer rápido.
De alguna manera, sentí que Ser me estaba mirando fijamente.
—¿Me estás diciendo que tienes tanto dinero que no me necesitas?
Ante el tono ligeramente herido de Ser, no pude evitar reírme.
—¡Jaja, era una broma! ¡Claro que te necesito! Me esforzaré.
—Eso deberías haber dicho desde el principio.
Ser se rió conmigo, pero justo en ese momento se oyó un golpe en la puerta y rápidamente me tapé la boca.
—Señorita, aquí está su merienda.
—¡Gracias, Zenda!
—También le ha llegado una carta, señorita.
—¿Una carta? ¿De quién?
Zenda, en lugar de responder, colocó una bandeja frente a mí. Había un plato con galletas y leche, junto con un sobre rosado.
—¡Es de Ruspe!
Solo viendo el sobre, supe de inmediato quién la había enviado.
¡Porque había estado esperando una respuesta!
—Déjame abrirla por ti.
Zenda abrió el sobre con cuidado, evitando dañarlo, y luego me lo entregó.
—La carta tiene un buen aroma.
Acercando mi nariz al sobre y la carta, respiré su fragancia antes de volver a pasarle el sobre a Zenda.
—Tienes razón. Parece que le puso perfume.
—¿Puedo enviar mi próxima carta con perfume también?
—Por supuesto.
—¡Entonces lo haré!
Esperar la respuesta de Ruspe siempre era emocionante y me daba mucha alegría.
Además, era una buena oportunidad para practicar mi caligrafía, así que a veces usaba palabras difíciles a propósito.
Zenda también me dijo que, después de escribir varias cartas, estaba cometiendo menos errores ortográficos.
El contenido de nuestras cartas solía ser sobre nuestras rutinas diarias, tanto por parte de Ruspe como mía.
Cuando tenía clases de lengua imperial, le contaba sobre ello, y a veces le decía qué había comido de merienda.
Por eso, sabía qué había comido Ruspe de merienda hace dos días.
También le escribí sobre cómo se me había caído un diente de leche, aunque no creía que fuera posible mostrárselo en persona.
Mientras leía la carta lentamente, de repente me detuve en una parte.
—Ah… Ruspe dice que tal vez no pueda escribirme por un tiempo.
—¿Oh, por qué?
—Dice que va a ir con su padre a su territorio por unos días. Creo que se marchará de la capital por un tiempo, como mi tío. Parece que estará fuera varios días.
Le conté a Zenda y volví a leer la carta.
En la residencia del Marqués en la capital ya han florecido las flores de verano, pero en el territorio del Marqués, que está mucho más al norte, el verano tarda más en llegar.
—En el territorio del Marqués, el verano no es tan caluroso y en invierno cae mucha nieve.
—Ah, si es el territorio de Kelphodia, está entre las regiones de Worpodia y Torrey. He oído que a veces nieva durante toda una semana.
—¡Wow, eso debe ser divertido!
Zenda sonrió.
—La nieve es bonita, pero si cae demasiado, las carrozas no pueden moverse y eso es inconveniente. Además, según tengo entendido, el territorio de Kelphodia es tan grande y extenso como el del Marqués Léguiore.
—¿De verdad?
—En el mapa, están casi en lados opuestos. Castier y Torrey están en extremos norte y sur.
Ya veo…
Asentí con la cabeza mientras pasaba a la siguiente página.
Algo cayó ligeramente entre las cartas.
Miré sorprendida y vi una flor prensada que había sido aplastada entre las páginas.
Una era una flor violeta con pequeñas florecillas que crecían a lo largo de un tallo largo, y la otra tenía pétalos redondos y amarillos.
Aunque no estaban completamente secas, sus pétalos se sentían suaves al tacto.
—Oh, es una flor prensada. ¿La habrá hecho él mismo?
—¿Qué tipo de flor es?
—Hmm, parece liriope… ¿No parece una flor de estrellas?
—¡Sí!
—Y esta… no estoy segura, ¿tal vez una onagra?
—También es bonita.
—Voy a guardarlas con cuidado para que no se dañen.
Zenda tomó un libro de la mesa de noche, lo abrió con delicadeza y colocó las flores entre sus páginas para que no se estropearan.
Volví mi atención a la carta.
—…Aika, cuando regrese del territorio, te traeré un regalo. ¡Ruspe dice que me traerá un regalo cuando vuelva! Y estas son flores que florecieron en la residencia del Marqués hace una semana. Se tardaron en secar. ¡Es lo que dice!
Esa era la última parte de la carta.
Decía que escribiría otra carta cuando volviera.
—¿Vas a escribir una respuesta?
—Sí, creo que Ruspe podrá ver mi respuesta antes de que se vaya la próxima semana.
—Voy a traerte papel de cartas.
—Debe ser divertido. Yo también quiero visitar el territorio de mi abuelo y el de mi tío.
Todavía no había tenido la oportunidad de ir.
—Quizá puedas ir antes de que llegue el invierno. Siempre se preparan para ir en otoño.
—¿De verdad? Pero entonces no podré ver mucho a mi abuelo.
—Sí, no lo verás tanto como ahora.
Mi madre nunca me había llevado al territorio de los Valiart, así que no había pensado en eso antes.
Sería triste no poder ver a mi abuelo durante mucho tiempo.
Doblaba cuidadosamente la carta y la guardaba en el sobre.
Debería escribirle pronto una respuesta a Ruspe.
Escribí tres páginas completas en el papel que Zenda me había traído, la mayoría deseándole un buen viaje y que se cuidara.
Después de eso, intenté conectar con Ser, pero estaba en silencio.
—Ser.
Zenda ya se había ido y tenía tiempo libre hasta la noche, así que era el momento perfecto.
Estaba segura de que Ser estaba despierto, lo sabía.
Después de todo, Ser no dormía. No era una serpiente de verdad.
—¿Ser? ¿Por qué no me respondes?
Qué raro.
Si yo iniciaba la conversación, normalmente no tardaba tanto en responder.
Por suerte, últimamente habíamos tenido días tranquilos desde que evitamos el ataque de Leto.
Hasta hace poco, veía imágenes de mi tío herido, y después, veía a mi abuelo y a Leto en situaciones peligrosas una y otra vez.
Incluso llegué a pensar que tal vez estos peligros ocurrían por mi culpa, porque había adquirido estas habilidades.
Con tantos accidentes ocurriendo cada pocos días o semanas, sentía alivio por haberlos evitado, pero al mismo tiempo, esos pensamientos negativos seguían rondando mi cabeza.
Sin embargo, cuatro horas después, descubrí por qué Ser había guardado silencio a propósito.
Comments for chapter "Capítulo 69"
MANGA DISCUSSION