La Séptima Princesa, Eveinrose, ya había enfrentado la muerte una vez.
Su último recuerdo era el colapso del Imperio a manos de los homúnculos rebeldes y la traición de su propio hermano, quien la engañó para que bebiera veneno.
Pero entonces…
—¿No estoy… muerta?
Al abrir los ojos, descubrió que había retrocedido en el tiempo ocho años.
Había regresado a una época anterior a que la Tercera Princesa, Brigitte, fuese oficialmente nombrada Heredera del Trono.
—Esta es mi oportunidad.
Si lograba superar a Brigitte y ser reconocida como la legítima sucesora, tal vez podría evitar la caída del Imperio.
Para ello, debía ganarse el favor del emperador y probar su valía. Como parte de su estrategia, Ivienrose tomó una decisión arriesgada. Convertir a su caballero Michaelis, el Rey de los homúnculos y el monstruo de la prisión flotante.
—Michael, te necesito… Y lo digo con absoluta desesperación.
¿Podrá Eveinrose ganarse su lealtad y salvar al Imperio de su trágico destino?